Definitivamente, el imperialismo yanqui nos la está poniendo “de bombita”, utilizando un término beisbolero, para que la batíemos de jonrón, en lo que respecta a política anti-imperialista radical y socialista revolucionaria con las pretendidas sanciones del departamento de estado, que dirige la señora Clinton, hacia Venezuela, concretamente hacia nuestra empresa nacional Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Las mencionadas sanciones son producto de la relación comercial de PDVSA con el gobierno Iraní. Esta sanción es producto de un bloqueo decretado por el imperialismo yanqui y que logró imponerlo en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero Venezuela no es parte de ese acuerdo, por lo que para Venezuela son sanciones extra-territoriales, al margen del derecho internacional y forman parte de las relaciones injustas y desfasadas de la ONU.
Inmediatamente se supo la decisión gringa, el pueblo venezolano se ha venido activando y tomando las calles repudiando al imperialismo yanqui y existe un renacer anti-imperialista en Venezuela.
Por ello, se debe aprovechar ese despertar anti-yanqui para anular una sentencia impúdica que emitió la Sala Constitucional del TSJ, el 17 de octubre del 2008, en donde declina nuestra soberanía judicial ante tribunales internacionales, específicamente ante el tribunal mundial de la globalización neoliberal, que es una muestra de la privatización de la justicia como es la CIADE, de la cual debemos salirnos inmediatamente, como una medida de respuesta anti-imperialista ante la agresión del departamento de estado yanqui por la sanción a PDVSA.
Igualmente, la Sala Constitucional del TSJ, en vez de andar derogando la esencia de la soberanía nacional en materia judicial, y darle beligerancia a tribunales extranjeros, ha debido corregir los contrabandos que metieron infiltrados en la constituyente en el año 1999, como ese de establecer una coletilla, en el artículo 151 que dice “..si no fuere improcedente de acuerdo con la naturaleza de los mismos..”, coletillas, metidas allí con el fin de crear dudas y dobles interpretaciones, pero existe un claro mandato en nuestro constituyente y de un principio superior de soberanía nacional y de soberanía jurisdiccional, la cual es indelegable e insustituible por lo tanto no debería haber lugar a dudas; de eso se debería estar encargando nuestro máximo tribunal de ratificar nuestro anti-imperialismo, el cual está en armonía con el pensamiento bolivariano.
Por ello para que las movilizaciones anti-imperialistas sean, en verdad consecuente y anti-imperialistas de verdad, no solo debemos atacar a la derecha pro-yanqui arrastrada que está plenamente identificada, debemos atacar a unos “pitiyanquitos”, que tenemos aun dentro del proceso revolucionario, como estos que entregaron nuestra soberanía jurídica a tribunales internacionales y en concreto a la CIADE; y que usan mascaras, y aun están coleados en las marchas y expresiones anti-yanquis de ahora.
Unas de las movilizaciones del pueblo se deberían dirigir hacia el TSJ, haciendo este petitorio de carácter anti-yanqui y anti-globalización y anti-capitalista.
ES EL MOMENTO DE DESEMPOLVAR EL PROYECTO ANTI IMPERIALISTA ORIGINAL DE PETROAMERICA O PETROSUR
Es momento también de desempolvar el proyecto original de “PETROAMERICA”, una empresa multi-estatal Nuestramericana, en donde el petróleo Venezolano solo seria para los países del sur, ni una gota de petróleo para el norte.
Esto es coherente con el sentir anti-imperialista y englobado dentro de lo que debe ser la CELAC, no solo debe haber una macro-empresa petrolera sino que debe haber una empresa ferrocarrilera, de marina y aviación comercial, una infraestructura del Abya Yala, separada y en lucha contra los gringos del norte.
Además esta estrategia es la mejor vacuna en contra de las intenciones del imperialismo yanqui, que al caballo ya se le ven las patas; como es robarnos nuestras reservas internacionales y nuestros activos petroleros radicados en USA y si nos dejamos, nos invaden como a Libia; esa es la intención del imperio con estas pretendidas sanciones y nuestro máximo tribunal y la cúpula de PDVSA ha colaborado con estas pretensiones gringas al delegar por intermedio de sentencia firme, colocando al tribunal imperial de la CIADE como un “medio alternativo de solución de conflictos” por ser arbitraje (Es un tribunal imperial con justicia privatizada, los árbitros lo pagamos los pobres), ha delegado nuestra soberanía jurisdiccional, cuestión esta que no sería raro que ese arbitraje de la CIADE, nos embargue por la EXXON, ENTESA y otras empresas imperialistas atlánticas; por ahí vienen los tiros de esta medida.
Contra el Imperialismo Atlántico; pero también desenmascarando a los “pitiyanquitos” agazapados que tenemos a titulo de infiltrados dentro del proceso.
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar