En Venezuela, el Presidente Nicolás Maduro ha creado el Consejo de Estado para el Agua(CEA) contra la sequía y el fortalecimiento de los sistemas de suministro del vital líquido en el país. Iniciativa que requiere de mucho estudio, entereza, investigación y madurez técnico-política, para lograr los exigidos y necesarios consensos, que amerita la compleja situación ambiental que estamos afrontando.
La capacidad de trabajo y madurez técnico-política de los principales miembros del (CEA), como lo son; los Ministros Ricardo Meléndez y Miguel Leonardo Rodríguez de Planificación y Ambiente respectivamente, están conscientes, que las razones y objetivos estratégicos del (CEA) obligatoriamente, debiesen considerar la gestión sustentable del agua. Más aún, con respecto a la misma, tal gestión integral de las aguas, como lo contempla en el art. 3 de la ley de aguas, tiene que prevalecer por encima de cualquier tipo de planes, programas, proyectos, propuestas que otros ministerios e instituciones, gobiernos regionales, locales y comunidades en general impulsan. Si se permite, que no se respeten los distintos procesos de transición por emprenderse en una cuenca hidrográfica como un sistema ambiental y el receptor final en las aguas marinas, sin asumir las políticas territoriales, según el artículo 128 de la constitución, de lo contrario resultará evidente que será difícil e imposible alcanzar el buen estado de los cursos de aguas que debemos recuperar y proteger de inmediato. Todo ello, SI SE MANTIENEN LAS ACTIVIDADES AGRÍCOLAS, URBANAS, MINERAS E INDUSTRIALES SIN NINGUN CONTROL SOBRE SU TERRITORIO. Dicho de otra manera, los objetivos políticos del agua que se estarán aplicando, deberán CUMPLIR CON LO ESTIPULADO EN EL ARTÍCULO 304 DE NUESTRA CONSTITUCIÓN Y CON LA LEY DE AGUAS Y priorizarse e integrarse mejor en otras políticas, tales como las política agrícola, urbana e industrial entre otras.
Valoremos algunos ejemplos de integración institucional y de corresponsabilidad política-social que se han de dar, en la aplicación de los objetivos hídricos que debe definir la CEA. Se enumeran:
1) Cuencas hidrográficas: de inmediato se debe realizar un inventario de la calidad y cantidad de las aguas superficiales y subterráneas con que cuenta el país, principalmente conocer el grado de deterioro de las cuencas hidrográficas, en cuanto a erosión de los suelos, explotación de las fuentes de agua y contaminación de las aguas por las diversas actividades humanas.
2) Nuevos diseños de embalses y diques: aplicar los correctos estudios de impacto ambiental referidos, minimizando las alteraciones de los suelos por las masas de agua desplazadas y no interfiera la continuidad fluvial o el régimen natural de caudales. Esto a su vez, está sujeto a la vulnerabilidad que los cambios climáticos están ocasionando por irregularidades en las precipitaciones y aumento en la temperatura. Se debe investigar las nuevas escalas de embalses que se necesitan; sus adecuadas protecciones y utilización ambiental del agua.
3) El manejo de los suelos: la agricultura intensiva ha mantenido una permanente presión tanto en los suelos como en los cuerpos de agua también, lo cual toca varias dimensiones. Por una parte, debemos desarrollar actividades agrícolas con protección para las inundaciones. Las franjas de protección o barreras vegetales, las cuales aumentan y le dan continuidad a la diversidad biológica entre las quebradas, los ríos y sus orillas. La utilización, cuando sea posible de las infraestructuras verdes, tales como la restauración de zonas ribereñas, humedales y llanuras de inundación para retener el agua, apoyar la biodiversidad y la fertilidad del suelo y evitar inundaciones y sequías. Más de 300 combinaciones de técnicas agroecológicas han demostrado ser eco tecnologías eficientes, eficaces y efectivas, no solo en los distintos procesos productivos. También permiten proporcionar distintos niveles de resiliencia en los agroecosistemas frente a los cambios climáticos. Por razones de contaminación y sedimentación (perdidas de suelos), las prácticas agrícolas en las cuencas hidrográficas tienen necesariamente que ser agroecológicas y en Venezuela, se viene solicitando el impulso de políticas en tales áreas del conocimiento y desarrollo.
