Evo Morales lidera oposición al neoliberalismo en América Latina

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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En el mes de enero, Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, marcó los diez años en el ejercicio del gobierno con una ceremonia tradicional en el Tiahuanaco.

http://www.telesurtv.net/english/news/Bolivia-Celebrates-10-Years-of-Evo-Morales-20160121-0014.html La ceremonia comenzó al amanecer ante la presencia de cientos de invitados, incluyendo a miembros del gobierno y representantes de agrupaciones indígenas, instituciones públicas, embajadas y delegaciones extranjeras. Ataviado con las túnicas de un Jefe Indio,

Morales ofrendó obsequios a la Pachamama - Madre Tierra y pidió apoyo para su ardua lucha por un mejor futuro para el país y para la Gran Patria – América Latina.

Morales ha ganado tres elecciones, en el año 2005 de acuerdo con la antigua constitución, luego en el 2009 y en el 2014. La nueva constitución solo permite al presidente mantener el cargo solo por dos períodos consecutivos. En el mes de septiembre el parlamento de Bolivia aprobó un proyecto de ley con el objeto de enmendar la constitución y realizar reelecciones consecutivas La aprobación final del proyecto de ley fue puesta en un referéndum nacional el 21 de febrero. Todos los otros problemas fueron temporalmente pospuestos, en el epicentro de la lucha política quedó todo lo que tuvo que ver con el referéndum. Para Morales la victoria en el referéndum era equivalente a ser promovido al papel de líder continental que encabezara la lucha contra el neoliberalismo. En momentos en que los regímenes progresistas de América Latina se encuentran enfrascados en incesantes acciones defensivas, resistiendo los ataques combinados de parte de Estados Unidos, los círculos oligárquicos y poderosas "quinta columnas". La decisión de Morales es lograr un efecto movilizador con todos los elementos aliados.

El partido político de izquierda Movimiento al Socialismo dirigido por Evo Morales estuvo llevando a cabo un serio trabajo en apoyo al proyecto de ley. Las encuestan indicaron que el 68 por ciento de los bolivianos tienen una visión positiva del gobierno de Morales. Respecto de la reforma constitucional el 53 por ciento de la población votó en contra a comienzos del mes de enero. Durante una entrevista publicada por el Portal Alba el presidente describió la situación como sigue: "Yo nunca he confiado en las encuestas. Durante la campaña presidencial del 2005 todas las encuestas indicaron que yo ganaría con el 32 por ciento de los votos y resultó que gané con el 54 por ciento de los votos. En el año 2009 dijeron que yo ganaría con el 48 por ciento de los votos, pero en realidad yo gané con el 62 por ciento de los votos. Existen también claras contradicciones en las últimas encuestas. Nosotros confiamos en que ganaremos, porque queremos obtener un nuevo período adicional con el objeto de continuar implementando el programa patriótico. De tal manera que lo mejor es apelar al pueblo: si el pueblo me quiere en este cargo, entonces yo continuaré mi trabajo y si no, nosotros respetuosamente aceptaremos su decisión. Sería la más democrática de las soluciones."

Evo Morales está aprovechando toda oportunidad para recordarles a sus compatriotas la necesidad de consolidar la revolución educacional y cultural y de desarrollar más la producción, la salud pública y tener una actitud cuidadosa respecto de las transformaciones en el mundo exterior. No ha evitado discutir ninguna de estas cuestiones de gran escala relacionada con la industrialización del país y la reducción de la importación de productos que podrían ser producidos en el país. Morales cree que es hora de poner fin a siglos de odio, racismo, discriminación e individualismo en Bolivia y en América Latina como un todo. Bolivia debe encontrar su justo lugar en el mundo deshaciéndose de la inercia de inferioridad histórica que heredó de los antecesores de Morales –los gobiernos liberales de Gonzalo Sánchez de Losada, Jorge Quiroga, Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez.

Durante una reciente reunión con representantes de movimientos sociales en La Paz, Evo Morales urgió a la gente "a no permitir el regreso de las fuerzas de la derecha en América Latina…. Es nuestro deber luchar contra ellas mediantes una mayor organización y solidaridad." Destacó la necesidad del apoyo de Venezuela, Ecuador y Brasil cuyos líderes "defienden, respetan y garantizan los derechos sociales de los pueblos de la Gran Patria". Morales recordó que los gobiernos de estos países expresaron su solidaridad con Bolivia durante tiempos difíciles. "Es por esta razón", dijo Morales, "nosotros no podemos dejar a Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff, Rafael Correa y muy especialmente Nicolás Maduro sin nuestro apoyo. Estamos obligados a defender a nuestros líderes. Mientras exista el imperialismo y el capitalismo, la lucha debe continuar. No importa cuantos presidentes anti imperialistas haya, esto sigue siendo nuestro deber y los movimientos sociales necesitan ser orientados en consecuencia."

