Auditoría de la deuda - América Latina y el Caribe

Versión selectiva. Contenido integral en www.jubileosur.org

“En Deuda con los Derechos” fue una de las principales conclusiones del Seminario Internacional “La Deuda Externa y sus Efectos en el Disfrute de los Derechos Humanos”, realizado en Lima, Perú, en Octubre de 2005. En ese Seminario surgió la idea de elaborar esta cartilla (publicación de la que se extrae este escrito), incorporando parte de cada presentación de aquel rico evento, así como los demás importantes hechos y experiencias de 2005: II Asamblea Global de Jubileo Sur en Habana, Encuentro Sur – Norte: Estrategias Frente a la Deuda Externa, III Cumbre de los Pueblos de la América, en Mar del Plata, y seminarios sobre Auditoria de la Deuda realizados en las ciudades de Luanda y Cabinda, Angola, África.

La lucha por la realización de la Auditoria de la deuda fue impulsada por Brasil a partir del Plebiscito de la Deuda Externa, realizado en el año 2000 por la Campaña Jubileo Sur, con la participación de centenares de entidades ciudadanas, movimientos y redes sociales. En este Plebiscito, cerca de seis – 6 – millones de ciudadanos exigieron la realización de la auditoria prevista en la Constitución Federal Brasileña. Mientras que el Congreso Federal se abstiene, estamos realizando la Auditoria Ciudadana de la Deuda, movimiento que tiene el trabajo voluntario de ciudadanos (www.divida-auditoriacidada.org) inconformes con las inmensas injusticias causadas por ese monstruoso, ilegal e ilegítimo proceso de endeudamiento.
Para obtener el reconocimiento de su independencia, el Brasil tuvo que asumir la deuda que Portugal tenía con Inglaterra. El monto fue de 1,3 millones de libras esterlinas, dinero que sirvió para luchar contra su independencia. (Marcos Arruda)
Hacen parte del bagaje que resultó en este escrito las experiencias de la Auditoria Ciudadana en Guayaquil, Ecuador, en el 2002; en Cape Town, Afrecha del Sur, en el 2004, y demás eventos realizados en todas las ediciones del Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil, en los años 2001, 2002, 2003 y 2005, así como en Mumbai, India, en el 2004, entre otros, destacándose el importante Plebiscito sobre el ALCA, en 2002, en Brasil, con la participación de diez – 10 – millones de personas.

Cada año, se viene expandiendo la idea de que la auditoria es una herramienta política para consolidar la lucha conjunta contra la dominación hecha por y con la Deuda; una estrategia clave en cuanto a la fundamentación y argumentación sobre la legitimidad de la deuda, lo cual contribuye al fortalecimiento y articulación de las diversas campañas y movimientos locales, nacionales e internacionales dirigidos hacia el repudio de la Deuda.

Hace 500 años que somos saqueados, explotados y robados. Precisamos romper con esta lógica, a partir de la concientización de nuestros pueblos, involucrando a todos los ciudadanos, intensificando el proceso de participación popular; tornando las informaciones relativas a las finanzas accesibles a todos; convocando y movilizando a la sociedad para enfrentar la armadura del endeudamiento, a partir de una amplia articulación y una verdadera Democracia Social Participativa.

Esperamos que esta cartilla AUDITORÍA DE LA DEUDA – AMÉRICA LATINA y EL CARIBE sea un instrumento de apoyo para alcanzar los objetivos de JUSTICIA y LIBERTAD para nuestro pueblos, a ayudando a movilizar a la sociedad y levantar las pruebas de que “Somos acreedores y no deudores”.
Coordinación de la
Auditoria Ciudadana de la Deuda
Brasil, Enero de 2006

1- INTRODUCCIÓN

El actual estado de endeudamiento del Tercer Mundo es fruto de una estrategia de expoliación y subordinación comandada por los países ricos, por las grandes corporaciones e instituciones financieras internacionales y multilaterales, que giran en perfecta sintonía con las negociaciones de los países pobres.

