Uno de los comentarios que más rueda entre los invitados de CEDICE es lo impactado que se encuentra Vargas Llosa, padre, por la ausencia de Manuel Rosales. Al punto que esta situación se ha convertido en un dilema para el afamado escritor. Es más, ha manifestado que está triste por no poder reunirse aquí en Caracas con el connotado líder de la oposición. ¿Por qué está Vargas Llosa ante un dilema?
Por un lado, el escritor español-peruano quiere usar el “exilio” de Rosales como ejemplo de la “persecución política” que sufre el oposicionismo venezolano. Pero, por el otro lado, no puede mencionar el nombre de Alan García, ni hacer referencia a Perú, se ex-patria, como el país “democrático” que le otorgó el asilo al gran intelectual marabino. Así que se encuentra ante un serio dilema.
Pero lo más impactante, para Vargas Llosa, es la ausencia física del líder del oposicionismo. Relata el escritor de nacionalidad española que había quedado impactado de la inteligencia y completísimos conocimientos del zuliano en las oportunidades que han tenido de conversar. Rosales ha deleitado a Vargas Llosa con su prosa y florido lenguaje, se dice, que una oportunidad le entregó copias de varios de sus libros manuscritos. Los cuales Rosales conserva como un tesoro por temor a que le plagien sus ideas. Vargas Llosa ha comentado en círculos de intelectuales europeos sobre los brillantes argumentos políticos de Rosales para salir de Chávez. Para el escritor ex-peruano sólo la mediocridad de los militantes del oposicionismo explica que ideas tan brillantes no se cristalicen en la práctica.
A Vargas Llosa no le gusta la arepa, ni el chicharrón, ni el mondongo, ni la carne en vara, ni el pabellón, detesta Caracas y los venezolanos le huelen mal. Está aquí haciendo un sacrificio, un acto heroico, por la lucha por la libertad. Lo que no puede suportar es la ausencia de Rosales, Venezuela no es lo mismo sin la presencia del filósofo del Zulia.
julio_mosquera@hotmail.com