La mafia enquistada en Maracaibo desde hace 20 años encabezada por el prófugo de la justicia Manuel Rosales y su esposa Eveling Trejo está llegando a su final, estos mismos fueron los que sometieron a la ciudad en una grave crisis que ha puesto seriamente en trance su identidad cultural y su perfil urbano. Ésta crisis se traduce en el desplome físico de la ciudad, en las altas tasas de criminalidad debido a que Polimaracaibo solamente cuenta con 3 patrullas en la actualidad para toda la ciudad, en la espantosa puesta en escena de latones oxidados con cuatro ruedas que hacen de transporte público (carritos por puesto), la basura expuesta en cada esquina de la ciudad, huecos cada 3 metros en todas las vías, en fin en los seculares problemas sociales de desigualdad y exclusión.
No hay servicio público urbano o conexo a la vivienda que se salve de este desastre al que nos han sometido estos mafiosos del partido UNT. La recolección de la basura y su tratamiento por estos días desborda la escasa visión y capacidad del gobierno municipal; el transporte público y la movilidad urbana son una vorágine que va dejando vidas en las aceras y asfalto; los drenajes para las aguas de lluvias y los colectores para las aguas servidas hace años sino décadas que nadie las piensa; el desorden urbanístico en el uso de suelos, espacios y señalética; la crisis de los cuerpos uniformados de la municipalidad, bomberos y policías.
El desastre del actual gobierno municipal para resolver por lo menos la mitad de alguno de estos problemas, y la pretendida justificación descargando la responsabilidad sobre el Gobierno Regional y Nacional, como por ejemplo pasa el tema de la seguridad y la basura, no ha hecho más que agravar esa crisis. Este el resultado de un modelo de gestión en decadencia que viene desde hace 20 años pero que ha tocado fondo con la gestión dela actual Alcaldesa.
Hay que recordarle a esta irresponsable llamada Eveling Trejo lo que hizo con los salserines, como maltrató a los gaiteros pensionados que hasta la fecha llevan 22 meses sin cobrar, como burló al poder popular constituido en consejos comunales y al mismo consejo local de planificación. A los comerciantes informales les puso una emboscada con la policía municipal. Quería privatizar la feria de la Chinita y si no levantábamos la voz era capaz hasta de vender la tablita de la Virgen. Esta misma nefasta alcaldesa conoce mejor las calles de Panamá que La Curva de Molina.
Lo peor es que no aprende. Ella sigue pensando que la cosa se resuelve colocando fotos en el tuiter donde aparece limpiando una cañada cuando llueve, o escondiendo la basura en el relleno, o hablando con algún habitante. Nunca hizo una planificación de la ciudad para los próximos veinte años, nunca se preocupó por consolidar un equipo para diseñar un plan rector de drenajes de aguas de lluvias y de colectores de aguas servidas para que Maracaibo no se inunde. Tampoco presentó un plan para el manejo integral de la basura. Y todavía sale a decir en los medios que no le han dado tiempo, que molleja mija… Menos mal que el 8-D te vais pal coño!!!
