-¡Eso no es justo -no doy para más! Quieren que haga todo de la noche a la mañana y, ellos disfrutando y, yo acá jodiéndome, trabajando para ellos, ¿cómo si fuera tan fácil? Eso no puede ser, que si sé que era para eso que me querían de juguete de los dos, no me meto a jugar en esta vaina a lo de "presidente interino" que con presidente de la AN me bastaba, para perder mi tiempo como lo perdieron, Ramos Allup, Borges, Burro con sueño Barboza y no sólo eso, sino que el viejito cara de perro sin coger sol margariteño se cree un miss Venezuela, dueño de esta vaina más que Trump.
Me llama Trump con su voz de guareque* para decirme lo que debo hacer y decir durante el día y, yo corre para allá y corre para acá soltando de a poquito lo mucho que debo decir que, lastime y provoque el supuesto gobierno de Maduro y que yo siempre ría con cara de trovador y mirada de pedigüeño como si fuera el conde guácharo y, eso hago y, aquel gentío detrás de mí como sino tuvieran más nada que hacer y, lo que más me molesta es que todo el mundo me pide les dé las divisas que Pompeo me ofreció que, no llegan siquiera con eso la vaina mejoraría, y crecería más los montones de gentes paseando conmigo que me verían como Jesucristo multiplicando el pan en las calles de Caracas o, como un José Gregorio vertiendo milagros.
Pero eso no es todo que cuando llego a mi refugio a descansar me llama Borton -y que ladilla- a darme órdenes y a reclamarme cosas como si yo fuera su sirviente, ¿qué por qué dije tal cosa, qué por qué mejor no dije, que Trump no almorzó bien que la salchicha del perro le cayó mal, qué cuándo voy a tumbar a Maduro? Ese carajo cómo que le mete al loco, si muy bien sabe que ellos imponen y yo hago o, piensan que debe ser lo contrario, total, que me están volviendo loco y, Julio Borges por otro lado, echo el bolsa también exige, que le mande más dólares para poder viajar, lo mismo que Ledezma, que quiere saber qué cuál va a ser su cargo dentro de mi gabinete y, lo peor que cuando estoy en la cama y estoy cogiendo el sueño que me cuesta, me llama el senador Rubio, que es más latoso que cubano borracho y, como un director de orquesta comienza a afinarme y a darme modales de demócrata republicano, para finalmente decirme que también le tire algo de lo de la ayuda humanitaria y no conforme me amenaza con ponerme de vicepresidente de MariCori en caso que yo falle.
Sabía que ser presidente de Venezuela no era nada fácil, pero esta gente que está conmigo no me la están poniendo nada fácil que, cada quien quiere ser mi portero y, yo trabajando para lapa, que di esto, que de eso no digas nada, que alaba a Trump, que alaba Mike Pence, que habla mal del dictador, que no toques a ninguno de la oposición que los vas a volver más sinvergüenzas de lo que son, mira que el próximo presidente será Julio Borges que a veces pienso que, no soy Guaidó sino Guapo echándole bolas para que otros vengan a disfrutar. Que no aflojes, que enjabónate bien, que enseña los dientes, que a lo mejor vas a tener que ponerte en huelga de hambre para llamar más la atención del mundo en los derechos humanos, que no hables nada sobre de Rusia ni sobre China, de Cuba todo lo que quieras, que sigue con la transición, que cuídate de Diosdado que es más peligroso que Maduro, que no te confíes de Ramos Allup, que baña al pueblo de mentiras, ínflate de poder -me dicen- que serás muy pronto, poderoso al cuadrado.
Lo cierto es que, Trump y Bolton, me metieron en este tusero que me la paso estornudando de rabia por el lío en que en zampé a nuestro país, pero por salir de Maduro y por la felicidad del gobierno americano vale la pena si, ellos así lo creen que mi fama de ser presidente tiene desvelado al mundo con guerra fría de por medio, pero la verdad es que, me siento sorprendidamente feliz que esa papaya que han tirado a mis manos del cielo jamás lo esperé y sino fuera por Trump y Bolton seguiría en el anonimato y, ahora quién soy: no lo sé. Pero sé que me dijeron, estás venciendo. ¿Será verdad?
* Sapo, Rana