Este trabajo se propone enfocar el tema del endeudamiento de los países de América Latina y del Caribe, resaltando las impresionantes semejanzas de diversos aspectos de nuestra historia política y económica, responsable de la situación de dependencia económica, endeudamiento, desigualdad social y extrema injusticia en que nos encontramos. Es decir, queremos mostrar que no fue mera “coincidencia” que nuestros países hayan aplicado políticas semejantes; fuimos víctimas de una continua estrategia de dominación, articulada y engendrada desde las élites del Norte, que contó con la complicidad de los gobernantes del Sur.

La práctica de una política económica estéril, que destina de los recursos al pago de las deudas externa e interna, es una característica que hermana a la mayoría de los países de nuestro hemisferio, impidiendo que gran parte de la población tenga una vida digna. El peso del endeudamiento es transferido hacia la sociedad, que muchas veces ignora las causas de los principales problemas sociales, tales como la miseria, el hambre, el desempleo y la violencia. De ahí la necesidad de popularizar la discusión sobre la deuda y desarrollar la conciencia ciudadana en el hemisferio, fortaleciendo la demanda de una profunda y completa auditoria del proceso de endeudamiento en cada país.

Por medio de las Auditorias, nos proponemos revelar toda la verdad sobre tal proceso y sus graves consecuencias, dentro de las que se destacan la amenaza a la soberanía, los ajustes presupuestarios, las privatizaciones y la imposición de “Tratados de Libre Comercio” (TLC) que no atienden a los intereses de nuestros pueblos, profundizando todavía más las desigualdades y los problemas fundamentales que las causan.
Venezuela suspendió el pago de su Deuda en 1899 y nuestros puertos fueron bloqueados por Alemania e Italia. Sufrió asedio naval durante tres años y bombardeos en 1902 y 1903. Históricamente, los gobiernos de los países del Sur no han conseguido liberarse de las ataduras de la deuda. A pesar de los diversos recursos jurídicos previstos en el Derecho Internacional, el sistema financiero y los llamados acreedores de los países ricos imponen cláusulas leoninas a nuestras naciones, comprometiendo nuestra soberanía, y prodiguen innovando mecanismos de expoliación. Como la reciente propuesta de pre-pago de la Deuda y otros mecanismos ventajistas incluidos en las propuestas de refinanciamiento. Por eso el ansia de encontrar una salida para este cuadro de dependencia y despojo es generalizada.

Además, ningún país, de forma aislada, ha logrado cambiar la estructura de dominación impuesta por los gobiernos del Norte y por el Sistema Financiero. Con la finalidad de modificar esta correlación de fuerzas, se vuelve necesario el viabilizar la construcción de una articulación de organizaciones y movimientos sociales de los países del hemisferio, fortaleciendo el tejido social y la participación ciudadana. Uno de los caminos para esa articulación es la realización de auditorias de la deuda, buscando descubrir toda la verdad sobre el proceso que victima a nuestros países y sociedades, a fin de lograr también la sanción de los responsables y la reparación de los daños criminales.

A partir del levantamiento de hechos y documentos que evidencien la ilegitimidad de este proceso, los gobiernos de nuestros países podrán promover acciones conjuntas, de forma articulada y organizada, rescatando los principios de la ética y de la justicia, los mismos que deben regir las relaciones entre los pueblos y las naciones.

El Caribe: Bahamas, Barbados, Belice, Cuba, Guyana, Haití, Jamaica, República Dominicana y Suriname.

América Latina: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Venezuela, Uruguay, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua.

(Nota del Editor: Temporalmente omitidos, que no olvidados, nuestros hermanos de Puerto Rico, Curaçao, Aruba, Bonaire, Grenada, Montserrat, Guadalupe, Martinica, Trinidad-Tobago, Saint Eustatius, Saba, etc.).

LATINOAMÉRICA

Una breve reseña de una historia de injusticia

2.1 - El Colonialismo Político y Económico

A partir de invasiones que no respetaron las diversas naciones que habitaban estas tierras, la historia de los países latinoamericanos y caribeños está marcada por la explotación y la opresión.

