La humanidad debe a la burguesía francesa las instituciones republicanas, al menos parcialmente, porque en eso estaban sobre todo los descamisados. Algo le debemos de nuestra Independencia, que también se inspiró en la Independencia de los Estados Unidos, promovida por su burguesía esclavista. De hecho debiéramos celebrar la Independencia de los Estados Unidos porque hay un héroe venezolano en esa partida, Francisco de Miranda, para no hablar de los estadounidenses que murieron por la nuestra, al mando del mismo Miranda. No regalemos esa independencia a la burguesía gringa. Como decía Karl Marx en su Manifiesto, la revolución burguesa fue un avance porque abolió los privilegios aristocráticos.
La humanidad debe a la burguesía inglesa la Revolución Industrial. Y sobre todo al proletariado inglés.
La historia se escribe de noche, cantaban Patato y Totico. No es fácil juzgar épocas desde otras y a veces no se puede. Pero aun cuando hoy no vemos con mucha simpatía a las burguesías europeas, en una época fueron aliadas de la sans culotterie, es decir, los descamisados que tomaron la Bastilla y avanzaban por París faroleando un gorro frigio, como también hizo José Félix Ribas por Caracas, con nuestro descamisados.
¿Qué debe la humanidad a las burguesías latinoamericanas? ¿Golpes como los de Honduras son una aportación a algo de lo que sea de nada? Es lo único que saben hacer: cebar contra los pobres a forajidos como Roberto Micheletti Bain. Como la ultraderecha de Venezuela, no tienen autonomía. Ahora como Obama no les da el respaldo que le suplican, lo llaman “negrito que no sabe nada de nada”, como dijo Enrique Ortez Colindres, el canciller usurpador de Honduras (La Página, El Salvador, 5 de julio de 2009). No quieren recordar la única vez que tuvieron autonomía, hace 199 años, y ahora vilipendian a Bolívar, luego de más de cien años de incensarlo. Míralos. Porque otra característica de este calamitoso grupo humano es la falta de decoro. Míralos, que ese es su poder.
Este golpe de Honduras certifica la mediocridad cósmica de esta clase de gente estéril. Es un golpe digno de nuestra ultraderecha, que con razón lo apoya porque nos tienen prometido un golpe peor que no podrán dar, pero la intención basta.