Ciertamente que fue terriblemente lamentable el suceso donde fueron vilmente asesinados dos jóvenes por vía de encargo, tal fue la matanza llevada acabo contra Robert Serra y María Herrera, crimen abominable que dolorosamente estremeció la conciencia del pueblo venezolano, modus operandi de la criminalidad propia del vecino país y que ahora por razones ideológicas y coincidente de la derecha de aquí con la de allá han optado por apoyarse en operaciones criminales como la que finiquitó la vida de estos dos jóvenes venezolanos.
Nosotros quienes conocimos a estos dos seres extraordinarios, quienes a todas luces tenían futuro prometedor en la sociedad contemporánea venezolana, hemos condenado con toda razón esa forma inhumana de hacer política, porque de hacerse una práctica cotidiana se estaría llevando a nuestra Patria a un escenario de colombianización de la política venezolana y éllo, no es en absoluto nada bueno para nadie.
Aquí es necesario que nos detengamos por un instante a revisar más allá del impacto político y psicológico que ha ocasionado este crimen por encargo con métodos sofisticados propios de la escuela del narcotráfico y paramilitar del vecino país; de ahí que es bueno que veamos igualmente el daño que la derecha irracional le ha venido haciendo a parte de la juventud venezolana, al haber dejado de lado principios democráticos, para optar a vías y métodos como las Guarimbas donde en alianzas con paramilitares y delincuencia común impulsan salidas contrarías al Estado Democrático de Derecho y justicia Social.
Pero más aún, observemos el peligroso que esta aconteciendo, y como prueba de éllo, la situación del señor Lorent Saleh y quienes están vinculados a Organizaciones como Proyecto Venezuela, Javu y Operación Libertad, a quienes después de haberles adoctrinado para lo que éllos, dieron en llamar “revoluciones pacificas o de colores”, resultan que terminaron enviándoles a formarse en escuelas del crimen, del Paramilitarismo colombiano para que salieran de ese submundo de la anti política con la profesión de “Terroristas” como se auto denomina el propio Lorent Saleh.
Aquí solo hay que detenerse a pensar el desencanto, frustración o dolor por el que deben estar pasando las madres de esos jóvenes a los que les lavaron sus celebros y envenenaron sus corazones y hoy militan en organizaciones de corte fascista y por lo tanto con aliento terrorista.
Esto debe llamar a preocupación a los padres o familiares de esos jóvenes, que ahora al igual que aquellos que les dirigen, no creen en la vía democrática, en los procedimientos pacíficos, sino que por el contrario apuestan a salidas de confrontación donde pueblo contra pueblo irían según sus planes a derramar sangre y por lo tanto perdiendo vidas que a la fecha alcanzan a 45, si sumamos las de Robert y María el pasado 1 de Octubre.
Como se puede entender, Venezuela perdió dos jóvenes prometedores en mano del sicariato político, situación lamentable ciertamente; pero por otro lado la derecha ha perdido Jóvenes al haberles convertido en fascistas (léase en terroristas) y que en un mañana cercano de haberles formado como demócratas, bien podrían haber llegado a ser relevo de quienes hoy no han tenido la certeza ni la disposición de comportarse y participar por las vías civilizadas de la política.
De allí mi reflexión; los papás y las mamás o familiares de esos muchachos que se han enrolado en esas organizaciones de corte antidemocráticas y por lo tanto fascistas y terroristas, tienen que reaccionar y sacar a sus hijos o familiares de esos antros que solo crean mentes capaces de planificar y hasta de ejecutar acciones de matanzas como las anunciadas a través de sus videos el señor Lorent Saleh y su grupo de seguidores. (Háganlo ahora,porque quizas mañana sea demasiado tarde. ¡Salven a sus muchachos para que no tengan el mismo destino de quienes convictos y confesos, nadie sale ahora a reconocerle y menos aún defenderles!)