La agencia Prensa Latina hizo público un documento de carácter restringido https://progresismohumano.files.wordpress.com/2015/11/strategic-plan-for-bolivia.pdf preparado por el Instituto Interamericano para la Democracia controlado por Washington titulado "Plan Estratégico para Bolivia" que contiene una pauta paso a paso para las actividades subversivas con el objeto de desestabilizar el gobierno de Evo Morales en la fase previa al referéndum. Entre los autores del "plan"

figura Carlos Sánchez Berzaín, político boliviano de ultra derecha que se refugió en Estados Unidos en el 2003 luego de estar incurso en la masacre de manifestantes en La Paz, como también los "contras" cubanos Alberto Montaner y Alberto Valladares. Se dice que el "plan" está concertado con la oposición boliviana y que ha sido adoptado por ella como una guía para la acción.

El documento no contiene referencias directas a las "revoluciones de colores" en otros países pero se subentiende que el régimen de Evo Morales en Bolivia debe dejar de existir. Para lograrlo se sugiere fomentar el descontento popular resultante de la inflación, alzas en los precios de los alimentos el costo de la vida y demás. Y todo esto, a pesar de los logros alcanzados por Bolivia bajo el gobierno de Evo Morales, como ser, el país puede estar orgulloso de ostentar el más alto nivel de crecimiento económico en Sud América, la reducción de la pobreza, su victoria sobre el hambre y las epidemias y su acceso a la educación. Todo esto está siendo ignorado por el "plan" que si recomienda prestar atención a las "denuncias por corrupción" en las instituciones de gobierno y en el partido de gobierno a la luz del impacto efectivo que tales informaciones tendrían en el público. Al mismo tiempo, nadie menciona que Evo Morales es entre todos los presidentes latinoamericanos, el que tiene el sueldo más bajo.

La evidencia sobre lo que los autores del "plan" tienen en verdad en mente es su opinión respecto de la necesidad de establecer contacto con personal militar, en servicio activo y retirado. A ellos se les necesita para oponerse al gobierno de Evo Morales y deberían ser utilizados "en respuesta a una crisis o a un conflicto social interno con el objeto de dirigir una rebelión contra el régimen o por lo menos prestar apoyo a una intervención extranjera o levantamiento civil."

El antes mencionado Alberto Montaner, aparte que su colaboración con la CIA es un secreto a voces, se ha referido a una "Primavera Latinoamericana" y a una inminente "revolución de colores" en el continente. Esto es motivo de gran preocupación para Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Raúl Castro y para otros políticos habitualmente denominados "populistas". ¿Qué país estará en la mira? Existen varios, según Montaner. Una "nueva primavera" podría afectar a Evo Morales en Bolivia, al presidente de Ecuador Rafael Correa y al Sandinista Daniel Ortega en Nicaragua. Cuba tampoco no se quedará al margen. A este respecto Montaner mencionó el efecto dominó: "cuando un cambio en un país precipita los cambios en otros, es similar a cuando cae una fila de dominós". Para demostrar que el efecto dominó está funcionando en América Latina, Montaner se refirió a la victoria de la oposición en las elecciones parlamentarias en Venezuela el 6 de diciembre pasado y a Mauricio Macri quien derrotó a su contrincante Daniel Scioli del partido político peronista en el gobierno en la elección presidencial argentina.

Que los neoliberales están "corrigiendo los errores" de los populistas quedó en evidencia a través de las acciones de Mauricio Macri en Argentina: despidos masivos en las empresas e instituciones del estado, una creciente espiral de represiones contra los descontentos, la reaparición de los primeros presos políticos y el desmantelamiento de las instituciones comprometidas en trabajo social. Y encima de todo eso, un viraje hacia Estados Unidos con el propósito de socavar el proceso de integración de América Latina.

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Nil Nikandrov

Periodista y analista político escribiendo frecuentemente en la revista rusa internet Strategic Culture Foundation.

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