El 21 de agosto de 2017, se instaló el Comando de Campaña por el triunfo de Rafael Calles, nuestro candidato a la gobernación del estado Portuguesa-Venezuela. Particularmente quiero destacar tres palabras esbozadas en su discurso-mensaje a todos quienes estábamos allí y formamos parte de su equipo para este llamado a ganar las elecciones, en un escenario constituyente por lo demás difícil en lo político, económico y social. Un escenario donde vuelve la "calma" y queda la intuición que el pueblo le ha dado una nueva oportunidad a nuestro proceso bolivariano, al liderazgo que parece tener la brújula en el bolsillo y no en la mano como lo demanda el momento. Un pueblo sabio y paciente que marca el camino.
Respeto, humildad y confianza, destacadas palabras que se inician como reconocimiento del otro, tanto a lo interno como lo externo; una convocatoria con el signo y la premura de la unificación en la acción que, permita la eficiencia para la victoria electoral como lo más próximo y a lo externo, reconociendo al adversario a sabiendas de su conducta violenta, hace digno el discurso que llama al marco constitucional. Esta palabra, RESPETO, me recuerda a mis padres, fue su primera y valiosa enseñanza.
HUMILDAD, entendida ésta, como lo contrario a la arrogancia y a la prepotencia y sólo demostrada con el reconocimiento que se haga del pueblo y como Rafael Calles le da cabida en su corazón a la revolución y así su liderazgo que se inicia con un salto cuantitativo en este escenario constituyente, renueva la esperanza en un pueblo que ha hecho historia. CONFIANZA, señala Rafael, y ésta se logra en los hechos, en el valor que se le dé a la palabra, su cumplimiento, el cuido que haga de ella, así lo juzgará el PUEBLO. La teoría del cuido nos dice que el que cuida ama, si tú amas cuidas y la reciprocidad permite que sea una verdad en la práctica. Este cuido lo cultivó Hugo Chávez, y por ello el pueblo en su imaginario chavista, hizo del amor un verbo y no un sustantivo. Para cuidar tienes que conocer, para conocer tienes que escuchar, observar, buscar el equilibrio y por lo mínimo esta acción es bidireccional, no sólo es recibir sino dar y viceversa.
La naturaleza busca el equilibrio e inclusive cuando transforma es buscando el equilibrio. La práctica de la política revolucionaria se comprueba en los hechos, lo espera el pueblo, así lo enseñó Chávez. Restablecer el equilibrio es Volver a Chávez, allí Rafael Calles y la esperanza se encontrarán, si esto es así nos acompañaremos como pueblo, donde Portuguesa tiene mucho que dar en este Camino a la Comuna, en este camino de revolución, en éste camino al socialismo!
Volvamos a Chávez con el pueblo, pa’la calle con Calles!
Lectura Recomendada: Aduladores y Adulados. Gil Pio. 1999