Los Estados Unidos con su potencial armamentista y toda suerte de atropellos, lograron someter al Mundo entero por casi doscientos años; y entre otras de sus artimañas, fue la compra y venta de “profesionales” de la comunicación que se convirtieron en desvergonzados cómplices. Tristes personajes que sucumbieron a pobres ambiciones, pero la imperdonable historia los desaparece. Ya lo dijo Mao Tse Tung: “Si los grupos del capital monopolista de los EE.UU. se obstinan en llevar adelante su política de agresión y guerra, llegará inevitablemente el día en que sean ahorcados por los pueblos del mundo. Igual suerte correrán todos los cómplices de los EE.UU.”*

La comunidad mundial está cansada, está resentida y con todas las ganas de cometer acciones lamentables contra empresarios de medios de comunicación en todo el Mundo; contra periodistas de todos los calibres y palangres y cuanto elemento des-informador funja sus pretensiones de continuar con su maldad en la prensa escrita, televisiva, radial y toda forma de “comunicación” que mienta descaradamente, o manipule noticias, ciencia y hechos para confundir con toda la frescura que los caracteriza. Y decimos continuar con su maldad, porque ya no cabe cualquier término que usemos como cinismo o descaro, para describir las formas y deformas que se usan para su total impunidad. Que aunque ya se ven ciertas acciones para su castigo, hace falta mano dura contra quienes ya son conocidos y reconocidos.

La libertad de expresión se convirtió en una de las burlas más impúdicas para ejercer la profesión de periodista o informador en cualquier medio en otrora respetada y en cualquier punto geográfico del Orbe. Ya no se escatima ningún ápice de desfachatez para lanzar al Mundo cualquier cantidad de calumnias, videos manipulados o despiadados artículos firmados por autores que sólo les importa cuánto le pagan aunque todo el planeta tierra sepa al instante que mintió. El grupo Warner de CNN y todos sus programadoras y programas, el grupo Prisa y todas sus cadenas, Robert Murdog y sus televisoras y periódicos y pare de contar, son la mano armada que usan los “poderes” del mundanal mundo de las oligarquías para sentar su siniestra manipulación mental, que aunque ya sabemos los métodos que se usan, todavía causan daño a gran parte de la población mundial.

El reclutar periodistas, analistas o camarógrafos palangristas, es el objetivo de los “medios de información” o de empresarios mediáticos que hacen supuestas sociedades u organismos “legales” para camuflar sus reales actividades contra la población de todo el planeta. Ya conocemos a muchas de estas falseadas instituciones que arremeten contra gobiernos soberanos o personas con todo su desparpajo. Ya conocemos personajes de “alto” y nauseabundo perfil donde encaja Andrés Opemnehimer o cualquier periodista de CNN en español, N24 o RCN de Colombia por mencionar solo estas bellezas. Pero reclutar personajes de esta naturaleza humana les es fácil, siempre que ese capitalismo impuesto al Mundo obligue al despersonalizado “profesional” de la información y venderse al mejor postor.

No es lo mismo una real Libertad de Expresión que ya se usa en Venezuela y otros pocos países del Mundo donde el profesional de la comunicación se valora por sus dotes e inteligencia, y que contrasta muy dramáticamente con ese empresario mediático o ese periodista que pretende aplicar la manipulación, la mentira y la desinformación y llamarla libertad de expresión.

En el caso de los países que ya caminamos rumbo a una plena soberanía, ya es tiempo para rehacer los reglamentos jurídicos que penalicen a comerciantes y periodistas de palangre de la comunicación. Y estamos a tiempo, antes que muchos ciudadanos arremetan en lo personal contra esos libertinos de la mentira y la des-información. La revolución cultural China nos dio un ejemplo para combatir a estos desgraciados, ¿por qué no seguir su ejemplo?

*Citas del presidente Mao Tsè Tung. Editorial el Perro y la Rana.

¡Con Chávez hasta la victoria siempre!

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