Las revelaciones de Gerardo Blyde

Cuando el secretario general de Primero Justicia, Gerardo Blyde, deja en su oficina el traje de politiquero ramplón y la gomina distintiva del socialcristianismo puntofijista, sus disertaciones sobre política pueden resultar interesantes y hasta reveladoras.
 
En reciente entrevista al diario El Universal (26-02-06), Blyde habla de la lucha intestinal de la oposición para lograr un acuerdo de unidad de cara a las elecciones presidenciales del próximo 3 de diciembre, critica el extremismo de la ultraderecha y asoma un eventual deslinde con quienes han asumido el abstencionismo como la vía no-democrática de acceder al poder, aunque admite cometer una "inocentada" al manifestar su "esperanza" en que demócratas y golpistas eventualmente "coincidirán".
 
No obstante, lo mas revelador de la entrevista se centra en su opinión sobre las verdaderas causas de la abstención en las pasadas elecciones parlamentarias, la cual contradice totalmente el discurso antichavista que se apropia del 75% que no fue a votar, y las condiciones adicionales que habría tomado el CNE de lograr la participación de la oposición.
 
Con mucho sentido común, un rasgo definitivamente escaso entre la dirigencia antichavista, Blyde sostiene que la alta abstención no puede ser capitalizada por la oposición como si se tratase de un bloque homogéneo. Para Blyde, "creer que eso fue producto del retiro es ver el mundo por un huequito… Hay allí gente que no tenía por quién votar, chavistas que al no haber contrincante no fueron a votar; también hay gente que nunca vota… [y] tratar de unir ese 75% en un solo bloque es un error político."
 
Igualmente, Blyde cuenta su periplo por el proceso electoral parlamentario como secretario general de Primero Justicia, desde donde actuó como artífice de las "morochas" opositoras y de las negociaciones con el CNE para lograr, desde su punto de vista, "mejores condiciones" para la participación. Sin embargo, el proceso no dejó de ser traumático. Solo para lograr la tan anhelada "unidad" en sus morochas, Blyde debió recibir todo tipo de improperios desde sus propias filas. 
 
"Una vez que se produce el acuerdo - dice Blyde - muchos de los que no quedaron (en las listas y circuitos) empezaron a bombardearnos. Ahí quiero destacar el primer gran defecto que tenemos como oposición: todo lo que se trata de construir, desde nuestro mismo lado hay quienes tratan de destruirlo."
 
Con respecto a las negociaciones llevadas a cabo con el CNE, las presiones para forzar el retiro de la oposición de las elecciones parlamentarias fueron ciertamente abrumadoras. Tal y como lo confirma el propio Blyde, "no habíamos comenzado con la estrategia de realizar los requerimientos ante el CNE cuando ya, como está sucediendo hoy en día, se dividía a la opinión pública entre los que dicen que participar es una vía y los que están en el fondo defendiendo siempre la abstención."

Al igual que lo expresado en los informes preliminares de la OEA y Unión Europea, Blyde admite que el CNE accedió a eliminar los cuadernos electrónicos y las captahuellas que la oposición exigía como condiciones para participar en los comicios. Incluso Blyde revela que en conversación telefónica con el presidente del CNE, Jorge Rodríguez, éste le habría manifestado su intención de permitir el conteo manual en absolutamente todas las urnas electorales y no solo en la mitad de ellas como se había acordado anteriormente. Sin embargo, Blyde excusa el retiro de Primero Justicia porque no hubo suficiente tiempo para "vender la participación electoral" y convencer al antichavismo de que el "voto era confiable" cuando los que habían decidido boicotear el proceso "alimentaban la abstención" con un "mensaje destructor". En este escenario, dice Blyde, "aunque nos hubiéramos quedado no habrían votado por nosotros."
 
Blyde termina su entrevista argumentando que la negativa del CNE en no posponer las elecciones, fue lo que permitió la alta abstención, ya que no le dio suficiente tiempo al ala democrática de la oposición para vender la participación electoral y distanciarse del abstencionismo de sus copartidarios. Sin embargo, la oposición democrática ya estaba atrapada en la agenda golpista liderada por Súmate y financiada desde el exterior. Ningún tiempo adicional la hubiera salvado de su propia tragedia. Al parecer, la oposición democrática tendrá que morder el polvo para levantarse de sus ruinas y trabajar adecuadamente por una opción realmente democrática y deslindada totalmente de las pretensiones golpistas de la ultraderecha, tal y como el propio Blyde parece ahora entender.
 
Las revelaciones de Blyde son determinantes para establecer el escenario electoral de este año. La oposición reaccionaria encabezada por Súmate y AD no participará en las elecciones presidenciales. Su vocación golpista lo impide. Queda por verse, sin embargo, si la oposición democrática de centro izquierda y el ala democrática de Primero Justicia lograrán zafarse del chantaje de la ultraderecha y sus medios, y acudir al proceso electoral convencidos del camino democrático. La oposición democrática también deberá entender que aun perdiendo, podrán conquistar espacios políticos e influir de manera positiva en el proceso democrático y bolivariano del Venezuela.


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Antonio García Danglades


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