En verdad pareciera que a la CIA después de la Venezuela de abril del 2002 no tiene mas discurso ni propuestas; vemos como ese libreto de Caracas, se repitió en el Haití de Aristide y ahora en el junio-julio del 2009, se vuelve a repetir en Honduras; se trata de verdaderos golpes militares disfrazados de acciones cívicas o con apariencia civilista pero el verdadero punch es una acción de fuerza, y por supuesto el factor mediático, clave para legitimar o “lavar” el golpe de fuerza que por lo general es el secuestro (Con magnicidio) del Presidente o jefe de estado, tal como paso en Venezuela, Puerto Príncipe y Tegucigalpa, aunque en los tres fracasó el magnicidio, pero este estaba incluido en el plan. Y en el primero y en el último, fracaso el secuestro, por la acción decidida del pueblo, de un sector de las fuerzas armadas y de la opinión publica internacional progresista y de izquierda que cada día tiene mas influencia.
Estos golpes de estado con secuestro del mandatario y cobertura mediática suficiente que hace ver la acción de fuerza como algo legítimo y proveniente de las masas y le crea un barniz de juridicidad o legalidad; parece ser el único libreto, ya manido, que tiene Washington en nuestra América de hoy.
Ahora estos golpes de estado disfrazados de rebeliones de la sociedad civil o producto de un rechazo a un régimen dictatorial socialista o comunista, una vez fracasados, cual fue el caso de la patria de Bolívar, siempre buscan a conservar una fuerza opositora, que les garanticen el volver a estas andanadas golpistas, que ellos saben que es la única forma de recuperar el poder, porque las derechas en nuestro continente cada día le será mas difícil llegar a ocupar gobiernos por la vía electoral, ya que se “quemaron”, por la sobredosis de neoliberalismo que hubo entre los 80-90; pero indiscutiblemente que la derecha se niega a perder el poder y cada día lo ansia mas.
Cuando Hillary Clinton, en representación del verdadero amo del circo del golpe en la tierra de Morazán, impone como condición para que sus payasos de Honduras no salgan tan pulverizados como deben salir, la mediación del pitiyanqui Oscar Arias de Costa Rica, lo hace porque sabe que este viejo mañoso zorro derechista le garantizará o hará todo lo “humanamente” posible para que Zelaya regrese a Honduras con las manos amarradas, con un alto mando militar de ultra-derecha, una corte suprema de justicia preñada de gorilas y un congreso opositor, es decir, para que pierda en la mesa de negociación, lo que ha ganado el heroico pueblo de Honduras en la calles con su sangre derramada.
Si para algo debe servir la experiencia venezolana, es que nada sirve regresar con un cristo y perdonar a todos los golpistas porque a los seis meses están preparando la otra asonada. Zelaya debe regresar a ocupar su cargo como ordena la OEA y la ONU, pero con los golpistas presos y enjuiciados por sedición.
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