Yo lo único a lo que aspiro en este momento es a
escuálidos que no jodan demasiado y dejen gobernar a la Revolución. La
experiencia nos ha enseñado a que no importa cuánta exposición mediática tengan
los majunches o premajunches de la Mesa de la Nulidad, igual no pasarán por
primaria –o secundaria- y el “consenso” elegirá al “menos peor”, al que tenga
más cara de adeco. ¡Pura participación popular, pues! Yo no espero una “oh-posición”
que no sea pitiyanqui, pero que –por lo mínimo- guarde las apariencias y no sea
tan arrastrada ante el imperialismo estadounidense. ¡Por favor! Se puede ser
apátrida y a la vez no perder la clase, ser más comedido. ¿Verdad? Yo no sueño
con escuálidos transparentes, eso sí sería una osadía de mi parte, aunque se
les agradecería que fuesen más discretos y no figuraran en las listas de
asalariados del NED, el IRI y la Embajada gringa de Caracas. Así no dejarían demasiadas
pruebas ante la opinión pública acerca de la “autonomía” que los comanda desde
Washington.
Yo sueño con escuálidos que administren mejor la
plata que –por “x” o por “y”- no se pueden robar, sobre todo en las alcaldías y
gobernaciones de “oh-posición”, y no parezcan unas viejas lloronas coreando al
unísono una mentira que nadie les cree: que los recursos no les han bajado.
¿Hasta cuándo? Yo sueño con una “oh-posición” que no se alíe con despojos
humanos como Posada Carriles, Álvaro Uribe, Vicente Fox, José María Aznar,
Mario Vargas Llosa y George W. Bush. Yo sueño con escuálidos que sigan hablando
de “tu Presidente”, mas –por decoro- no le hagan estridente reverencia a Barack
Obama. Yo sueño con una “oh-posición”
que no sea tan abyecta de clamar por una invasión de “marines” a Venezuela y
así pulverizar cualquier vestigio del chavismo. Yo sueño con escuálidos que no anhelen
que seamos la estrella número 51 de la bandera yanqui, sino un Estado Libre
Asociado ¿o Disociado? como Puerto Rico. Yo no sueño –ni siquiera- con una
“oh-posición” que sea seria, porque casi siempre da risa, pero al menos que no
sea una sempiterna tragedia sadomasoquista como la del Coyote del Correcaminos.
¡Eso sí da lástima! Ya ni sueño con escuálidos que sean interesantes, sólo pido
que no sean ¡tan fastidiosos!
Tampoco sueño que no haya más escuálidos en la
Administración Pública, solamente sueño que no griten más sandeces contra
Chávez en plena oficina y luego anden felices como lombrices cuando cobran un
bono nuevo, ¡gracias a Chávez! ¡Tremenda dictadura! ¡Vaya persecución! Yo sueño
con una “oh-posición” que no repita el libreto desplegado en el infame “teleprompter”
del Departamento de Estado y que sea ¡más original! Yo sueño con escuálidos que
no hablen más de Chávez que yo y que no interrumpan una cordial reunión
familiar para proferir estupideces de las cuales nadie ha hecho pretérita referencia.
Yo sueño con escuálidos que tengan ideas propias y capacidad independiente de
disertación.
En fin, yo sueño con una “oh-posición” con la que
se pueda debatir el dilema existencial de nuestros días: capitalismo o
socialismo. Lo que está en juego es la supervivencia de la especie humana en el
planeta, fuera de “jodedera”. Yo sueño con una “oh-posición” que no esté loca
por sacar a Chávez de Miraflores, sino loca por convencer a sus seguidores con
argumentos científicos y creíbles. Sé que es un sueño utópico, sé que es algo
irreal. Por desgracia, una “oh-posición” sensata en Venezuela sería, con el
permiso del magnánimo Filósofo del Zulia, como pedirle “peras al horno”. ¿O no?
(*) Justiciero Social de la Risa
P.D. Le recordamos a Laureano Márquez que el
petróleo es un recurso natural NO RENOVABLE y por ello debe dársele un precio
JUSTO. Un barril de petróleo a 100 dólares es todavía un regalo para EEUU y
Europa; según expertos, su cotización debería oscilar entre 150 y 200 dólares.
¿Por qué? Porque es un recurso NO RENOVABLE, Laureano. Por eso se creó la OPEP
(Organización de Países Exportadores de Petróleo) en 1960 y su fundador fue un
venezolano, llamado Juan Pablo Pérez Alfonso. ¿Se te olvidó? El crudo es un
producto que debe explotarse con criterio de escasez y no se puede comparar,
bajo ningún concepto, con otros bienes o servicios existentes en el mercado
capitalista. Sabemos que la Embajada también te paga para atacar nuestra
soberana política petrolera, pero no seas tan cipayo porque se te ven las
costuras de “títere”. Ten la audacia –porque decencia no tienes- de retirarte a
tiempo. ¡Hasta los escuálidos te lo agradecerán!
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