Negras en merienda

 

MERIENDA. La intelectualidad caprilista llamó “merienda de negros” al dolor popular que acompañó al Comandante Chávez en su capilla ardiente. Es un recurso extremo y desesperado para levantar la moral de cierta capa electoral abatida por los 10 días de colas frente al líder bolivariano. Radonski calla ante la brutal y racista alusión que contra el pueblo pobre hacen los que llaman a votar por él para acabar con esa “merienda de negros”. El 14-A comprobarán que el racismo no paga.

Earle Herrera, 21/03/13

 

La esclavitud mental es la manera poética de referirnos a lo que algunos científicos sociales llaman alienación. La alienación económica, esa que descansa en la propiedad privada de los medios de producción, es fundamental pero vamos a referirnos a la alienación étnico racial, denominada endorracismo, que surge a consecuencia del racismo presente en nuestras sociedades.

El endorracismo se supera con la práctica consciente. De nada sirve imponer lo que suponemos correcto. Ofrezcamos las herramientas que permitan a la persona deslastrarse de aquellos elementos que atentan contra su identidad y cultura hasta convertirla en algo exótico, ajeno, antiestético (feo) o vergonzoso.

Una de las formas de superar el endorracismo es la desconstrucción (deconstrucción) de conceptos instalados en la mente. No es fácil pero a veces el enemigo nos brinda oportunidades y el artículo de Ibsen Martinez, donde este sujeto escindido se refiere a los funerales del Comandante Chávez como una “merienda de negros”, nos permite arrebatarle a la cultura dominante la frase “merienda de negros” (asociada al desorden), desconstruirla y llenarla de contenidos pertenecientes a nuestra esencia afrodescendiente.

Esto nos lleva a internarnos en una red de elementos tanto interiores a la persona, como del entramado social, naturalizados y aceptados durante siglos. Destejer esa red significa liberarnos de aquello que nos hace renegar de nuestra cultura originaria y avergonzarnos de todo lo que nos identifica con el origen negroafricano.

A raíz de la publicación del artículo, marzo 2013, nos pusimos en modo cogito ergo sum. Pensamos por lo tanto somos, pero pensamos con nuestra cabeza, tratando de apartar lo que nos hicieron pensar: que lo negro es malo, que las personas negras tenemos un problema que radica en el color de la piel y que todo lo relacionado con nuestra cultura debe ser ocultado. No estando de acuerdo con eso,  revisamos lo que fueron las meriendas de negros en la época colonial y nos encontramos en primer lugar ¡con la alegría! A partir de allí hemos ido descubriendo los haceres y sentires que caracterizaron esos momentos de libertad y de jolgorio de los cuales, a ratos, disfrutaron nuestros antepasados esclavizados.

No estamos dispuestas a desprendernos de las meriendas de negros, al contrario, queremos rescatar lo que queda en nuestros pueblos y en nuestros recuerdos arcaicos. Esa es la razón pura de las meriendas de negros que hemos realizado desde que se nos fue el Comandante Eterno.

 

baiffil@gmail.com



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