En este país suceden cosas que nos hacen pensar que estamos viviendo en otro planeta, en donde como dijo Galiano el mundo está al revés, aquí si se es político y se delinque, sale más de uno a decir que se le están violando los derechos humanos.
Apenas hace poco uno de los políticos con más rabo de paja en este país ha declarado que en “una democracia no puede haber presos políticos”, como si los políticos que están presos lo estuvieran por serlo o porque cometieron, como cualquier ciudadano delitos contra personas y bienes al pisotear precisamente las reglas de la democracia, e intentar, ante su incapacidad para lograr llegar al poder por los voto obtenerlo a través de atajos como ha quedado demostrado.
¿O es que en una democracia, quien detenta el poder por decisión de la mayoría del pueblo, no tiene, no solo el derecho sino el deber de defender esa democracia?
¿O es que un mandatario tiene que salir corriendo cuando oye el primer grito o disparo y abandonar cobardemente al pueblo sin agotar todos los recursos que la Ley le da para defender la democracia?
Cuando un gobierno procede a hacer uso de los recursos legales contra quien osa irse por vías distintas a las constitucionales, como lo ha hecho el gobierno de Maduro, es porque tiene suficientes elementos que prueban esos hechos.
Aquí, encima de las pruebas, hay todo un pueblo, aunque parte de él tozudamente niegue los hechos de los que han sido testigos, que lo han sido porque afortunadamente todo es público y notorio y los elementos de prueba presentados son contundentes.
Lo que también es cierto es que como quien dirige a estos políticos presos, es quien se cree el policía del mundo y quienes delinquen bajo sus órdenes piensan que esa es la vía más expedita para llegar al poder, para el que se creen predestinados, deducen erróneamente que van seguros simple y llanamente porque aún no conocen esta patria a la que quieren gobernar, no se han leído su historia heroica, la pasada y la reciente y tampoco se han puesto a indagar los cambios estructurales y mentales que en este pueblo se han realizado después de la llegada de un gigante, que vino a partir esa historia en dos: antes un país sometido, expoliado, explotado, un país marioneta, patio trasero del imperio y ahora una patria que se está sacudiendo ese yugo aceleradamente hacia la segunda independencia y la verdadera libertad.-
Por eso precisamente están presos los que están y estarán los que faltan, están convencidos de que por otra vía distinta a la que nos han mostrado en los últimos casi año y medio jamás podrán lograr el objetivo de cumplir el encargo de sus amos, para que sirvan de entreguistas de la Patria y su riquezas.
Claro, tarde que temprano se van a convencer de que aquí hay un pueblo que ya les dio una lección cuando aún no estaba bien organizado y peor aun cuando teníamos una Fuerza Armada todavía no depurada como la de ahora, va a ser tarde para ellos y más, si por fin la invasión que tanto desean se cristaliza porque serán ellos los primeros que caigan ya que el pueblo sabe, quienes son y donde están.-
Mejor es que como decía Chávez, “dejen quieto al que está quieto” y no despierten al monstruo que ya despertó una vez bajo el liderazgo del primer Libertador y derrotó al imperio más poderoso de la época, una segunda vez con apenas una desperezada y derrotó al imperio más poderoso de la actualidad, bajo la conducción del segundo Libertador, cuando apenas comenzaba su gesta libertaria en el 2002 y que ahora con más fuerza, convicción y unión cívico militar lo derrotaría de nuevo.
Así son las cosas…