El nuevo plan de austeridad anunciado el domingo 2 de mayo es una verdadera catástrofe para la población griega, para los asalariados tanto del sector privado como del público, para los pensionistas y los desempleados.
► Congelación de salarios y pensiones de la función pública durante 5 años.
► Supresión del equivalente a dos meses de salario a los funcionarios.
► Aumento del tipo principal del IVA, que, después de haber pasado del 19 al 21 %, ahora será del 23 %. El aumento de los tipos reducidos serán del 5 al 5,5 %, y del 10 al 11 %.
► Los impuestos sobre los combustibles, alcohol y tabaco aumentan un 10 % por segunda vez en un mes.
► Las jubilaciones anticipadas (debidas a condiciones de trabajo especialmente duras) estarán prohibidas antes de los 60 años.
► La edad legal para la jubilación de las mujeres pasa de los 60 a los 65 años, de aquí a 2013.
► Para los hombres, la edad legal para la jubilación dependerá de la esperanza de vida.
► Se necesitará 40 años de trabajo cotizados (y no los 37 años de ahora, aparte de los años de estudio y desempleo) para obtener la jubilación completa.
► Esta jubilación estará calculada sobre el salario medio de la totalidad de los años trabajados, y no en función del último salario, como es hasta ahora (en general, una disminución del monto percibido de entre el 45 al 60 %.)
► El Estado reducirá los gastos de sus funciones (salud, educación, etc.) en 1.500 millones de euros.
► Las inversiones públicas también serán reducidas en 1.500 millones de euros.
► Se estable un nuevo salario mínimo para los jóvenes y los desempleados de larga duración (o sea, el equivalente al CPE rechazado en Francia por la juventud y los sindicatos).
¡Qué ganga para los mercados financieros y para el capital!
► Los transportes, la energía y algunas profesiones reservadas al Estado serán liberalizadas y abiertas al sector privado (es decir, privatizaciones).
► El sector financiero (principalmente los bancos) se beneficiará de un fondo de ayuda implementado con la ayuda del FMI y la Unión Europea.
► La flexibilidad en el trabajo será reforzada.
► Se facilitará el despido.
► La economía griega quedará sometida al control del FMI.
Grecia, que permanecerá en la zona euro, no podrá devaluar su moneda, ni jugar con los tipos de interés. Tampoco podrá reestructura la deuda, puesto que las instituciones financieras europeas poseen 2/3 de la misma. Estos mismos bancos continuarán gozando de préstamos del Banco Central Europeo a un tipo de interés del 1 % , y así podrán prestar ese dinero a los Estados (mediante remuneración). Como contrapartida a estas medidas, los países de la zona euro prestarán a Grecia entre 100.000 millones y 135.000 millones de euros, como ayuda y este préstamo deberá ser devuelto en 3 años, con un tipo de interés del 5 % (este mismo año deberá devolver 45.000 millones de euros). Los Estados ricos y los bancos ganarán por lo tanto dinero a costa del pueblo griego. Christine Lagarde, ministra de Finanzas francesa prevé un beneficio de 150 millones de euros por año. De este modo, acrecientan la duda pública griega para permitir que el Estado griego pueda pagar a sus acreedores privados.
La crisis griega es la demostración en escala natural de la triple peligrosidad del FMI, la Unión Europea y los mercados financieros.
El FMI, justamente desprestigiado por sus catastróficos «planes de ajuste estructural», reaparece en la zona euro, después de haber hecho estragos en varios países del este europeo. Ahora utiliza los mismos procedimientos que antes, adaptados a los mismos comanditarios: los mercados financieros y las transnacionales. Hoy como ayer, es su verdadera naturaleza de bombero pirómano que se revela sin tapujos.
La Unión Europea y su Comisión también reafirman sus paradigmas al servicio de la «competencia libre y no falseada». El Banco Central Europeo no está al servicio de las poblaciones europeas sino sólo al servicio de los bancos y de los organismos financieros. Los mercados financieros, después de haber provocado y precipitado la crisis griega, a través de las agencias de calificación pagadas por los grandes bancos estadounidenses, quieren obtener aún más beneficios de sus estrategias especulativas. El gobierno del PASOK, la UE y el FMI se lo sirven en bandeja.
