“Sus victorias eran puras; su amistad, viril; su corazón, de alas; su muerte, súbita y sombría, como la puesta de la luz. Por él parecen reales, aun a quien lleva los ojos sin vendas, las peleas de los dioses y aquellos escudos de oro que bajaban del cielo a defender a los héroes. Amó la América, y la gloria, pero no más que la libertad. La prosa que lo cante ha de ser apretada y movible, como sus batallones cuando daba en ellos el sol; y su oda, como el eco que va de monte en monte, por las crestas blancas de los andes”
Nos imaginamos que Martí al tener tal inspiración para referirse al “Gran Mariscal de Ayacucho” debió sentir grande admiración por su obra como soldado, patriota, ser humano y sobre todo como buen hijo de la América Libre, esta referencia pienso que hace de Venezuela cuna de gigantes durante toda su historia.
Sucre nace el 3 de Febrero de 1795, sus padres fueron: Don Vicente de Sucre y Doña Maria Manuela Alcalá. Desde muy joven destacó su grandeza militar, a los 15 años fue subteniente de las Milicias Regladas de Infantería, al año siguiente fue ascendido a Teniente y en 1812 ya era Comandante de Infantería, en 1814 se desempeño como Edecán del General Santiago Mariño, con Simón Bolivar diseño la II REPUBLICA, en 1816 jefe del estado mayor de Mariño con grado de Coronel y en 1819 General de Brigada a las ordenes del Libertador, Ministro de Guerra y Marina y Jefe Titular del Estado Mayor General interinamente en 1820. El 11 de Enero de 1821 Bolivar lo nombra Comandante del Ejercito del Sur, triunfa en Pichincha el 24 de Mayo de 1822, designado Comandante del Ejercito Unido y Jefe Supremo Militar, participó en la Batalla de Junín con triunfo patriota el 6 de Agosto de 1824, corona magistralmente su carrera militar el 9 de Diciembre de 1824 con la victoria en la Batalla de Ayacucho que selló la capitulación imperial española en la América del Sur, para Sucre significo, ser nombrado General en Jefe por el parlamento colombiano y por el congreso del Perú recibió el grado con que paso a posteridad “ Gran Mariscal de Ayacucho”. Sucre muere asesinado a traición en Berruecos el 4 de Junio de 1830.
Hoy como herederos de la libertad patriótica, constructores de un país nuevo y comprometidos para preservar intacta la soberanía de la nación; tenemos la obligación de mantener vigentes los valores que como hombre nacional mantuvo Sucre en su vida, entregada por una patria libre, hoy liberemos este país de mediocridad, de miseria humana y transformémoslo partiendo de nosotros mismos, convirtiéndola en modelo de desarrollo continental cumpliendo todos a cabalidad con nuestra responsabilidad como venezolanos, amantes y soñadores, sea cual sea nuestra trinchera de lucha y acción, nuestras creencias religiosas, nuestra ideología política, nuestro cargo, nuestros conocimientos ya que a la hora de la patria todos somos sus hijos y en todos caerá la consecuencia buena o mala. Invito a formar un ejército de venezolanos que dé la vida por el bienestar común de Venezuela, a apartar intereses mezquinos que multiplican los odios entre hermanos, a mirarnos como un solo pueblo, un solo fin, bajo un solo cielo, para una sola patria. Seamos pues “Hombres de Sol” como EL MARISCAL SUCRE.
taitofelipe@yahoo.es