Siglos de colonialismo explotaron no sólo a los seres humanos –convertidos en esclavos o exterminados– sino también a los recursos naturales -oro, plata, piedras preciosas, maderas y demás productos fueron pirateados de nuestras tierras sin ningún escrúpulo.

Al buscar la independencia política, caímos en la dependencia ante nuevos poderes económicos. Las injustas reglas del comercio, aliadas a las enormes deudas financieras impuestas por las Coronas para reconocer políticamente nuestra independencia, significaron enormes barreras para el inicio de nuestro desarrollo.

Desde su independencia en la década de 1820, los países de América Latina sufrieron cuatro grandes crisis de la deuda: 1820, 1870, 1930 y 1980.

El siglo XIX, en el que imperaba el liberalismo económico, tuvo en América Latina una de sus expresiones en la política de endeudamiento con respaldo en aduanas, ferrocarriles y materias primas.

Influenciados por la crisis financiera de 1929, catorce de nuestros países, desde 1931 hasta 1935, suspendieron el pago de su deuda externa, promovieron auditorias y realizaron una moratoria articulada.

De acuerdo con el Profesor brasileño Reinaldo Gonçalvez, la mejor síntesis de los resultados de la auditoria de la Deuda externa ha sido hecho por Arthur de Souza Costa, ministro de hacienda de Brasil, cuando en 1935 afirmó que “la historia de nuestros empréstitos contiene operaciones de número exagerado, onerosas y ruinosas, hechas sin finalidad económica, con repercusión en el desarrollo del país. En su mayor parte ellas fueron determinadas por la necesidad de cubrir déficits presupuestarios”.

Históricamente, nuestras economías fueron sacrificadas por el comercio internacional injusto, por la desvalorización de nuestras mercaderías y por la sobre valoración de los productos industrializados producidos en los países centrales.

Una coincidencia más en nuestro hemisferio: cuando la supuesta “amenaza comunista” ganaba espacio en el mundo, principalmente después del triunfo de la Revolución Cubana, a finales de los años 50, dictaduras militares tomaron el poder, eliminaron o deportaron a los mayores liderazgos nacionalistas e iniciaron un nuevo ciclo de endeudamiento, especialmente en la década de los 70, cuando la oferta de petrodólares era abundante en el mercado financiero internacional y las tasa de interés muy bajas.

¿El endeudamiento era una necesidad o fue una imposición?

En la década de los 70, hubo una expansión crediticia por exceso de liquidez en los países desarrollados. Si los más ricos hubiesen pagado más impuestos, ¿hubiese necesitado endeudarse nuestros países? Otro problema fue el mal uso de los recursos de los préstamos, ineficiencia y corrupción (obras sobredimensionadas, innecesarias o, muchas veces, dañinas). En la década de los 90, creció la deuda para el pago de las deudas anteriores, y para implementar medidas en el marco de los “ajustes estructurales” (reducción de los estados, privatizaciones, libre comercio) con las que se decía se iban a generar mayores ingresos y empleo. Pero, la pobreza y el desempleo crecieron más aún.
Después del endeudamiento facilitado e incentivado por los acreedores en la década de los 70, nosotros y nosotras fuimos todos golpeados por la elevación unilateral de las tasas de interés por los EEUU a partir de 1979, responsable por la crisis de endeudamiento que tuvimos que enfrentar en la década del 80. Esta crisis se agravó por efecto del comercio internacional asimétrico e injusto.

En la actualidad Bolivia es considerada como un país pobre muy endeudado (PPME), por lo que se encuentra comprendido en la iniciativa HIPC (PPME). Esta iniciativa, que ha tenido muchas etapas, condona algunos endeudamientos, pero a cambio de profundizar las reformas estructurales que imponen inhumanas políticas de ajuste del gasto social. Hasta hoy, Bolivia no cuenta con un sistema social de pensiones.

En 1982 se produce la crisis de la deuda mexicana, que conllevó un pánico financiero generalizado que ocasionó el corte de los flujos financieros Norte-Sur, lo que ocasionó crisis de deuda en la mayoría de los países de nuestra región, como por ejemplo Perú, que tuvo que renegociar su Deuda en 1983, pero no pudo cumplir con sus compromisos de pago desde 1984. (¡Vaya negociación!)

