Los 33 mineros y el capitalismo salvaje

Mi padre murió  en la mina

Sin doctor ni protección.

¡Color de sangre minera

Tiene el oro del patrón!

(Las preguntitas, Atahualpa Yupanqui) 

Mientras escribo estas letras miro a Telesur, y como van saliendo, uno a uno, los mineros atrapados en la mina de cobre, desde hace 69 días, como producto de la irresponsabilidad de la empresa que explota tanto el mineral como a los trabajadores, quienes, a falta de mejores ofertas de empleo se ven obligados a penetrar las entrañas de la tierra para poder alimentar a su familia, con todos los riesgos y el desgaste físico y mental que eso implica. Afortunadamente, gracias a toda la solidaridad desplegada tanto por el gobierno chileno, como por todos quienes han tenido que ver con ese rescate, y a las nuevas tecnologías que han permitido este logro de sacar con vida a esas 33 personas, a quien de paso les manifestamos nuestra admiración por la entereza y valentía demostrada durante todo este tiempo, y ese espíritu de compañerismo que les permitió llegar  a este día que celebramos todas las personas sensibles de este planeta amenazado precisamente por ese afán de ganar que el capitalismo impone, sin importar las consecuencias.

Todo está saliendo como estaba previsto, la planificación ha resultado exitosa, y mientras van saliendo, se va describiendo todos los beneficios que recibirán al integrarse a la vida normal, la cual nunca volverá a ser la misma, para bien o para mal. Pero conociendo como conocemos la capacidad del capitalismo de sacarle punta a todo, observamos que determinada empresa le dará  cada uno un bono de $8.000, un crucero por las islas griegas, etc. Etc. Todo esto luce bien, si uno no supiera que detrás de todo esto está la venta de algún producto o servicio, que obviamente beneficiará a las empresas involucradas, quienes le sacarán partido a toda esta tragedia, que afortunadamente finalizará sin pérdidas humanas.

Saldrán en todo  tipo de revistas, canales de TV, se les hará su película, en fin tendrán sus 15 minutos de fama, y el sistema capitalista habrá salido fortalecido, incluyendo al presidente Piñera, quien está al frente del rescate, y aprovechará para subir unos puntos de su ya caída popularidad hasta el 53%, a escasos meses de asumida la presidencia del país austral.

Las tentaciones del capitalismo no se harán esperar y habrá algunos de los mineros que sucumban a este espejismo, aunque esperamos que no sea así y que este encierro forzoso les permita ver la vida desde una diferente perspectiva y logren esa integración familiar tan deseada, y que no permitan que esa vorágine los arrastre.

Existen miles de casos en que la efímera fama, termina convirtiéndose en un boomerang. Y vamos a poner solo dos: en la película cumbre del neorrealismo italiano, “El ladrón de bicicletas“(1948), dirigida por Vitorio de Sica y protagonizada por actores no profesionales, los cuales solo tenían que mostrar la triste realidad de la posguerra en Italia. Es una película en donde se muestra la realidad tal como es, y en la que participaron como pioneros Roberto Rosellini. Lamberto Maggiorani, se llamaba el actor no actor, que hacía el papel del padre en la película. Con el éxito de la película, Hollywood, vio un filón de oro, en Lamberto y le ofreció un jugoso contrato para la época para protagonizar en EE. UU. Bueno, el señor Lamberto, no pudo sacar ni una escena, porque él no era actor, lo había hecho bien en la película de De Sica, porque simplemente se estaba autorepresentando y no necesitaba “actuar”. Bueno, sencillamente fracasó y volvió a su tierra y al anonimato, y bastante frustrado. Obviamente, siempre será recordado por esta maravillosa película, pero su vida personal se volvió un verdadero desastre.

Otro caso, entre miles, es el del actor que representó al popular “Arnold”. Gary Coleman, luego de su fama en la recordada serie de los años 80, y llegó a ganar $70.000 por capítulo, luego tuvo que trabajar como cuidador de autos en una cervecería, totalmente olvidado. Murió a los 42 años, como producto de una nefritis congénita.

En este caso de los mineros chilenos, seguramente serán contratados, algunos de ellos para hacer comerciales” y poner a ganar plata a las empresas. Unos, como decíamos al comienzo, se dejarán deslumbrar. Otros, seguramente, entenderán su papel y que tienen que seguir luchando tanto por sus derechos, como lo del resto de los obreros mineros, sobre explotados, se conoce que se emprenderán acciones de demanda por $12.000.000 tanto para la empresa explotadora “San Sebastián” como al gobierno chileno, por negligencia en su fiscalización. Aunque acabo de oír que dada las “buenas atenciones” recibidas posiblemente se desestime tales acciones.

¡Es el brillo falso del capitalismo!

Lamentablemente, seguirán ocurriendo tragedias de este tipo, siempre ocurren, solo que muchos mineros no han tenido la suerte que estos 33 mineros, a los cuales saluda el mundo entero con satisfacción, pero la dura vida del minero chileno continua. Hay que mirar más allá, sería una buena ocasión para que se pueda reivindicar a esta gente que tiene que trabajar en esta actividad, como sucede en el caso de las petroleras en Venezuela, solo que las relaciones de explotación son muy diferentes, pues aquí, aunque existe riesgo, se minimiza con las acciones emprendidas por la seguridad que posee la empresa y porque el gobierno revolucionario tiene una filosofía humanista.

Ninguno de los 33 mineros quiere regresar a la minería, algunos buscarán alternativas, y dada la fama adquirida, posiblemente les sean ofrecidas nuevas oportunidades, pero ¿qué pasará con el resto de los mineros chilenos?, quienes seguramente, tendrán que seguir laborando para poder sobrevivir, porque no hay muchas otras oportunidades de trabajo en esas regiones. Seguirán soportando la explotación y la insensibilidad del patrón, quienes solo los ven como instrumentos para aumentar sus riquezas.

¿La prensa? Bueno, los periodistas trabajan para los medios capitalistas, quienes le sacarán el jugo a la noticia durante varios días, y todo esto servirá para aumentar su circulación, y por ende sus ganancias. Total, para ellos, todo se maneja como un producto comerciable. Las buenas noticias no venden, se necesita la miseria humana en cualquiera de sus manifestaciones para que las fauces y los estómagos voraces del capitalismo puedan ser alimentados.

Pasarán muchas mañanas aún para que los pueblos entiendan que este sistema es opresor y que no debería seguir dirigiendo los destinos del mundo.

Mientras tanto: “y mientras tanto, 0el que esclavizó a tu buey, te siguen quitando el pan lo mismo hará con tus hijos si tú a la lucha no vas”, decía Ali Primera.

Esperar que la vida nos permita otros amaneceres para nuestro planeta. Y que la tierra no se siga tragando a la gente, para alimentar las mesas y los lujos de los explotadores.

Militante de los sueños

pedroqueral@hotmail.com 



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Pedro Querales C


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