“Jajajajaja, hermanito… ¿habéis visto la cara de consternación de los pájaros agoreros con el recule de su jefe con lo del decreto’?”, fue el recibimiento que me dio Anacleto, explayado en su silla. “En la política el arrepentimiento no existe. Uno se equivoca o acierta, pero no cabe el arrepentimiento. A veces se da uno cuenta muy tarde de la metida de pata y no le queda más que recular o terminar de irse de bruces.” Se reacomodó en su silla y agregó: “Decía Tomás Jefferson, ex-presidente del imperio del norte, que una opinión equivocada puede ser tolerada donde la razón es libre de combatirla.” Se levantó, llamó al mesonero, pidió dos negritos más, y continuó: “Las declaraciones de los representantes del gobierno de Obama eran error tras error; sobre todo la de la subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson, al decir que el decreto había sido mal interpretado”. Sonrió, soltó una bocanada de humo y siguió: “El que haya dicho que se decepcionó que no hubiera más países que defendieran que las sanciones no eran para dañar a los venezolanos o al Gobierno venezolano en su conjunto, terminó de embarrarla, sobre todo después de que la Canciller Venezolana, Delcy Rodríguez, denunciara ante la OEA la amenaza proferida por ese gobierno que podía incluir agresiones de otro tipo, como bloqueo financiero, comercial y económico”. Respiró profundo y remató: “Trataron de intimidar y aislar a Venezuela y lo que lograron fue unirnos más y recibir más apoyo del pensado”.
Hace unos años atrás, existía en la televisión una serie que se llamaba “24 horas”, en la que fueron preparando al pueblo norteamericano para tener al primer presidente afroestadounidense. En esa serie se presentó por primera vez, en la historia de esa nación, a un presidente que no fuera blanco. Y que casualidad, de repente postulan a Barack Hussein y “gana” las elecciones; y a pesar de los pesares, el crédulo pueblo del norte fijó sus esperanzas en que éste haría un gobierno inclusivo y democrático, y menos racista que sus antecesores. Ahora están viviendo en carne propia el craso error que cometieron; pero ya no hay vuelta atrás: el engaño ya está consumado, el poder económico se tomó el poder para sí, los halcones toman decisiones, las mafias del mercado de armas incitan a la guerra y ahora “a llorá pa’l valle”.
Ese personaje, que ha defraudado a los mismos de su raza y color, fue el firmante del oprobioso decreto que afirma que “Venezuela representa una amenaza inusual para la seguridad interna de su país”, instigado por personajes como Bob Melendez, imputado de 14 cargos por el Departamento de Justicia; Marco Rubio, ya acusado y condenado por corrupción; Ileana Ross-Lehtinen, esposa de uno de los abogados bandidos de los “fondos buitres”, la mafia gusanera de Miami y el grupo de prófugos apátridas venezolanos “auto exilados”, como Patricia Poleo, Eligio Cedeño, Nelson Mezerhane (que se robó el dinero de los ahorristas del Banco Federal), y pare de contar, que buscaron refugio a que sus aliados. Ah, y terroristas confesos pagados por la CIA, como Posada Carriles.
La subsecretaria de Estado de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, tendrá ahora que aprender que su arrogancia, soberbia, petulancia y engreimiento, no bastaron para intimidar a Venezuela, sino tampoco a los países que conforman el Grupo de los 77+China, la Celac, Unasur, el Alba, además de Rusia, Palestina, Siria, y otros más, que como una sola voz señalan a EEUU de ser la amenaza para el mundo; sobre todo, que el Grupo de los 77+China lo conforman 134 naciones independientes. Así que no le quedará más que ir a Panamá con desazón, furia e incredulidad, porque, sin querer, han logrado unir a los países de mundo en contra de las políticas injerencistas y agresivas de los Estados Unidos y alrededor de Venezuela.
Por eso, al “Jefe”, junto a todos sus voceros, no le ha quedado más que salir a declarar que “Venezuela no es una amenaza para los EEUU”, algo que ha dejado boquiabiertos a los pájaros agoreros de la carroña venezolana, en una clara señal de que más temprano que tarde, derogará la amenaza firmada. Obama está claro de que los culpables de todo son aquellos que no le cumplieron sus promesas de tumbar al Presidente Maduro y por lo que bastante real les pagaron. Jamás se imaginó que más de diez millones de venezolanos, junto a otros millones ciudadanos de otros países, firmarían la solicitud de derogación del decreto; jamás pensó que nuestra democracia haría sentir su voz y que esta encontraría eco allende de nuestras fronteras; que la solidaridad demostrada por nuestra patria para con los países necesitados tendría una respuesta de tal magnitud. Venezuela está más acompañada que nunca.
También tendrán que aprender que los errores se evitan pensando antes de cometerlos, pero cuando ya están hechos lo único que queda es aceptarlos y enmendarlos, algo que los carroñeros de la oposición venezolana, no todos los opositores, no han querido aceptar. Por eso vemos a las “sufridas” de Lilian y Mitzy en una gastadera de recursos, que no se sabe de dónde salen, en un periplo por distintos países del orbe para exponer una sarta de mentiras que ya nadie les cree; en un reclutamiento de ex-presidentes inmorales como Felipe Calderón, Felipe González, Alvaro Uribe, Sebastián Piñera, Alan García, Andrés Pastrana, por nombrar a algunos, que tienen tras de sí cementerios clandestinos en los que enterraban a los desaparecidos por sus huestes parapoliciales, para que defiendan a sus indefendibles maridos, con la probabilidad de que se encuentren a una senadora, como la brasileña que le dijo sus verdades a María Violencia, que les de un para’o.
Todo este panorama del recule tiene una razón de ser: la Cumbre de las Américas en Panamá, en la cual la política exterior injerencista gringa saldrá con el rabo entre las piernas. No existe gobernante hispanoamericano que no repudie las amenazas del imperio que no quiere entender que ya Latinoamérica jamás volverá a ser patio trasero de nadie. Sólo Canadá apoyará irrestricta e irresponsablemente lo que digan sus amos sin medir el alcance de ese apoyo. ¿Qué país del mundo tiene la mayor cantidad de denuncias de violación de los derechos humanos? ¿Qué país del orbe ha utilizado la bomba atómica como herramienta de destrucción y muerte? O sea…
Repito, decía José de San Martín: “¡Basta ya de golpistas yanquis y españoles en nuestra América! La patria existe, la patria vencerá". El pueblo venezolano sabe que José Félix Ribas tenía razón al decir que no se puede optar entre vencer o morir; necesario es vencer. Por eso, la carroña psicópata no volverá nunca más, porque el pueblo conoce a sus verdugos.
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