(A propósito del “Día Mundial del Agua” decretado en 1993 por la Naciones Unidas)

El agua como guerra del futuro…

La guerra por la voracidad del consumo no será solamente por petróleo ya que el agua está señalada como guerra del futuro a ser  dominada donde se encuentre. Simón Bolívar como gran visionario demostró su preocupación e importancia por el agua anticipándose a los tiempos modernos, él dejó su legado de valor y defensa a los recursos naturales renovables, especialmente de los bosques y el agua como insustituibles elementos vitales, por eso, en el decreto de Chuquisaca del 19 de diciembre de 1825  ratificó la reforestación a gran escala en las cabeceras de los ríos.

En la actualidad los grandes cambios climáticos están generando sequías en algunos puntos del planeta. Si tomamos en cuenta que el 97% del agua del planeta está en forma de océanos y mares, el 2.3% en forma de glaciares y apenas el 0.7% en agua dulce con un porcentaje de ella contaminada; entonces, es claro que el mundo entrará en una crisis mundial de escasez de agua en un tiempo no mayor a 20 años, debido estadísticamente al crecimiento acelerado de la población mundial indicando que desde 1950 se ha triplicado el consumo de agua.

Hay ejemplos demostrados como el volumen de las aguas del Lago Chad en África, las cuales disminuyeron en un 90% desde 1960. En Europa se consumen 300 litros por habitante al día, dos veces menos que en EEUU y Japón pero, 20 veces más que en el África Subsahariana. Una cuarta parte de la población de América Latina y el Caribe vive en zonas donde la demanda de agua es mayor que la capacidad de recuperación de este recurso. Existen cifras que calculan la muerte de 3,1 millones de personas en el 2002 por enfermedades relacionadas con el agua como la diarrea y la malaria, por lo menos 6.000 niños mueren diariamente en el mundo por falta de acceso al vital líquido y otros 4.000 por consumir aguas potencialmente nocivas, unas 2.600 millones de personas carecen de instalaciones de saneamientos básicos. En las zonas que mantienen guerras, existen las bombas de tiempo porque durante los conflictos se dañan las redes de agua, aumentando consigo enfermedades como el cólera y la diarrea, así que el agua potable puede salvar más vidas que todas las instituciones médicas juntas del mundo.

Científicos del mundo alertan sobre el deshielo del Ártico, el recalentamiento de la tierra y el deterioro de la capa de ozono como consecuencia del desorden mundial climatológico, advirtiendo al mismo tiempo, la disminución de los polos y su posible desaparición junto a especies animales para llevar a un rompimiento con el equilibrio de la naturaleza. Eso indica que habrá una reducción de agua dulce y el aumento de los mares como una situación dramática que desaparecería en principio algunas islas, generaría olas de calor, aumento de la temperatura del planeta tierra y que en esa  proporción podría desaparecer aproximadamente en unos 100 años a la especie humana por completo. El primer paso en la guerra imperial fue declarar el Amazonas como “Patrimonio de la Humanidad” evidentemente custodiado y resguardado por su vigilancia, así como la toma de tierras soberanas so pretexto de los derechos humanos para apoderarse al mismo tiempo de las fuentes energéticas y las reservas del agua dulce exteriores y subterráneas en una guerra declarada por la necesidad del agua.

www.larrymarquezperalta.nireblog.com  - 22.03.10



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Larry Márquez Peralta


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