Definitivamente en cada acto, evento o caminata el olor a triunfo de Carlos Mata Figueroa a la gobernación del estado Nueva Esparta, se siente, porque recorre calles y vericuetos y se mete en las viviendas y los habitantes lo respiran, porque es tanto el entusiasmo y la alegría, que la esperanza se siente muy cerca en estas islas que tuvieron la desgracia de ser gobernada por un cacique que hasta ahora se había creído dueño y señor de este lugar creado para vivir como Dioses y no como lo hacemos actualmente respirando miedo en cualquier esquina.
Y hablando de estas alegres actividades que realiza el próximo gobernador de este terruño isleño, podemos decir que la camarada, amiga y excelente cronista Carola Chávez, en su artículo del sábado pasado en el diario Ciudad Caracas, describió a plenitud de cómo un hombre sencillo y tan margariteño él, ha sido capaz de levantar tanta emoción en los residentes de esta tierra de gracia, que por fin ha tomado conciencia de estar bailando al son que toque el gobierno bolivariano, y no como lo habíamos haciendo hasta ahora que mientras las políticas del proceso revolucionario iban bailando un alegre joropo, el mandatario local se empeñaba en bailar un triste y desconsolado bolero.
Con Carlos Mata Figueroa las cosas cambiarán; de hecho, los planes y proyectos sobre un desarrollo sustentable y de seguridad son los puntales de una gestión que apuesta por un futuro promisor para un estado que es la vitrina internacional de Venezuela para el turismo, el cual de paso se va a repotenciar y se le va a dar la importancia como debe ser, con la finalidad de generar empleos y así los margariteños y cochenses tengan una mejor vida a través de trabajos dignos, educación, vivienda, cultura y deporte.
Mientras tanto el otrora gobernador, en vista de que el candidato bolivariano, le latió fuerte en su propia guarida, salió a caminar calles que tenía tiempo que no visitaba, sin obtener el apoyo debido, y con esto hasta se olvidó de su cuerda de gallos, pero como van las cosas, Morel Rodríguez de la silla de la Asunción, le va a tocar ahora dedicarse y cuidar mejor a sus plumíferos.
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