En Nicolás Maduro se conjugan de manera plena el pensamiento bolivariano con la doctrina chavista, enlazándose con la acción recogida de las mismas vivencias de estos dos grandes hombres de la historia mundial. Cuando Maduro reta al gobierno español a poner orden en sus medios de comunicación, renace el espíritu de Simón Bolívar al retar al imperio español solamente apoyado de las armas dadas por la voluntad del pueblo venezolano, hoy Maduro acusa al diario ABC por una campaña despiadada contra dirigentes del socialismo nacional y es su deber defenderlos ante la mentira y la infamia.
En buena parte la presión de Venezuela logró la eliminación del bloqueo norteamericano frente a Cuba, Maduro no le ha dado tregua a la oligarquía norteamericana ni a la criolla, al igual que Chávez, diplomático que se ponga a inventar lo saca de nuestras tierras. Maduro tiene en su haber las experiencias cercanas al lado del comandante supremo, sabe que no puede descuidarse porque se arriesga a otro abril del 2002. La prisión de Leopoldo López está más que justificada puesto que el hilo constitucional se respeta.
Bolívar fue traicionado, por eso debe estar alerta nuestro presidente, no se le puede dar un poquito de terreno a los que sabemos piensan en alcanzar el poder de cualquier forma. Ya los irrespetos de Ledezma no tenían parangón, sus críticas destructivas y su posición terrorista merecían un castigo, claro que faltan otros que no sabemos si se marcharan del país. Hoy más que nunca es necesaria la unidad en el socialismo del siglo 21, hoy no podemos estar pendientes de peleas intestinales por más grandes que sean, nos estamos jugando el mantenimiento del legado de Chávez, no podemos permitir que vuelvan los causantes del deterioro de nuestra patria, gracias a Chávez tenemos patria y es para defenderla jugándonos la vida por ella.
A la derecha le duele nuestra capacidad de gerenciar y hacer el bien, no aceptan que tengamos unos carnavales de corte internacional desarrollando el turismo con hoteles llenos y en sana paz. No aceptan que ahora es cuando estamos construyendo viviendas económicas al alcance del bolsillo de las clases populares. Les duele la Fiesta del Asfalto que sin escatimar esfuerzos se preocupa y ocupa por reparar las vías de comunicación. Maduro ha vivido bastante en revolución y no va a dejar que se cometan errores que perjudiquen la continuidad del socialismo.
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