DEUDA EXTERNA:
Manipulación de los Prestamistas

Las estadísticas acumuladas demuestran que la Deuda Externa de América Latina creció a partir de las necesidades de invertir las superganancias generadas por el alza en los precios del petróleo en los años 70, y con la subsiguiente manipulación de las tasas de interés en desde 1979. En los años 80, los pagos por servicio de la Deuda fueron sustancialmente mayores que los préstamos. En los años 90 ocurrió una nueva oferta de capitales financieros (para hacer posibles los pagos de la deuda de los años 80), y, otra vez, la Deuda volvió a crecer exorbitantemente.

La Deuda Externa de Latinoamérica era de US$32.528MM en 1970. Desde 1971 hasta 2002 la transferencia neta a los acreedores (pagos menos nuevos préstamos) fue de US$192.769MM, y la Deuda para 2002 alcanzó la cifra de US$727.069 Millones!

LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO (TLC)

La deuda externa es un mecanismo perverso para los países del Norte imponerles a los países del Sur la firma de Tratados de Libre Comercio con base en las recomendaciones de las Instituciones Financieras Multilaterales. Los lineamientos del Consenso de Washington también prepararon el camino para el ALCA y los TLC –Tratados de Libre Comercio-.

En Junio de 1990 el ex Presidente George Bush lanzó la Iniciativa para las Américas, que fue la génesis del ALCA y de los TLC, basada en tres pilares fundamentales:
Creación de la Zona de Libre Comercio hemisférica;

Desregulación de la Economía y garantías para las inversiones extrajeras;

Reducción de la Deuda con el gobierno norteamericano si… se adoptaban reformas profundas con el FMI y el BM (Banco Mundial).
Hubo un período de estancamiento debido a la Guerra del Golfo y dificultades en la aprobación del TLCAN/NAFTA (Tratado de Libre Comercio de la América del Norte). Sólo en 1994 se dio comienzo al TLCAN, y se anuncia la creación del ALCA, que entraría en vigor en Enero de 2005. (Como sabemos, tal propósito se frustró ruidosamente a finales del año pasado – 2005 -, en la Cumbre Presidencial de Mar del Plata, en Argentina).
Según la Secretaría de la ONU, la relación entre los precios (los términos de intercambio) de la canasta de productos exportados por el Sur y la importada por el Norte, pasó del índice 100 en 1980 al índice 48 en 1992.

Para los quince – 15 – países de renta media fuertemente endeudados – Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, etc., - las pérdidas totales debido al deterioro de los términos de intercambio se elevaron, en el período 1981-1989 a US$247,3 mil millones.

Eric Toussaint, “La Bolsa o la Vida”Ahora la construcción del ALCA ha cambiado, pues no pudo entrar en vigor por diferencias en el MERCOSUR, la oposición de Venezuela, y la confrontación de ésta con los Estados Unidos, especialmente respecto a Propiedad Intelectual y Agricultura. (Lo que arteramente acaba de ser manipulado – y pasado en paquete sin la oposición de Venezuela – en la Reunión Ministerial de la OMC en Hong Kong de Diciembre 2005).

En cambio, EE.UU. avanza a través de la negociación de los TLC bilaterales y subregionales, logrando en forma casi generalizada que los países latinoamericanos acepten individualmente lo que en grupo rechazan. Los TLC consolidan las políticas de apertura y desregulación instrumentadas durante los años 90. En algunos casos éstas produjeron equilibrios macroeconómicos, relativa modernización del aparato productivo, pero por todas partes generaron concentración de la riqueza, desigualdad en la distribución del ingreso, exclusión masiva, precarización del trabajo, crecimiento de la economía informal y debilitamiento de la democracia.

