Puede emepezarse analizando la contraparte. Obama no lanzó un globo de ensayo, tampoco se sorprendió con los acuerdos de Unasur, Celac y otros organismos. Sus embajadas y servicios de intelogencia, sabían que habría rechazo al decreto.
Líneas informativas, políticas e ideológicas:
a) solo, destacar encuentro Barack Obama-Raúl Castro creando imagen de normalización entre la región y EE.UU por fines de controversia con Rusia y China.
b) Que encuentro con Castro era el fin de la guerra fria; Cuando leyes mas anticubanas : Ley Torricelli, 1992, Ley Helmes Burton Act 1996, Medidas de Clinton 1999 son posteriores al fin de la guerra fría. Querían ocultar, que bloqueo a pueblo cubano y decreto antivenezolano son continuidad de agresiones de mas de un siglo, contra America Latina.
c) Igual quisieron imponer que la cumbre reinicia las relaciones dentro del panamericanismo made in usa, cuando hay dos bloques, www.aporrea.org/actualidad/a2015123.html., que se relacionan; uno, autónomo (Celac, Unasur…) y otro agresivo e injerencista, pero que deben coexistir.
Nuestra América: Correa muy analítico en cuanto a alternativas políticas. Evo emotivo con preguntas demoledoras. Primera Ministra de Trinidad con discurso valiente contra decreto, Tabaré claro con Venezuela, Ortega análisis político y energético excelente, Dilma también precisa y Cristina de las que enfrentó a Obama nombrándolo.
Maduro, pronunció una de sus mejores piezas en temas internacionales, buena prosa y tono, jugó con sentido de la historia, muy político y diplomático, análisis apropiado de lo nacional-internacional, identidad con Fidel y la fraterna Cuba, dignidad al plantear los 4 puntos para negociar con Obama y sobre todo, la paz como objetivo.
La Cumbre de los pueblos tuvo papel masivo y aquí los agentes gringos no pudieron evitar las conclusiones antiimperialistas en nombre de millones.
Y nuestras víctimas de la Guarimba expusieron su dolor y reclamaron objetividad a quienes en el mundo parcelan los derechos humanos
La lucha continúa, los gringos seguirán buscando el derrocamiento de la Venezuela Bolivariana, de Evo, de Correa y Ortega, de quienes no se entreguen, para ello apoyaran grupos nacionales y montaran equipos en el exterior. Por eso es conveniente que en el 2018, en Colombia no gane un uribista y en Brasil no pierda el PT de Lula.