Al principio pensábamos que era un golpe bufo, que sus instigadores no tardarían en dar la carrera. Nos sumamos a quienes señalaban que era un golpe anacrónico, una payasada, un salto al vacío. En lo personal no le dábamos 48 horas. Hoy tenemos que admitir que nos equivocamos… Fue un acto bien planificado, de riesgo calculado. Posiblemente previeron el rechazo internacional, el del ALBA con seguridad, y también el de la OEA y la ONU. Al igual que la poca capacidad de respuesta efectiva de estos organismos internacionales. El mayor peligro sigue siendo, para ellos, la movilización popular, fortalecida por el valiente intento de regreso del Presidente Zelaya, por ahora frustrado, pero de innegable éxito moral. Difícil la situación para la izquierda continental a pesar de los enérgicos esfuerzos internacionales. Muchas las alternativas retóricas, pocas las reales.
No debemos subestimar la fuerza del capitalismo internacional. Su maquinaria ideológica es eficiente y trabaja día y noche. TELESUR es un inmenso avance pero no es suficiente. Estamos cometiendo un grave error estratégico. Todos nos hemos concentrado en Honduras, con manifestaciones de apoyo, artículos de opinión y otras iniciativas, mientras descuidamos otros flancos. La derecha sigue la estrategia militar del señuelo: atraen nuestra atención hacia un solo lado mientras ellos siguen haciendo su trabajo y nosotros nos desmovilizamos en los demás frentes. Eso ha sido evidente con el PSUV, sólo capaz de hacer una tarea a la vez. La derecha sigue penetrando ideológicamente en nuestros barrios. Eso hoy lo admiten fácilmente las comunidades y las misiones pero lo advierte poco nuestra dirigencia. Nuestro trabajo en los barrios se ha venido relajando, la capacidad de respuesta de nuestras instituciones mermando. Nos falta coherencia política e ideológica. El escaso apoyo al mismo Diario VEA y a nuestras radios comunitarias así lo demuestra. Se toman algunas medidas importantes contra las campañas de CEDICE y ASOESFUERZO pero no parecemos percatarnos que esa es sólo una pequeñísima expresión de una estrategia mucho más amplia del capitalismo que no deja de invadirnos, ideológicamente, minuto a minuto. Las ONGs pululan, la derecha crea una nueva todos los días, lo hacen en Irán, lo han hecho en Honduras, allí están Unión Cívica, Generación X Cambio, Movimiento Paz y Democracia, todas ellas creadas para enfrentar la propuesta del Presidente Zelaya de la “cuarta urna”. Es la sociedad civil organizada a la cual el secuaz Micheletti le da públicamente su agradecimiento. En Venezuela sucede lo mismo con miles de ONGs, frente a nuestras miradas extraviadas. ¡Veamos su marcha diaria! ¡Por Dios!
No podemos abandonar el trabajo interno. Ese es el principal escenario de confrontación, la lucha en las trincheras populares donde tenemos un ejército numeroso pero no lo suficientemente bien apertrechado. La lucha de clases es necesaria en todo momento, la lucha de una conciencia revolucionaria fortalecida. Esa tarea es la tarea de todos los días. Más allá del inmenso esfuerzo del Presidente Chávez, de su importante ¡Aló, Presidente teórico!, de iniciativas como TELESUR, VEA o LA HOJILLA, prevalece nuestra ceguera. Un mayor esfuerzo diario es necesario, en todos los frentes de batalla y, particularmente, en nuestros barrios.
*Clase Media Revolucionaria