Maracaibo y Daniel “Ponne la torta”

Curiosa ciudad la de Maracaibo para la gente que tiene conciencia. Ciudad llena de contrastes y contradicciones sociales profundas. Aquí se ve de todo, desde la fiesta más alegre hasta los delitos más crueles e inhumanos, Maracaibo es, sin duda alguna, muy violenta.

El marabino, bajo el proceso embrutecedor del capitalismo ha caído vertiginosamente en lo peor que puede agobiar a los hombres, la aceptación de lo malo, de lo perverso, de lo inícuo que sucede a diario como si se tratara de algo normal con lo cual se debe vivir; no existe escándalo por hecho alguno, aún cuando pueda estar teñido con el más vil de los tintes de lo sombrío.

Bajo esta forma de concebir la vida, donde se le da espacio libre a lo desdeñable vive el marabino en la forma más abyecta de individualismo, y es así como no faltan jamás las juergas desmedidas, el consumismo rampante y la ludopatía. El marabino no se concibe como sujeto creador de su historia, sino que se ha rebañizado, se deja llevar por lo que acontece y por lo que cree que acontece sin siquiera preguntarse el por qué de las cosas, no es actor, se objetiviza, se vuelve objeto en la medida en que no participa en la creación de su vivir.

Sólo un sistema económico sembrador de desesperanza puede llevar a un colectivo a comportarse de la forma descrita, sólo cuando se prioriza lo material sobre lo humano se puede llegar a este derrotero, pareciera tal vez, que el marabino es el más posmodernista de los venezolanos, y que su consigna es “todo está permitido”. Todo está permitido en tanto y en cuanto se consigan los objetivos a los que empuja esta sociedad enferma, los cuales son: dinero, consumo y estatus..

Los tres objetivos del capitalismo han calado fuertemente en nuestra sociedad, tan fuertemente que lo demás deja de importar o importa a pocos, y cada uno de los tres objetivos antes nombrados va de la mano, claro está, partiendo del inefable dinero, al obtener éste –por cualquier medio- se puede consumir, y lo que se consume otorga estatus y he aquí entonces la fácil explicación de la avalancha de consumo de aparatos de alta tecnología, carros lujosos , etc, y es también la explicación del por qué los marabinos no levantan la voz ante gestiones tan desdichadas como las de Daniel “Ponne la torta” en la ciudad, que haga lo que quiera, o que mejor no haga nada siempre y cuando podamos gastar y esté en contra del presidente, éste es el razonamiento.

Obviamente, no todos los marabinos somos así, habemos personas que nos damos cuenta de lo que está sucediendo no sólo aquí sino en el mundo entero y de qué se trata esta lucha, lucha que nos lleva a un cambio de estructura económico-social-moral, pero en general el marabino es conservador como nadie, se resiste al cambio. Es conservador, sí, pero no bruto, y se dá cuanta de cómo la mala política ha llegado incluso a procurar identificarse con grandes personalidades de la región zuliana, sabe bien que esas enormes vallas que juntan lo más disímil, como lo son la oposición y Humberto Fernández Morán o Udón Pérez, entre otros, no es más que una clara estrategia para que se identifique a la oposición con la zulianidad.

Lo mejor que ha hecho y que puede seguir haciendo este proceso de lucha para con el marabino es continuar sembrando un nuevo enfoque cultural, en donde se priorice al hombre y no al dinero, tarea difícil pero no imposible, para que una vez librados de estos fardos que el capitalismo nos ha impuesto podamos recuperar la capacidad de indignación ante la injusticia y volvamos a convertirnos en sujeto social constructor y no en objeto de políticas al libre arbitrio de los gobernantes de turno, así podremos los marabinos evitar que personajes como Daniel “Ponne la torta” vuelvan a ocupar algún cargo por poco importante que sea.

En definitiva, para realzar verdaderamente lo maravilloso de nuestra ciudad, que somos sus habitantes, con nuestra amalgama de características tan propias es necesario terminar de desterrar el sistema del tanto tienes tanto vales para siempre, seguro costará mucho, pero es el único camino que podemos recorrer, el otro es seguir en la permisividad, la abulia y la perdición, los marabinos no merecemos gobernantes como los que tenemos, de hecho, nadie los merece.


Miguelvillalobos9@hotmail.com









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José Miguel González Villalobos

Abogado, Magíster Scientiarum en Derecho Procesal Civil, Cristiano, Bilingüe, con baja tolerancia a la estupidez. Entrenador personal.

 miguelvillalobos9@hotmail.com      @jomigovi

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