Nicolas Maduro Moros ha sorprendido a tirios y troyanos

Los procesos revolucionarios que se han venido desarrollando en estos tiempos modernos y post-modernos, probablemente, hayan sido los procesos sociales más difíciles por complejos de la Historia. La intelectualidad ha reflexionado sobre los impactos que las economías han afectado a la sociedad como un todo social en cada uno de sus miembros buscando, esa intelectualidad, al analizar esos procesos, vías y soluciones a los objetivos efectos que esos cambios económicos han afectado tanto al individuo como a las familias sin importar sus nacionalidades. Esas preocupaciones se vienen manifestando desde finales del siglo XVIII con fuertes impactos reflexivos durante todo el siglo XIX y con propuestas efectistas en el siglo XX para nuevas propuestas en nuestros presentes tiempos en curso.

Una revolución no es un acto voluntarioso menos de cortos tiempos en ejecución, en contrario, una revolución es un proceso de generaciones, de paciencia, reflexión y diseño revolucionario con lo cual todo revolucionario tendrá que asumir esas temporalidades sin angustias y con coraje tal como lo viviera Hugo Rafael Chávez Frías en estos tiempos de revolución nacionalista y socialista venezolana. Ello no significa que dejemos en el tintero procesos revolucionarios venezolanos previos a los actuales, lo contrario, ello es la mejor demostración que el proceso revolucionario venezolano de corte nacionalista y socialista es un proceso en el tiempo como seguirá siéndolo en el propio desarrollo objetivo actual-revolucionario. Quizás por ello haya sido que Chávez Frías, permanentemente, llamaba la atención sobre el proceso revolucionario que significó la lucha por la Independencia no solo nacional-venezolana sino extensiva, realmente, a esas extensas geografías allende nuestras fronteras históricas.

En ese marco referente, curiosamente, Chávez Frías, raramente, mencionaba el proceso revolucionario que se gestó en pleno desarrollo durante lo que hemos titulado como "la insurrección armada" de los años 60 del siglo próximo pasado. Quizás, nos así lo consideramos, para marcar la diferencias conceptuales entre aquella y la actual en revolución sobre el entendido que la actual es un proceso revolucionario en paz "…pero armada…". Ello se debe considerar en cualquier análisis sobre el proceso revolucionario venezolano no solo como praxis sino como abstracción conceptual con la finalidad de aceptar lo real-conceptual del actual momento en profunda crisis revolucionaria cuando se agudizan las contradicciones a consecuencia de los "cambios profundos revolucionarios" en las estructuras históricas del Estado y todo lo consecuencial que ello significa en revolución.

En ese orden de ideas, naturalmente, cualquier proceso revolucionario es nacional pero con sus correspondientes incidencias internacionales. De ahí, probablemente, se hayan derivado tantas polémicas sobre la definición de un proceso revolucionario no solo en cuanto al propio proceso revolucionario previo a la toma del poder sino, a su vez, esas contradicciones que surgen motivadas tanto a los efectos reales de esos necesarios "cambios profundos" en referencia como las objetivas afectaciones en su entorno internacional por lo cual se trataría de alcanzar un necesario equilibrio, en los actuales tiempos en revolución, entre el proceso revolucionario en los escenarios nacionales como considerar seriamente las afectaciones externas cuales desde escenarios internacionales buscan incidir en seria profundidad a dicho proceso revolucionario incluso sí ese proceso revolucionario afecta seriamente el status quo internacional como a los propios paradigmas históricos sobre los cuales se pone el necesario énfasis de los "cambios profundos".

En esa propuesta salta la necesaria pregunta de la presencia del liderazgo y su relación con los partidarios revolucionarios como, al mismo tiempo, esa relación del liderazgo revolucionario con aquellos sectores sociales que se oponen radicalmente a cualquier afectación de su status quo histórico por lo cual es obligante lograr mantener un inteligente equilibrio que permita el control de esas contradicciones globales que se significan durante el primer periodo/etapa del proceso revolucionario porque son, en nuestro comprender, las contradicciones fundamentales para consolidar el Poder con mayúscula, mantenerse en el Poder y afectar realmente el inconsciente colectivo de la sociedad en revolución. Nos explicamos.

