No es un cuento chino ni es quimera lo que trato de decir en este artículo, porque de fuentes muy pero muy confiables, se tiene la certeza de que se posee en manos de Chávez, del Alto Mando Militar y de sobresalientes científicos venezolanos (así como lo oyen) una “ultra poderosa arma climatológica de rayos alfa” que dejaría frío y perplejo a la panoplia militar norteamericano-canadiense, poseedores de HAARP.
Cómo hizo Chávez para mantenerse con la boca cerrada durante tanto tiempo y guardar en el más estricto Top Secret, esa letal arma de destrucción masiva, de carácter militar, que viene a ser la contraparte HAARP de lo que los norteamericanos, canadienses y rusos, dicen tener…
¿Quién fue el fulano que lanzó la primera piedra y fue capaz de descubrir que, a mucha profundidad bajo tierra, como en efecto se tiene la sospecha, existen túneles laberínticos bajo una coraza de complejo granítico ubicado entre el borde norte de la cuenca del río Amazonas y el río Orinoco, y entre la costa del Atlántico y el río Negro (Amazona) en cooperación de científicos y geofísicos iraníes y norcoreanos (bajo asesoramiento chino-ruso), unos laboratorios de avanzada tecnología, en el que se presume sea el lugar de donde salió esta poderosísima arma de rayos alfa??
Estos complejísimos laboratorios bajo tierra están como ya menciono bajo una coraza de granito, lo que los hace prácticamente indetectable a los satélites espías norteamericanos. Y el proyecto es financiado por el actual gobierno venezolano utilizando minerales estratégicos como coltan, tantalio y colombio –abundante en el sur de Venezuela— y con la también activa participación de lo más granados científicos del IVIC, Naval, FAV y Ejercito.
Esta arma PRANAV siglo XXI, como se le conoce, con capacidad para generar terrorismo ecológico (modificación artificial del clima) no solo es capaz mediante el uso de rayos alfa controlar el clima, generar terremotos y activar volcanes a distancia. Sino que además es un arma tan fuera de lo común que puede alterar el cerebro rectilíneo y modificar el alter ego de los humanos, en un radio de acción de no menos 5.000 kilómetros a la redonda.
La denominación de PRANAV, “Proyecto de Radiofrecuencia Alfa Nano Ambiental Venezolano” es un emisor de rayos alfa que “bombardea” la atmósfera con ondas de nano radio, de muy bajo espectro, usando equipos sofisticados de transmisión de alta frecuencia (HF) y un conjunto de 207 antenas.
Tiene esta letal arma (PRANAV), la particularidad de lanzar hacia la mesosfera y la ionosfera terrestre los rayos alfa de muy baja intensidad y altísima frecuencia, que por lo complicado de sus cálculos físico-matemáticos fue hasta hace poco la piedra de tranca de geofísicos y científicos norteamericanos, rusos y canadienses, que no daban pie con bola, y que como fin último se descubrió por calificados científicos venezolanos en los laboratorios de Amazonas-Edo. Bolívar, el acertijo nanotecnológico, que consistió en que “la clave de la incertidumbre o principio geofísico se basaba en identificar la inestabilidad ambiental que, sumada a una pequeña cantidad de energía, liberaría cantidades ingentes de la misma “.
Bien, queridos Aporreadores, el imaginario da para muchas cosas, y es en eso en que se han convertido los banales periodistas opositores –caso Globoterror— desde sus programas de opinión fatuos, banales y ausentes de creatividad y contenidos, que no teniendo de antemano un tema con que alimentar en el día a día al hambriento psico-ego de su enfermiza teleaudiencia, recurren una y otra vez al calichoso argumento de que todo lo que ocurre en Venezuela es, por obra y gracia, culpa de Chávez (…)
Esta imaginaria recreación se hace con sorna y en respuesta a lo que desearían inventar contra Chávez los sempiternos tirapiedras de oficio, que al amparo de mentiras y falsos montajes mediáticos no se cansan ni terminan de convencerse, de que vivimos en un mundo donde lo virtual no es la pócima que se vive en el día a día. El cuento aquel (o síndrome del miedo) de Caperucita Roja y el lobo feroz de Charles Perrault, no tiene cabida en la coraza cognitiva y altos niveles de conciencia que posee actualmente el pueblo de a pie. Por tanto, hay que vivir en el aquí y el ahora y olvidarse de los montajes virtuales que aparte de que no sirven para nada, exacerban a lo Galeano, el mundo al revés.
Por tanto, hay que olvidarse del guión que le suministra Washington a los serviles disociados venezolanos, bajarse de esa falsa nube, y poner definitivamente los pies sobre la tierra.
joseagaporam@gmail.com