Detrás de la industria financiera están las multinacionales de la industria, del comercio y de los servicios
Si estigmatizamos con toda justicia a los fondos especulativos, a las agencias de calificación y a la industria financiera, tampoco perdemos de vista que es sólo el árbol que impide ver el bosque. Esta especulación desenfrenada que estrangula la población pobre sólo es posible debido a dos razones principales:
► Las sucesivas desreglamentaciones de los mercados financieros a partir de los años ochenta del siglo pasado.
► La decisión voluntaria y consciente de la gran patronal de dedicar sus nuevos beneficios a la especulación en lugar de dedicarlos a la producción y al empleo. Esta acumulación de nuevos beneficios tiene su origen en un nuevo reparto de las riquezas a favor de los beneficios y en detrimento de la parte que corresponde a los asalariados. Esta parte disminuyó en cerca del 10 % del PIB en 25 años, en el conjunto de los países desarrollados.
Esta orientación económica, liderada por la ideología neoliberal, es la causa principal de la crisis económica y financiera que sufrimos actualmente.
Los diferentes gobiernos que, durante 30 años, se sucedieron en Grecia así como en otros países del Norte, tiene también una gran responsabilidad en el aumento de la deuda pública. Las políticas fiscales, que favorecen a las familias más ricas y a las grandes empresas (impuesto sobre la renta, el patrimonio y el de sociedades) disminuyeron considerablemente los ingresos presupuestarios y agravaron el déficit público, obligando a los Estados a aumentar su endeudamiento.
Se evita que paguen los responsables de la crisis y en cambio es al pueblo al que se presenta la cuenta
En el plan de austeridad PASOK-UE-FMI impuesto al pueblo griego hay sólo pequeñas medidas, ineficaces, para establecer un comienzo de justicia fiscal y no hay absolutamente nada para luchar contra la evasión fiscal de los beneficios de las grandes empresas.
Las «soluciones» del PASOK, de la UE y del FMI precipitan a Grecia hacia una profundización de su crisis. Una recesión mínima de 4 puntos en el PIB estaba ya programada para 2010. Los pequeños artesanos y comerciantes, las pequeñas empresas sufrirán una larga serie de quiebras y de abandono de actividades. El desempleo aumentará enormemente y las clases populares y medias verán cómo su nivel de vida caerá libremente. Crecerán las desigualdades mientras los derechos humanos fundamentales (acceso a la energía, al agua, a la sanidad, a la educación, etc.) están amenazados para la parte más pobre de la población.
La rabia del pueblo griego es también la nuestra. El CADTM apoya, sin ninguna reserva, las movilizaciones contra el plan de austeridad.
Existen soluciones alternativas
► El pago de la deuda pública de Grecia debe ser suspendido de inmediato y debe llevarse a cabo una auditoría pública para decidir sobre la legitimidad o ilegitimidad de dicha deuda.
► Deben tomarse medidas de anulación y los beneficios financieros de la deuda deben gravarse en origen, con el tipo de interés máximo del impuesto a la renta.
► Se deben tomar medidas fiscales, de forma inmediata, para restablecer la justicia fiscal y luchar contra el fraude. En este momento, según las cuentas del Tesoro griego, los funcionarios (designados como chivo emisario) y los obreros declaran unos ingresos mayores que los profesionales liberales (médicos, farmacéuticos, abogados) e incluso que los ejecutivos de los bancos.
La casi totalidad de las grandes empresas (armadores,...) declaran sus beneficios en los países con la fiscalidad más ventajosa (especialmente en Chipre) o los esconden en los paraísos fiscales. La iglesia ortodoxa continúa beneficiándose de unas exoneraciones fiscales exorbitantes sobre el patrimonio en general y sobre el inmobiliario en particular.
Hay dinero en Grecia pero no donde el plan de austeridad quiere cogerlo. En el CADTM somos solidarios con el pueblo griego, que hará una huelga general el miércoles 5 de mayo. En todos lados, en Grecia así como en los otros países europeos, la solidaridad con la movilización debe aumentar. Hoy es Grecia pero todos sabemos que mañana será Portugal, Irlanda o España. Pasado mañana, toda la zona euro puede tambalear, incluidos sus países más «ricos».
Nos congratulamos de las primeras declaraciones de solidaridad y del comienzo de las movilizaciones de apoyo ante las embajadas griegas. ¡Pero es necesario ir más lejos!
El movimiento social europeo en su conjunto debe estar al lado del pueblo griego. La población de toda Europa tiene todas las de ganar.
El CADTM , en su nivel, contribuirá a ello.
CADTM internacional, CADTM Bélgica, CADTM Francia, CADTM Suiza
Traducido por Griselda Pinero