3 - AUDITORÍA DE LA DEUDA

Cuando miramos toda esta situación de América Latina, pensamos que es necesario hablar sobre alternativas. La auditoria de las deudas puede ser una contribución importante en la lucha contra el neoliberalismo y el imperialismo. Puede aportar elementos contundentes para avanzar en la lucha hacia el NO-pago, repudio o anulación de las deudas injustamente cobradas e, indirectamente, para el cambio de las estrategias de desarrollo basadas en la utilización de préstamos extranjeros cuando lo más importante es el evitar la fuga de nuestro ahorro. La prueba de todas las ilegalidades de la deuda puede permitir a los gobiernos de nuestros países volver a tomar posiciones soberanas.

“En la década del 70, hubo gran desequilibrio externo como consecuencia de la “Crisis del Petróleo” cuando sus precios en el mercado se elevaron absurdamente. Los países ricos, al articular una política común tratando de contener el ritmo de la actividad económica y disminuir los precios internacionales de las materias primas y productos primarios en general, estimulaban (FMI, BM y GATT) a los países emergentes a mantener sus economías abiertas, sustentando niveles de importaciones incompatibles con una economía mundial a la defensiva, a la vez que estimulando el endeudamiento a intereses bajos. En 1979 USA, unilateralmente, elevó sus tasas de interés del 5% hasta el 20%, produciendo el estrangulamiento de nuestras economías. Desde hace algún tiempo distintas campañas y organizaciones que trabajan en el tema de la Deuda, comenzaron a exigir la realización de auditorias oficiales de las deudas reclamadas a cada uno de nuestros países. Consideramos que es necesario llevar a cabo un análisis pormenorizado de los motivos y las maneras en que se han contraído las Deudas, los montos que se han desembolsado para el pago de intereses y servicio, así como las consecuencias que han traído y que aun traerán para nuestros pueblos y países.

Esta Auditoria tiene que reflejar la dimensión política y estratégica de la Deuda Externa, requiriendo de un diseño de un riguroso multisectorial e interdisciplinario y de la participación de la Sociedad organizada.

Realizar tal auditoria con la participación de la Sociedad forma parte de la obligación del Estado de rendir cuentas a sus ciudadanos y ciudadanas, y del derecho que tienen los pueblos a estar informados, participar en la toma de decisiones en las políticas que les afectan, y ejercer control y vigilancia sobre las actuaciones del gobierno.

No obstante, las auditorias no son un fin en sí mismas, sino una herramienta política para fortalecer la lucha conjunta contra la dominación hecha por medio de la Deuda. Las Auditorias posibilitan combinar las luchas del Sur y del Norte, porque conviven con distintas estrategias. Así las Auditorias deben demostrar las condiciones de ilegitimidad e ilegalidad de la Deuda Externa reclamada a nuestros países.
Sobre el caso brasileño: “El resultado fue el programa de ajustes externos patrocinado por el FMI (la primera vez que Brasil recurrió al FMI fue en 1983), que estableció medidas económicas recesivas para nuestra economía, provocando profunda desestabilización monetaria y gran aumento de las tasas de inflación, por causa del aumento de los costos provocados por las medidas (clásicas) ortodoxas impuestas. En tal proceso perverso de ajuste internacional, la contrapartida de los superávits externos acumulados por la OPEP en el período 1974-1981, de aproximadamente US$400.000MM, no se dio en las balanzas de pagos de los países industrializados, sino fundamentalmente en las cuentas externas de las naciones en desarrollo.”

(Prof. Dércio García Munhoz)Las Auditorias deben ser integrales y multicriteriales, incorporando el uso de una amplia gama de indicadores que permitan investigar y demostrar las características y procesos de acumulación de la Deuda, así como también de las Deudas Sociales, Ecológicas e Históricas. Tienen también que ser procesos participativos con carácter multisectorial e interdisciplinario, que comprometan a todas o la gran mayoría de las organizaciones y movimientos sociales, políticos, económicos, espirituales, culturales, etc., nacionales y regionales, así como a redes internacionales de apoyo – CADTM-OID, Jubileo Sur, Attac, etc.- y tengan reconocimiento tanto de los actores financieros involucrados como de las Agencias Internacionales de la ONU, Parlatino y Parlamento Andino, y de las Instituciones Multilaterales (FMI, BM, OMC, BID, CAF, etc.). De esta forma, las auditorias deben contribuir a desenmascarar el discurso ideológico públicamente establecido acerca de la Deuda Externa e Interna, que promueve la aceptación, resignación y pasividad frente al verdadero carácter de la deuda neutralizando las posibilidades de desarrollar alternativas de valor superior.

