“No podemos perder esta oportunidad”, es la fuerte posición de la comisión del Departamento de Estado para asuntos latinoamericanos. Además el analista de la derecha, Alberto Garrido lo advirtió cuando dijo que esta era otra situación del tamaño del golpe del 11-A.
La táctica es, tras bambalinas, procurar fortalecer al máximo la protesta echando a la calle a todos los colegios y universidades privados. Toda una gran multitud, y ensayar llegar otra vez al centro. “Los muchachos para esto son excelentes”, profirió un alto coordinador de estas acciones en Venezuela. “Los muchachos son fogosos, les gusta el peligro, aman la aventura y les encanta quemar adrenalina. Pero tampoco y de ninguna manera podrán ir desarmados, sin protección, sin alguna fuerza de choque porque eso sería la mayor estupidez y entraríamos en otro desgaste como lo que nos ocurrió en el pasado.”
Globovisión, así como sus cámaras, durante todos los meses de marzo, abril y mayo, sólo tuvieron interés por el tema de RCTV, ahora el plano principal serán los muchachos heroicos de los colegios y universidades. El tema será poner en primer plano a los enjundiosos profesores de la UCV, de la UCAB, de la Simón Bolívar, de la ULA, de la Metropolitana tratando el tema de la libertad de expresión, los derechos humanos de la no intervención a las universidades y la suprema libertad de los pueblos. Tendrá inevitablemente que producirse muertos. Hay que forzar la barra para que los muchachos se desmadren, se llenen de ira incontenible, de un odio irresistible y rompan la barra, pasen la raya amarilla, se llenen de furor suicida. En esas marchas correrá el “perico”, la cocaína y píldoras de “éxtasis”, y sobrarán los locos iracundos dispuestos a inmolarse por la causa de Granier, por la causa de los mayameros como Patricia Poleo y Orlando Urdaneta. Lo que se busca es el efecto Joao Gouveia, como lo ha venido denunciando Mario Silva en La Hojilla.
Para esto, el inmenso bobo de Arnoldo París, rector de la UCV, ya está llamando para una marcha el martes. Esto significará la clarinada para que el resto de los iracundos locos de las demás universidades autónomas se apresten para coordinar sus escuadrones armados. Hay muchas armas dentro de las universidades autónomas, y está corriendo mucho billete para pagar sicarios y paramilitares. Más de un millón de dólares entraron para alimentar esta especiosa arremetida. El escenario preferido por Globovisión para lo que se avecina es buscar el enfrentamiento porque las imágenes que obtendrían serían gloriosas para enviarlas a la OEA donde se está preparando el escenario de activación de la Carta Interamericana. Al mismo tiempo no nos queda otro recurso que poner a máxima alerta a la población, a todos los revolucionarios, con los nervios de acero como dice nuestro Comandante, para evitar que se pasen de la raya y vayan otra vez a lanzar esa turba de desquiciados a otra mortandad como ocurrió el 11-A.
La mejor manera para neutralizar y controlar a estos criminales es poner al máximo en acción la inteligencia policial: es decir, grabar, vigilar, espiar, infiltrar a los locos, etc.
El Matacuras y Federico Alberto Ravell están tremendamente atareados en estos planes. Han contratado más camarógrafos y analizan con sumo cuidado cada palabra, cada imagen que echarán las próximas horas para tocar con la mayor penetración las teclas más sensibles de ese mar de frívolos y trastocados sifrinos de Este, que por cierto son un COÑAZO de loquitos.
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