HECATOMBE EN LA MUD, SE VA RICARDO SANCHEZ.
Jorge Carles Acosta
Hablando rapidito y enreda’o como es su costumbre a la hora del “complementamiento” de la “complementación” o de cualquier otra cosa que se pudiera complementar complementariamente; el “diputado” Ricardo Sánchez anunció en rueda de prensa su decisión de retirarse de eso que llaman la MUD y a la cual debe el triste y mediocre protagonismo que tiene.
El gordito se puso bravo. Habló tan rápido que parecía disco de 33 puesto en 45. Dio risa.
Las ganas de decirlo todo, de decir lo que es y lo que no es también, el esfuerzo por convencer que la juventud escuálida tiene derecho a relevar a la prehistórica me hace recordar aquello de “pelea de tigre contra burro” en donde el burro es el por su puesto, y los tigres son todos aquellos que le dieron caramelo para que se empalagara. Los adecos entre otros, casi nada.
Así estará la cosa de grave en eso que llaman la MUD, que la cháchara y la verborrea de este mediocre de cuna, causa sensación y abre debate en el escualidismo. Lo que este arlequín no logró en la universidad en todos esos largos años como estudiante, perdón, como dirigente político, perdón, como líder estudiantil, perdón, como presidente de la FCU, perdón, como tira piedra, perdón, como lo que fue y lo que ahora es; lo logró desde una triste tribuna mediática que lo único que revela es la carencia de seriedad y solvencia moral de estos politiqueros mentores de su estupidez.
Me parece estar escuchando a Ricardo Sánchez una semana después del triunfo del comandante Chávez: “Así es la vaina, ahora los voy a poner a parir a todos porque me voy a salir de la MUD y vamos a ver que coño van a hacer sin mi”.
Dios, la oposición está mas grave de lo que pensábamos.
Da mucha tristeza que en momentos de tanto furor patrio tenga uno que rebuscar palabras como: Mamarracho para definir a estos enanos que se enredan en sus propias trenzas y en las de Henry Ramos entre otros “veteranos” que no necesariamente por su inteligencia, logran sacar provecho de “paracaidistas” como el.
La elocuencia no es política, la retórica no es elocuencia y la política no es habladera de paja. Mamarracho. Se te acabaron tus “quince minutos”.
Dirán los dinosaurios de la MUD: “Ay si, ay si, gran vaina, se va el gordito ese, cuida’o y no salgo mas en globovisión”. Pajú!!!
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