Chávez Frías siempre mantuvo la impronta de la necesidad del control del Estado en tanto y cuanto el propio proceso revolucionario en su etapa primaria y fue por ello que llamó a una constituyente que permitió aumentar las estructuras del Estado en transición a cinco poderes tal cual se opinó en algún momento de finales de los años 80 del siglo próximo pasado vista las experiencias en otros latitudes asiáticas. Esa nueva estructura estatal ha permitido lo que nos osamos definir como la "división del trabajo revolucionario" en permanente perfectibilidad. El proceso de cambios que se fueron desarrollando posterior a la Constituyente y, en consecuencia, con la nueva estructura de la reciente Asamblea Legislativa fue permitiendo el desarrollo de esos necesarios "cambios profundos" del Estado venezolano cuales, objetivamente, fueron afectando los intereses de clases de aquellos sectores sociales que se oponían al proceso revolucionario por lo cual era de toda lógica que, impacientemente, esos sectores opuestos al proceso revolucionario buscaran afectar al propio proceso de "cambios profundos" a través de aquel golpe de estado que se ejecutó el "11 de Abril" (2002). Fue un acto de impaciencia pero necesario según la ideología capitalista y las realidades históricas estudiadas por la intelectualidad de las derechas tanto nacionales como extranjeras. Al fracasar por contradicciones internas entre Washington y Madrid como por intereses de clase en el sector contra-revolucionario venezolano tal como se están expresando actualmente contra el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, esas derechas tuvieron que ir a la reflexión lo cual permitió la profundización del proceso revolucionario. Es cierto que todo "11 de Abril" tiene, en consecuencia, el "Golpe petrolero" como unidad de acción pero ese escenario, históricamente a lo venezolano, siempre se ha manifestado como fracaso rotundo, lo cual sucedió.

Conocemos los procesos posteriores cuales permitieron elevar los niveles de organización de las bases sociales en función de su visibilización, es decir, de la toma de conciencia de sus derechos sociales como seres creados junto a procesos de corrupción y de burocratismos que han afectado, seriamente, al propio proceso revolucionario venezolano, que han afectado al propio proceso profundizándose con los efectos tanto de la elección de Maduro Moros como Presidente constitucional como el desarrollo de su gestión como Presidente. Es decir, son dos escenarios profundamente diferentes, el escenario que se expresó con la elección democrática de Maduro Moros en un ambiente de crisis emocional por parte de la sociedad revolucionaria pero, al tiempo, de una muy seria oportunidad de alcanzar el poder por parte de ese sector de la sociedad venezolana adscrita a la contra-revolución con lo cual, afectivamente, se expresaron dos inconscientes colectivos que entraron en contradicción existencial desde el mismo momento del anuncio del triunfo electoral de Maduro Moros, momentum cual aún está presente en la cotidianidad nacional venezolana.

Esa necesaria contradicción existencial tanto para el campo revolucionario como para el sector social contra-revolucionario ha sido afectada tanto por un proceso golpista interno como por los avances golpista provenientes desde el exterior cuales son, en nuestro criterio, una realidad objetiva no solo necesaria sino obligante para la evolución en perfectibilidad del propio proceso revolucionario tanto en lo nacionalista como en lo referente a los paradigmas socialistas según las propias realidades de la Revolución Bolivariana en su base en el "pensamiento de Chávez Frías".

