El proceso electoral del municipio Caroní tiene características muy peculiares e interesantes. La derecha en sus desvaríos lo califica como un plebiscito contra la revolución bolivariana. El imperio observa, para luego trazar su línea de acción contra el proceso. La guerra económica y mediática contra la Republica no ha cesado; por el contrario se ha incrementado, cubriendo todo el territorio nacional, hasta los lugares más apartados. Los precios de los alimentos se han incrementado notablemente. La burguesía amarilla no se queda atrás; ejerce su control contra los medios de producción y servicios. El gobierno hace esfuerzos por mitigar la caída del salario real y el desabastecimiento. Las masas populares, aun cuando no se profundiza en las políticas estratégicas que requiere el movimiento histórico; continúa insistiendo con el socialismo.
Hemos venido diciendo que Guayana bajo la dirección del General de División Rangel Gómez, la derecha endógena se ha venido convirtiendo en un punto de referencia y centro de dirección política. Con un PSUV dividido, convertido en refugio de intereses grupales y proyectos individuales de caudillos y caudillitos, sacrificando los intereses populares y el porvenir de los guayaneses; particularmente de los trabajadores y demás sectores populares.
Hemos dicho que existe una correspondencia, entre el avance electoral de la derecha en todos los municipios, con la hegemonía personal de Rangel Gómez; por encima de la hegemonía de casi todos los municipios del estado. Hay un descontento generalizado que provoca serias disensiones en el PSUV y que están por encima de la valoración política que hace la Dirección Nacional en esta materia; frente a la irreversibilidad de la candidatura de José Ramón López, a la reelección como alcalde de Caroní. Hay un centrifugación de las fuerzas, se reacomodan las piezas del ajedrez y los cañones para enfrentarlo y derrotarlo. Por más que han tocado las trompetas de su derrota, no han podido evitar que el candidato, frene su creciente apoyo popular.
Esta es la razón que se justifica la candidatura de Fredy Pateti; Algunos la catalogan como extemporánea, otros dicen que tiene su razón de ser. Pero los inmensos recursos que posee la derecha endógena, el control de algunos medios de comunicación, junto al control de otros municipios, con la excepción de Caroní. La vinculación del gobernador con los capitales transnacionales; colocando todos estos ingentes recursos al servicio de la candidatura de Pateti, puede cambiar la historia hacia rumbos no definidos. Pateti fue militante de la Organización de Revolucionarios (OR), luego de la Liga Socialista. En sus años juveniles estudio en Cuba. Locutor agresivo, locuaz, incisivo e inteligente. Maneja con facilidad el micrófono y la comunicación con la gente. Fue candidato a diputado por el Partido Social Cristiano Copey y posteriormente prefecto del municipio Caroni. Su andanada verbal, en aquella ocasión, contra la delincuencia, levanto muchos comentarios, que nos recuerda al bocazas, de aquel traidor, llamado Alfredo Peña, cuando fue alcalde mayor del Caracas. En el gobierno de Rojas Suarez se destacó como espadachín tarifado, donde veía sombras por todos lados, a las cuales disparaba sin cesar. Con el devenir del tiempo, nos encontramos a Rangel Gómez, cuando era presidente de la CVG, en aquella oportunidad, lo acuso públicamente de despilfarro de los dineros públicos, por la construcción de un castillete para su residencia como presidente de la CVG; pero para sorpresa de todos, en sus volteretas acrobáticas, similar a la de Fouche, lo encontramos de nuevo como espadachín del gobernador. Solo nos resta traer a colación al poeta Seneca cuando dijo…”no hay viento definido, para aquel que no tiene un rumbo definido”.
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