Ver Sacudón Agrícola: Propuestas http://www.aporrea.org/desalambrar/a191300.html
4) Captación Ilegal de aguas: debemos aprender a determinar los caudales ambientales del agua para poder seguir proporcionando los servicios indispensables. Por ello la captación ilegal de agua debe frenarse. Se dan diversidad de estilos para tal actividad. Siendo recurrentes en las propiedades latifundistas. Sin control se consiguen, excesivas tomas de los usuarios en espacios de aguas y cuencas hidrográficas, afectando los estratos de la vegetación circundante y alterando las estimaciones de agua disponible. Ello acarrea presiones económicas y políticas; mientras que las captaciones ilegales duran hasta que el agua dura. Estudios e investigaciones deben hacerse, sobre: riego y gestión de agua superficiales y subterráneas; normas de regularización de las asignaciones para los usos de agua; relación en la gestión de agua en los ecosistemas acuáticos, como los manantiales, cuencas con escasas o poca agua disponible; la circulación del agua por circuitos artificiales (tuberías, bombeo, canales) y la circulación con los ciclos naturales (ríos, embalses, precipitaciones), deben realizarse valorando su impacto ambiental y los potenciales de sus usos.
5) Eficiencia en los sistemas de riego: la irrigación en la agricultura intensiva consumen excesivas cantidades de agua y energía, ocasionado pérdidas por el alto consumo y el cual, su retorno es muy poco utilizable. En los páramos andinos venezolanos desde los sistemas de riegos existentes y contaminantes, son muy comunes las tomas de aguas ilegales, infringiendo las normas de uso, acarreando problemas en los sistemas de riegos establecidos, los cuales en su funcionamiento deben evaluarse. En los procesos productivos agroecológicos se promueven prácticas agrícolas que contribuyan a la conservación de la calidad de las aguas y de los suelos. Cálculos en la eficiencia de dichos sistemas deben realizarse y valorar la reducción del volumen de retornos.
6) Contaminación de agua: de nuevo la agricultura intensiva, es el principal problema de la contaminación difusa, la cual es de origen agrícola y ganadero en el ámbito del estado químico y contaminación del agua. Los problemas de exceso de nutrientes y contaminación con sustancias prioritarias están principalmente ligados a las masas de agua afectadas por la agricultura intensiva. La calidad del agua continúa siendo crítica. Desconocemos, hay cierta confusión sobre el daño que los plaguicidas, insecticidas y herbicidas están causando tanto a la salud humana como a los agroecosistemas. La falta de información sobre estado químico y contaminantes y la ausencia de una adecuada difusión de dicha información, incluyendo el libre acceso a los datos a través de internet, impiden la generación de estados de opinión pública y sensibilidad ciudadana sobre los problemas de calidad química de las aguas. En ese sentido, La Red Internacional de Plaguicidas (PAN Internacional HHP Lista PAN 2014) http://www.rap-al.org/news_files/HHP%20Lista%20PAN%202014%20fin.pdf acaba de publicar una nueva lista de los plaguicidas más peligrosos y proporcionan una base para las actividades de implementación de la prohibición progresiva de plaguicidas altamente peligrosos, y su reemplazo por alternativas agroecológicas y otras alternativas no químicas apropiadas. Así mismo es indispensable valorar la presencia de contaminantes, en particular de sustancias peligrosas y otros contaminantes emergentes que todavía no se conocen y posiblemente están haciéndole daño a la salud humana.
7) Sector de la construcción: el Maestro Arquitecto Fruto Vivas viene promoviendo diferentes tipos de materiales de construcción y elementos, los cuales son más eficientes y ahorradores consumo de agua y energía. Propone la masificación de las mismas para que se produzca la sustitución progresiva en el mercado. Cálculos prospectivos de los usos potenciales de agua deben tenerse en cuenta para los planes futuros y la asignación de viviendas
8) Eliminación de fugas de distribución: iniciativas que han venido trabajando algunos consejos comunales y las mesas técnicas de agua creadas en el proceso revolucionario. Cada institución, oficina, espacio publico y privado, debe avocar-se a ello. Especialmente las educativas y universidades como iniciativas de formación y educación ambiental.
9) Propuestas de ahorro de agua: colectiva e individualmente en el espacio que se nos asigne, debemos hacer uso racionalmente sustentable del recurso de agua. Ante lo actualmente vivido y los presagios a una futura escasez de agua por el consumo irracional y la reducción de los recursos, a causa del cambio climático, debemos tomar medidas eficientes para ahorra agua y en muchos casos con ello energía. Existe en internet una buena cantidad millonaria de información sobre el ahorro de agua, el uso de necesidades indispensables, la disponibilidad de agua, el stress hídrico, cálculo de los volúmenes de agua, entradas y salidas, la huella ecológica del agua entre otros temas, los cuales nos invitan a generar todo un debate y acciones en nuestras comunidades, para cada día elevar nuestros niveles de prioridad en el uso del agua. Para poder establecer las preferencias de usos de agua, es indispensable trabajar en los balances hídricos en las áreas del conocimiento que sea necesario. Por ejemplo, preguntamos: ¿qué priorizamos? ¿abastecer la población de Coro, Paraguaná en el Estado Falcón o alimentar el funcionamiento de las refinerías en dicho estado? O ¿qué seleccionamos?, ¿usos turísticos o abastecer la población de agua? O ¿regamos campos de golf o suministramos agua a los barrios? El CEA debiese orientar en tales y otras definiciones.
