La aparición de nuevas tecnologías ha generado un cambio en el mundo, radical, en la dinámica social y económica de todas las naciones, en la estructura del trabajo y en la conformación de la clase obrera y ojala en su auto visión y en el papel que desempeña en la sociedad. También ha modificado las maneras de explotación y en los medios de obtener la plusvalía, que es la riqueza que generan los trabajadores que es apropiado por los empresarios explotadores.
Ese gran cambio tecnológico ha sido acompañado por otro cambio histórico como es el proceso creciente de acumulación del capital y su concentración en ese desarrollo tecnológico informático, de automatización, inteligencia artificial y telecomunicaciones. Ambos factores actúan conjuntamente y funcionan como un universo en expansión reconfigurando no solo la producción, sino también las relaciones laborales y el concepto mismo de trabajo generándose por lo tanto una clase obrera con otras rasgos. Todo el que no esté en lo tecnológico está atrasado por lo tanto nuestra clase obrera, nuestros trabajadores están perdiendo posición y vigencia ante todos ellos.
Por otra parte este es un fenómeno netamente norteamericano, monopolizado por sus empresas y su clase burguesa, desde la cual dirigen todo el capitalismo mundial y su lucha contra el socialismo en todas sus expresiones. Las primeras 5 empresas de la bolsa de New York tienen más valor que todas las europeas.
La nueva clase obrera de los países industrializados, el grupo de los 50 de la OTAN, se caracteriza por ser más diversa y globalizada, compuesta en gran parte por trabajadores del sector digital, plataformas y economía colaborativa habiéndose transformado en los últimos 20 años de manera significativa ya que ese lapso de tiempo fue el que necesitaron las tecnológicas para desplazar a las empresas tradicionalmente grandes como las empresas petroleras, las automotrices o reconfigurarse internamente esas mismas empresas informáticas (corre IBM, corre). Con el desplazamiento de las empresas transnacionales tradicionales ocurrió también ese cambio en la constitución de la clase obrera y de los países a los que pertenecen cuya economía y visión del mundo era un reflejo de ese nivel tecnológico e industrial.
Es de resaltar algo que no se menciona mucho siendo necesario reconocérselo y es la capacidad demostrada por China y su partido comunista de incorporarse a este torrente de cambios tecnológicos, no solo evitando ser desplazada por las nuevas tecnologías y su rápido salto, sino inclusive liderándolo en muchas áreas y manifestaciones. Es meritorio así lo haga un país gigante.
Y esta automatización y digitalización transformó a la clase obrera en especial y a los trabajadores en general de maneras significativas, cambio que fue vivido por nosotros, anterior y actualmente, ya que aunque asumimos el cambio como consumidores, en las actividades laborales el manejo tecnológico resulta básico en Venezuela, aun en esta situación tan fuerte de acoso y bloqueo. Con la incorporación de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la robótica, los trabajos y las sociedades siguen cambiando y se están creando nuevas habilidades y roles a la par del manejo de sorprendentes aplicaciones y equipos.
Para nuestro país Venezuela, esto significa que los trabajadores necesitan y deben adaptarse a ese entorno laboral más tecnológico, lo que puede incluir habilidades en programación, análisis de datos y manejo de herramientas digitales lo cual hace más exigente la tarea formativa en todos los niveles para el trabajador, el gobierno, las empresas y comunidades organizadas o no.
Sin embargo, a pesar de la innovación tecnológica, las desigualdades laborales persisten y se agravan y con ello las luchas laborales y por el socialismo.