Es evidente que sería más agradable que las "aguas no se salieran de sus cauces" pero estamos en la finalización de la primera etapa revolucionaria y entrando en un segundo estadio obligante en función del "natural desarrollo revolucionario venezolano" tal como la ha expuesto Maduro Moros en varias oportunidades. Ello significa que es de necesaria obligación elevar los niveles de conciencia revolucionaria tal como lo expresara recientemente el "Negro" Aristóbulo a los maestros y profesores en acto multitudinario; realidad que también afecta objetivamente a la contra-revolución ya que es de su necesaria obligación objetivar los actuales escenarios en el actual desarrollo de la Revolución Bolivariana en el marco contentivo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Es, en ese marco, quizás, cuando el propio Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, el soldado norteamericano que estuvo en Vietnam y se declaró en permanente protesta contra la "Guerra de Vietnam", quien solicitara, seguramente, formalmente, una reunión con la Canciller, Delsy Rodríguez Gómez, en el marco de la actual reunión de la Organización de Estados Americanos, en celebración en la República Dominicana. Permítasenos un corto paréntesis. En alguna ocasión tuvimos la oportunidad de conversar con un dominicano que participó contra la invasión estadounidense a la República Dominicana. Parece que no les resultó muy fácil a los soldados norteamericanos lograr el control de esa república.

Es evidente que la reunión bilateral en franca conversación fue un éxito para la diplomacia revolucionaria venezolana cuando sería el propio Maduro Moros quien no solo ordenó aceptar la reunión sino por las propuestas expuestas durante ese acto con los maestros y profesores en referencia con lo cual el momento de las relaciones bilaterales venezolano-estadounidenses se elevan a una etapa diferente.

La reunión de Kerry y Rodríguez no solo se la ha considerado como de muy importante sino que los medios internacionales han informado en sus principales horarios televisivos sobre la misma. Pero ella, la conversación Rodríguez-Kerry, significa que el sector contra-revolucionario se ve seriamente afectado en sus propósitos como se ven afectados los reales intereses de Madrid en América Latina por aquello, curiosamente, del contenido de aquella famosa frase de "América para los americanos" más cuando esa reunión se realizó no en Washington ni en el Departamento de Estado sino en un país caribeño-latinoamericano como lo es la República Dominicana en el marco de la celebración de la reunión de la Organización de Estados Americanos, organización a la cual no pertenece como país-miembro el Reino de España, independientemente, de sí se encuentra un representante del Gobierno conservador de Mariano Rajoy en representación de los partidos de derechas y centro-derecha como lo es el partido socialista-obrero español.

La decisión de Washington, independientemente del contenido del discurso de Kerry en el foro referido cual era de natural expresión imperial dictando línea de comportamiento a sus "socios y aliados" latinoamericanos, centroamericanos y caribeños, nos lleva a considerar que en esa lógica dialéctica del comportamiento de Washington sus conocidos intereses están perfectamente claros más cuando, permanentemente, el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, ha llamado al diálogo respetuoso y en el marco del respeto a la Constitución venezolana.

Es posible que Washington al haber percibido que la adhesión impertérrita a la cárcel de Leopoldo López Mendoza, las torpezas de Julio Borges y Henry Ramos Allup y el no-liderazgo de secretario de la MUD y los continuos fracasos de María Corina Machado y la inoperancia de Henrique Capriles Radonski, lo obliga tanto por intereses geopolíticos como por, of course, geo-estratégicos, cuales deben y tienen que priorizar por encima de las temporalidades dogmáticas imperial-imperialistas más cuando el Presidente de estatal petrolera, PDVSA, junto con CITGO acaban de firmar un interesante acuerdo con la isla de Aruba en el marco de la refinería arubeña; reiteramos, Washington tiene que objetivar sus propias contradicciones geoestratégicas en el marco de los actuales escenarios internacionales en pleno desarrollo ante las contradicciones geopolíticas presentes tanto en la Comunidad Europea como las realidades geopolíticas en los escenarios de la Región de Asia y el Pacífico como en los contornos marítimos del subcontinente indio.

Como en alguna ocasión alguien comentó: "…es el petróleo, estúpido…".

Por último, es de innecesaria repetición expresar que el muchacho les salió respondón y, por ahora, a seguir gobernando revolucionariamente a favor de toda la sociedad venezolana y allende nuestras históricas fronteras.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

 

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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