"El mayor peligro de engañar a los demás
está en que uno acaba inevitablemente,
por engañarse a sí mismo."
Eleonora Dose
Desde el 23 de enero, cuando el pitiyanqui Guaidó, se autoproclamó presidente imaginario en medio de una ilusión cargada de ambición, empezó a presentar su catálogo de mentiras, y a la vez abrirle las puertas al imperialismo estadounidense para cometer todas sus fechorías contra nuestro país. A partir de ese momento quedó muy claro, como se gesta un usurpador con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, uniéndose a la lista de traidores a la patria, de nuestra gloriosa historia de independencia, empezando por el General Páez; pero con una diferencia abismal a la hora de revisar la hoja de servicio a la patria de este Juan Guaidó; el cual escogieron para montar un show mediático, y de esa manera tratar de abrirle el camino a los halcones del gobierno estadounidense, en su afán de apoderarse de las riquezas de nuestro país.
Las funciones de Guaidó, van de fracaso en fracaso para seguir engañando a sus propios seguidores, sin dejar de alertar a los defensores de la patria. Pasan las días señaladas para salir de Maduro, y contrariamente el que puede salir con las tablas en la cabeza es él; mientras los marchistas empiezan a olfatear el engaño, y hasta un educador, que no se pelaba un paseo, creyendo en las promesas del "mesías" le escuché decir; ¡No sigo marchando sin rumbo fijo, porque voy a terminar más desgastado que una batería de juguete. Agarramos para todos partes, menos para Miraflores; no veo la manera de salir de Maduro, sino por la vía electoral. Todo lo demás es hacerle el juego al bandido de Trump!
Tenía razón el ex Presidente Luis Herrera Campin, cuando en su manera muy peculiar para hablar, en cada oportunidad repetía: ¡Detrás del baquiano nadie se pierde! Es decir, todo guía debe conocer exactamente la ruta a seguir, porque al equivocarse se pierden todos los que lo siguen. Esto le está sucediendo al títere manejado por Trump, con el apoyo de la oposición; no consigue la manera de asaltar a Miraflores, como lo hicieron en el pasado contra el Comandante Chávez, y además este nuevo tramposo, tiene un gran parecido con Carmona Estanga, apenas habla, desconcierta a más de uno; hasta los acompañantes en las tarimas se les ven las caras descompuestas, como deseando que termine rápido sus expresiones de loro viejo; porque entre más habla el enredo es mayor.
En todos los intentos de violentar la constitución para acabar con el gobierno del proyecto bolivariano, al final se ha hecho presente la desesperación, y esto siempre conduce al fracaso. Nadie puede olvidar los reportes todas las tardes–a las 6 pm– de Carlos Ortega, cuando el paro petrolero: ¡El paro continúa! Para aparecer al día siguiente, como el mismo cuento; al final se presentó con una expresión que parecía un chiste: ¡El paro se nos fue de las manos! Dejando embarcado a todos los seguidores, y él huyendo hasta el sol de hoy. Ahora el muñeco del ventrílocuo, ha agarrado una de los que no consiguen la brújula: ¡Las marchas continúan! Corriendo el riesgo del cuento de la abuela, a quien los nietos la llevaron al médico, y este le recomendó caminar todos los días, y ahora los familiares no saben dónde se encuentra. La nueva estrategia de Guaidö: la táctica del desgaste, tratando de alterar los ánimos del contrario, para buscar el enfrentamiento, y de esa manera darles los argumentos a los gringos para una invasión. Sin embargo, estamos seguros que la paz, se impondrá por encima del odio, y la violencia, mientras el desorientado sigue buscando fechas en el almanaque.