Mucho he leído sobre la supuesta violación a la Ley de Bandera Nacional, Himno Nacional y Escudo de Armas de la República Bolivariana de Venezuela que estarían cometiendo los niños ricos y no ricos también, de las universidades nacionales y privadas que militan en el escualidismo y disociadismo.
Intentar una medida judicial por el hecho de colocar la bandera que ellos enarbolan en sus protestas con la franja roja hacia arriba no procedería porque no hay delito alguno en ello; la razón es simple: La bandera que ellos blanden en sus guarimbas, no es la venezolana.
Por decreto del 15 de octubre de 1817, un día antes del fusilamiento de Piar, el Libertador incorpora la provincia de Guayana a la de Venezuela contándose ahora ocho provincias en vez de siete como hasta ese momento, dividiendo esa provincia, la de Guayana, en tres regiones o departamentos a saber: El Alto Orinoco que correspondía a los territorios desde el Caura hasta los límites actuales del estado Amazonas con el Brasil, lógicamente incluyendo las cabeceras del Orinoco que para el momento no se conocían; el Centro Orinoco que correspondía a lo que hoy conocemos desde las bocas del Caura hasta el Caroní, y el Bajo Orinoco que sigue hoy correspondiéndose con el Delta del Orinoco, desde la desembocadura del Caroní hasta la desembocadura del Orinoco en el Atlántico, incluyendo el territorio del Delta hasta el llamado Fuerte Muraca en el occidente y al oriente el límite lo constituía el río Esequibo.
Al aumentarse el número de provincias por la incorporación de Guayana, el Libertador decretó el 20 de noviembre de 1817 en artículo único lo siguiente:
“Artículo único: A las siete estrellas que lleva la bandera nacional de Venezuela, se añadirá una, como emblema de la provincia de Guayana, de modo que el número de las estrellas será en lo adelante el de ocho.
Dado, firmado de mi mano, sellado con el sello provisional del estado y refrendado por el secretario del despacho, en el palacio de gobierno de la ciudad de Angostura, a 20 de noviembre de 1817. Simón Bolívar”
El 11 de marzo de 2006 el Gobierno Revolucionario de Hugo Chávez, haciendo valer la voluntad del Libertador, publica en gaceta oficial la Ley de Bandera Nacional, Himno Nacional y Escudo de Armas de la República Bolivariana de Venezuela, reformada por la Asamblea Nacional que, entre otras modificaciones, introduce ocho estrellas en la bandera nacional, una más de las que tenía antes, en representación de Guayana que como ya se mencionó fue provincia venezolana a partir de 1817.
Por tanto, en la franja azul de la bandera tricolor venezolana se exhibirán ocho estrellas blancas. Además, en el escudo de armas que aparece en la parte superior de la bandera aparecerá representada la figura de un manojo de mieses con tantas espigas como Estados tenga el país, por lo cual, ahora serán 24 espigas, y no 20, las que simbolizarán la unión y la riqueza de la nación. En este escudo aparecerá además de la espada y la lanza (símbolos del triunfo), un arco y una flecha que simbolizan las armas indígenas; un machete, en representación de la lucha de los campesinos y afrodescendientes y dos banderas nacionales entrelazadas por una corona de laurel. Otro detalle, es que el caballo blanco que aparece dentro del escudo cambiará de orientación y galopará hacia la izquierda, en lugar de hacerlo como hasta ahora, a la derecha.
Por tanto, amigos lectores, si ustedes habrán detallado las banderas que hasta ahora hemos visto exhibidas en las protestas de la muchachada disociada de la oposición consta de siete estrellas y no de ocho; esa bandera será la bandera de Tanganica pero la nuestra, la ilustre bandera patria no es; esa, la nuestra, ellos hace mucho tiempo que la sustituyeron por la del imperio.
