El hospital José María Benítez de la Victoria colapso por la cantidad de poblaciones y barriadas que tiene que atender; entre ellos esta Tejería, El Consejo, Zuata, San Mateo, los accidentes de la autopista Regional del Centro y parte del estado Miranda. Lo atiende todo un centenar de médicos vestidos de bata blanca, con un estetoscopio terciado; pero que en lugar de prestar un servicio apegado a la ética, se han convertido en francotiradores contra el gobierno; otros que hacen el trabajo de quintacolumnistas son los paramédicos y una buena parte de porteros; quienes como nos decía una señora son escogidos para mostrar a ultranza un trato despótico a los familiares y visitantes.
La verdad es que estos hospitales no pasan su mejor momento, no porque el gobierno les haya dado la espalda; sino las mafias organizadas que conspiran y hacen lo posible y lo imposible para que el hospital llegue al llegadero. Una cuota de responsabilidad la tiene quienes lo han administrado y la falta de escrúpulos de algunos funcionarios que amparados por las debilidades de control se han encargado de chorearse no solo equipos, instrumentos quirúrgicos, sino gasas, algodón, inyectadoras, etc Investigando a vuelo de pájaro nos percatamos que en los fines de semana lo médicos no asisten a la guardias de emergencias; si el paciente presenta un cuadro clínico de pronostico reservado se muere de mengua o de penuria; en otras oportunidades los pacientes son desalojados de sus camas, prácticamente los sacan a la fuerza. De noche cuesta una y parte de la otra despertar al galeno de guardia para que atienda una emergencia. Comentaban en los pasillos que hace tiempo una ginecobstetra asistió borracha para atender a una paciente que iba a dar a luz. El niño murió. Esta misma doctora de apellido Pacheco, se presento al hospital recientemente con su hija, la puso a atender un parto, la muchacha que no es medico ni nada por el estilo, le ocasiono daños irreversibles a la joven madre y para colmo el niño murió. Madre e hija fueron remitidas a la cárcel de Tocoron. La prensa tan arrogante en la denuncia, publico la noticia chiquitico; como el que no quiere la cosa. En noviembre del año pasado la noticia del fallecimiento de 8 neonatos, estremeció al país; por un lado los cuestionamientos del sector mediático y por otro lado la postura de un gobernador que escondía el bulto. Al final una fulana bacteria fue la causa y no se supo si esa fue la cifra real de victimas.
En medio del ajetreo de la visita logre percatarme de la presencia de una señora; no logre saber si era medica, enfermera o sindicalista; lo cierto era que atendía reclamos puntuales de pacientes a quienes con prontitud les resolvía problemas relacionadas con el servicio; como arreglar una ventana, un chorro de agua, etc. Los demás casos naninanai . Existen pacientes anotados en una lista interminable esperando por una operación de urgencia; algunos hasta con cinco meses. Otro caso es el del oncólogo; ya se volvió un ritornelo la presencia del fulano especialista, que si viene mañana, que si viene pasado mañana y nunca se aparece. Lo que si reviste gravedad es que no existe recursos para hacerle un examen de laboratorio; placa torácica o rayos X; el que no tiene unos ahorritos o alguien que le financie estos exámenes le toca irse a llorar al valle o recibir los santos oleos y esperar su viaje tranquilo a la eternidad. Pero como no solo es oscuridad en el fondo del túnel; también supimos que fueron botados tres galenos por parte del Director por haber practicado una operación quirúrgica en el hospital y haber cobrado con dinero contante y sonante.
Como todo no es llanto ni lagrimas me encontré con un escuadrón de jóvenes pertenecientes a un voluntariado de Brigadistas Comunitarios; que se repartían los pacientes y cuya misión era conseguirle gratuitamente los medicamentos a aquellos enfermos mas necesitados. Por cierto nos llamo la atención; la franela que portaban con el nombre de Rafael Isea Gobernador; acompañado de un mensaje que decía: " Nos asiste la moral y la verdad y contra ella nadie puede". No sabemos a que moral o a que verdad se refiere; porque indagando un poco; si hubiese existido un respaldo mayoritario a su gestión; lo hubiesen dejado para la reelección; pero para la apreciación de muchos solo se dedico durante su mandato a ponerle pañitos de agua tibia; sin ponerle el dedo en la llaga a los mas ingentes problemas del estado; pero todo esto no fue un ápice para que el pueblo se volcara a las urnas el 07/10 para votar por el presidente Chávez. Ojala y Tareck el Aissami que viene de cumplir con una honrosa labor frente al Ministerio del Interior; ponga al estado Aragua en el sitial que le corresponda y le de la lectura tanto a los aciertos y a los fracasos que son muchos de su antecesor y logre enderezar los entuertos; fundamentalmente con las alcaldías; donde existe un Director General: de la absoluta confianza del alcalde; con poderes plenipotenciarios; pero siempre aparece en la oscuridad un metiche; que viene siendo un interpuesto que es el que se lleva la tajada en los contratos. Métale el ojo Tareck, que se llevara muchas sorpresas. Así que a ponerle un seguimiento a todos esos alcaldes bribones. De dejarlos, su gestión se iniciaría con mal pie; y no repetir la historia del gobernador Isea que se hizo la vista gorda ante tantas irregularidades y denuncias que con nombre y apellido llegaron hasta su despacho.
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