10) Inundaciones, sequías y cambios climáticos: se deben elaborar propuestas de gestión de los riesgos de las inundaciones. Para la sequía generar medidas naturales de retención; reutilización del agua residual; establecimientos de alertas tempranas como lo ha venido haciendo el Ministro de Ambiente venezolano y para los cambios climáticos, generar el mayor numero de actividades orientadas a conscientizar las distintas actividades que pueden o han de conducir a reducir sustancialmente el consumo irracional de agua que mantenemos. Debemos generar el mayor numero de actividades que nos permitan cosechar agua desde las posibilidades que la diversidad biológica y las distintas eco-tecnologías nos ofrecen.
11) Como bien lo argumento el Ministro Jesee Chacón el Foro Cambio Climático en la ULA Mérida el pasado 23/07. “EL proceso revolucionario en materia energética y ambiental tiene muchas necesidades y ustedes las universidades tienen las capacidades para asumirlas”. Se requiere, entonces, avanzar en la revisión de todos los programas educativos desde nivel primario hasta universitario. Siendo para estos últimos los llamados a liderar, las acciones más gruesas de formación, capacitación e investigación en todas las áreas anteriormente mencionadas y otras que han de emerger. La calidad educativa y la transformación universitaria no pueden seguirse eludiendo y diluyendo sin evidenciar las limitaciones que estamos enfrentando y enfrentaremos con la escasez variada de recursos.
De tomarse en cuenta las propuestas anteriores y fortalecerlas, se requiere de las coordinaciones, articulaciones y propuestas entre las instituciones, comunidades y viceversa. Decimos: No, a la continuidad de los rancios protagonismos, que discursiva-mente nos afloran, y que ridículamente debemos afrontar, atrasando las reales posibilidades de avance. Son múltiples, las iniciativas que debemos emprender y ya estamos en deuda en relación al conocimiento y accionar apropiado para avanzar en los retos venideros. Por ello, debemos tener muy presentes: Las políticas de agua exigen superar las contradicciones, las debilidades, los atrasos técnicos científicos establecidos y los precarios-burocráticos guetos institucionales inmovilizados y fosilizados en sus espacios laborales.
Coherente-mente para echar andar, apoyar y consolidar el CEA, madura-mente, debemos encontrarle cabida, al sinceramiento en las concertaciones institucionales que han de darse. Solos los Ministros, declaraciones y demás integrantes, no lo van a lograr. El reto es de todos y con todos; para toda Venezuela. El CEA debe desacanzar en un organismo, el cual puede ser, inicialmente, un Estado Mayor para el Agua, que absorba las tareas concebidas para generar los primeros impactos y asuma el control y seguimiento de las acciones que atiendan la transformación de la plataforma institucional; superando el lastre y la ralentización que las organizaciones patronales, le imprimen a estas dinámicas.
Es posible, que las circunstancias actuales; el porvenir y su definitiva consolidación de las políticas de aguas, nos impulsen a la definición de indicadores técnicos ambientales y eficacia en la gestión, útiles en los avances de la transición hacia el ecosocialismo, desde un modelo de gestión de políticas públicas diferente, nunca antes ensayado a gran escala en el Estado venezolano.
Concurrente al punto anterior, la sinceración en el fortalecimiento de las instituciones, deben y tienen que darse. Las direcciones regionales nacionales de ambiente, deben decretar-se en alerta sostenida y están obligadas a liderizar, las iniciativas que se vayan emprendiendo, entre los distintos procesos de transición, para la aplicación de los objetivos políticos del agua. Necesitan, sustancialmente mejorar y fortalecer criterios; incorporar nuevos cuadros y formarlos integralmente, para que bien puedan expresar una nueva mística y la voluntad política y aprovechar distintas nuevas dotaciones y apoyos logísticos, también necesarios; e impulsar definitivamente la revolución ecosocialista que el proceso revolucionario venezolano se aproxima a entender y desplegar. Mas revolución dentro de la revolución.