Al salir el General Raúl Baduel del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, yo le manifesté a mi amigo y compañero de trabajo Miguel Briñez, sobre el destino inmediato del General en Jefe retirado. Le dije a mi amigo, que a Baduel había que “mantenerlo ocupado”, porque es una persona “apetecida” por la oposición y estaba mostrando signos hacia esa inclinación política. Uno de los “héroes” de 13 de abril saltó la talanquera, la lealtad (mas que el mérito) que representa ese tercer sol otorgado por el presidente, lo opacó el día de hoy. No es el pensar diferente, no es el estar en desacuerdo, no es la preocupación por los destinos de nuestra gran patria lo que motivó su desavenencia en contra de la reforma y de su compañero de armas y de alma. Es el “descubrir”, después de quitado el uniforme, que esta inactividad lo dejó de ser protagonista, para jugar banco un rato. Esta impaciencia y la espera de instalarse como el mandamás de nuestra industria petrolera lo aturdieron. Pero, no se le cumplió su ansia y como todo humano con ego inflado se dijo así mismo, me voy a vengar.
Ahora se deslinda del gobierno que le dio la oportunidad y la responsabilidad de dirigir nuestras fuerzas armadas, ahora todo lo que tenga que ver con el gobierno bolivariano es fraudulento, inmoral e inconstitucional. Usted, que fue partícipe político (porque su cargo lo era y así lo aceptó) es ahora que se “da cuenta” de lo “perniciosa” que es la reforma de la constitución, y sentencia de manera solapada, la existencia de un golpe de estado al aprobarse la reforma. Es decir, el que pregona la constitucionalidad y las garantías democráticas a través del ejercicio del voto y la decisión de las mayorías, dice, que si llega a aprobarse la reforma, sería lo más nefasto para el país y estaríamos a la puerta del caos. Pues señor General, de antemano le manifestamos que la Reforma va con el voto de las mayorías, como debe ser en un estado democrático y muy a su pesar y al de los grupos opositores y de la jerarquía católica que quieren incitar con recados al estamento militar para que se alcen en armas. Hoy, las palabras del Comandante Chávez son más valederas que nunca cuando manifestó que personeros que pertenecieron al gobierno, darían el salto de talanquera y se pasarían al otro frente. Bueno, el mismo proceso se encarga de decantar y filtrar y vendrán otros nombres que no serán de extrañar.
General Baduel, uno es libre de escoger sus amigos, su destino, su derrotero. Usted azuzado por su paradójica y parsimoniosa impaciencia, por los pestilentes consejos de la oposición golpista y por algo en lo que creyó era su “fuerte” su: “popularidad”, creada como “salvador del presidente” se tiró en este momento para tratar de sabotear lo que es indetenible. El rescate del Presidente era su deber y si fue popular por esta acción, el pueblo (lo ha demostrado) no perdona la deslealtad, es decir, lo que el pueblo da, el pueblo quita.
Hoy y mañana aparecerá en Globovisión, RCTV Internacional, Venevisión, CNN, Tal Cual, Universal, El Nacional y en todos aquellos medios que como carroñeros buscan la noticia sediciosa y querrán darse un banquete con sus desafortunadas y extemporáneas declaraciones. Eso es lo que usted quería, para salir del marasmo en que se encontraba. Ahora vendrán las entrevistas, la agenda ocupada, el recorrer el país, el decir lo que no dijo por “respeto a su envestidura”. Que lugar común al actuar de los oportunistas. Y por último, ese sol de “demás” que estaba en su chatarrera y que significaba la noble actitud de lealtad hacia el Comandante en Jefe y lo que el representa (por eso, hay un solo General en Jefe), hoy compatriota, hoy es un sol en ocaso.
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