¡Qué tal, camarada!
Disfrutando de los “segundos aires”, como los boxeadores después
de un knockdown, a consecuencia de las políticas, las medidas, que
aplica nuestro gobierno revolucionario.
Por ejemplo, de las más
recientes, las expropiaciones alrededor de la plaza Bolívar de Caracas
no gustaron muchote –me refiero a los escuálidos, claro–, pero
sí tiene una respuesta positiva el decreto de Emergencia Eléctrica.
Y pensamos que es debido a lo equilibrada: sanciones y premios en su
aplicación.
Bien. Así como
el presidente desconoce a la mayoría de los viceministros, y hasta
amenazó –tal vez para alertar a Diosdado– con evaluarlos a todos,
pienso que es de suma importancia que todos conozcamos quiénes están
en tan importantes cargos.
Conocemos a todos las
cabezas de los diferentes poderes, por lo menos de tantos verlos:
Asamblea Nacional, Consejo Nacional Electoral, Tribunal Superior de
Justicia, Fiscalía General de la República, Defensoría del Pueblo,
estas en firmes manos femeninas. Y al Contralor General, tal vez cuestionado
por no dar a conocer, con la suficiente difusión, todas las investigaciones
en cuanto a la corrupción, uno de los principales flagelos que rechazamos.
Aprovechamos para reiterar
lo que todos: se requiere de una política informativa coherente, funcional,
precisa, sin dudas. ¡Será la mejor defensa de la Revolución!
Aún cuando no corresponde
al Poder Ejecutivo, pero va con las exigencias de la dinámica de cambios
estructurales que estamos transitando –y a coñazo limpio con una
oposición que sabe lo que quiere– quisiéramos conocer quiénes son
los jueces superiores (que de paso son electos para 12 años y se meten
tremendo billete, esperando que trabajen con la responsabilidad y la
celeridad que requiere impartir justicia)
Esto aplica para conocer
a todos los jueces. De repente –y no por el nuevo programa radial
presidencial– sale más de un candidato al que alguien le conoce algún
“lado oscuro” y que no conviene, entonces, que esté en ese delicado
e importante cargo. Un posible injusto, pues.
Ah, cuando menciono conocerlos
me refiero a que sea publicado, en un anexo dentro de diarios nacionales,
un breve currículo, o una breve relación de su experiencia profesional,
con sus vinculaciones políticas –para lo cual el PSUV debería investigarlos–
Y con su fotico actualizada. Y cada vez que haya un cambio. O en caso
de un enroque, ¿por qué?
De la Contraloría General,
además, en un suplemento separado, otro día, un listado con todas
las actuaciones y las resultancias.
Porque, y espero coincidas
con esto, camarada, con relación a los juicios estos deberían
salir publicados por lo menos en internet. Y me refiero a todo el proceso,
salvo aquellas investigaciones que de verdad –habrá que evaluar–
puedan ser parte de un secreto sumarial.
Transparencia, transparencia.
Los juicios deben ser transparentes.
Lo ideal sería, a mi
modo de ver, que en las decisiones valiese la opinión popular. Y por
esa vía de internet, una vez que se vaya publicando toda la información.
Algo así como que los juicios no dependan de un juez, o de un jurado
que nunca se selecciona porque ni aparece, pero que respondan a una
justicia justa.
En cualquier caso deben
mantenerse los tribunales de apelaciones.
Camarada, para mí, no
sé para ti, es muy –lo más– importante es que la verdad prevalezca
en todos los juicios. O si no, la razón a quien la tenga.
Por otra parte, ¿Quiénes
son nuestros ministros, los menos conocidos? Y sus colaboradores de
jerarquía, sus vices, los directores regionales, ¿son familiares?
¿Saben lo que deben hacer? ¿Están comprometidos con la revolución
o son simplemente buenos profesionales?
¿Ha sido evaluada su
manera de vivir? ¿Si no son, pueden ser corruptos? Siempre alguno es
conocido “de atrás” por alguien.
En algún artículo planteé
que el PSUV debería tener una lista
–nacional, estadal y municipal– de los correligionarios donde se
aprecien nuestras capacidades, aptitudes, etc., lo que permitiría que
hasta el Presidente Chávez conozca con quienes puede contar. Y que
l@s gobernadores se obliguen, igual que alcaldes y alcaldesas, a seleccionar
sus colaboradores de allí, en principio, aunque puedan hacerlo de filas
independientes o de otros partidos del proceso.
En la actualidad sabemos
de abogados haciendo gerencia de ingenieros, trabajadoras sociales en
gerencia de arquitectos, escuálidos o pro, en cargos de dirección,
etc., y ¡vaya usted a saber de ese menjurje! Y cuyas ineptitudes, por
el apoyo político sólo por subalternidad, nos las estamos calando.
¿Es Pdvsa roja-rojita?
¿Quién la evalúa oficina por oficina?
Es más, queremos que
exista un mecanismo de evaluación a las gestiones de los altos funcionarios
por parte de los verdaderos revolucionarios subalternos críticos. Con
frecuencia escuchamos: “la ministra o ministro tal está cometiendo
barbaridades”, “le están metiendo a la sinvergüenzura pareja”,
“no sé cómo el presidente no se da cuenta”, etcétera.
Y no es para que nuestro
líder se ofenda, como cuando al o a la que le ponen cachos se lo dicen.
No, lo que ocurre es que hacer una cosa incorrecta, actuar de una manera
irregular, ventajista, etc., o sea, lejos del trabajo de un revolucionario
de corazón, nada tiene que ver con las caritas de “yo no fui”,
con el sexo y la edad que tengan.
Es más, deberíamos
conocer por cuáles actuaciones sustituyen o destituyen a un funcionario
de alto nivel. Información aunque sea una potestad del presidente.
Se eliminarían incógnitas, como algunas que nos quedaron rondando.
Buenas y malas.
También a niveles menores.
Porque con ello, defendiéndolos por estos medios virtuales efectivos,
atajaríamos injusticias por caprichos, por operación colchón, por
puntadas de…, con que más de un(a) camarada se ha sentid@ maltratad@.
¡Patria, con controles y evaluaciones permanentes! ¡Venceremos!
¡Viva Chávez, carajo!edopasev@hotmail.com