Las auditorias sociales, hechas por la ciudadanía organizada, constituyen una forma efectiva de presionar para la realización de auditorias oficiales por los poderes constitucionales jurisdiccionales – en el caso de Venezuela, el Poder Moral, y en última instancia la AN -. Por tanto, el objetivo de la auditoria de la deuda es analizar el proceso de endeudamiento del País, revelar la verdadera naturaleza de la Deuda y, a partir de ahí, promover acciones en el sentido de revertir la dominación ejercida a través de ella y resolver las distorsiones socio-económicas y de dependencia que genera.

(Siguen casos y ejemplos contenidos en el trabajo original y en los siguientes portales de la WWW:

www.jubileosur.org
www.jubileobrasil.org.br
www.auditoriacidada.org.br
www.cadtm.org
www.aporrea.org/contradeudas).

4 - CONCLUSIONES y ALTERNATIVAS

Los pueblos del Sur son los verdaderos acreedores de una masiva deuda ecológica, moral, social, financiera e histórica que se ha venido acumulado durante los últimos siglos a lo largo de una prolongada historia de sometimiento y colonización que continúa hoy acumulándose como consecuencia del no interrumpido proceso de saqueo y expoliación –más que explotación– de nuestros recursos, nuestro trabajo y nuestras economías.
La Deuda Odiosa

La doctrina de la Deuda Odiosa surgió en 1927 por elaboración intelectual del ruso Alexander Sack, al observar el caso en que los EEUU pidieron la anulación de la deuda cubana con su ex metrópoli, España. Tal anulación era sustentada en el hecho de esta última haber impuesto la deuda a su colonia. La teoría es ejemplificada también con los casos de México en 1867, de Cuba en 1898, de Prusia en 19019, de Costa Rica en 1923 y, recientemente, en 1998, con la anulación de la deuda exigida a Ruanda, acordada por el parlamento británico, al reconocer que la deuda de aquel país se destinó a la adquisición de armamento utilizado contra su propia población civil.
El pago de la deuda conlleva una violación sistemática de los derechos humanos, en especial de los de naturaleza económica, social y cultural.

Para que las personas en edad de trabajar puedan insertarse en el mercado laboral que crea la inversión –ya sea esta pública o privada– deben de estar calificadas, saludables y disponer de servicios básicos de vivienda digna, agua y alimentación. Sin embargo, se ven imposibilitados de brindar –a la gran mayoría de la población– tales servicios básicos constituyentes de derechos humanos fundamentales y obligaciones de los Estados que han ratificado el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales –PIDESC-, lo que determina que grandes segmentos de nuestras poblaciones no se encuentran en condiciones físicas ni anímicas para cumplir con ninguna responsabilidad laboral decente aunque esta les fuera accesible y, por consiguiente, se ven imposibilitados de realizar sus proyectos de vida y de contribución al bien socio-económico de sus comunidades y naciones. (Al respecto, ver Declaración de Lima en www.pidhdd.org.pe).

Justamente, nuestros países no pueden atender estos derechos porque destinan más del 25% (en promedio) de sus respectivos presupuestos públicos al pago del servicio de la Deuda.

No obstante, a la violación de estos derechos fundamentales, económicos, sociales y culturales, la lucha frente a la Deuda ha llevado en muchos casos a la criminalización de la protesta social generada por ella, produciéndose encarcelamientos, muertes, desapariciones y exilios, violándose así también los derechos humanos de naturaleza civil y política.

La auditoria de la deuda es el instrumento civilizado que permitirá levantar toda la verdad sobre ese proceso, presentándose también como un procedimiento no contencioso de exigencia social a ser adoptado conjuntamente por los países endeudados –al menos en nuestra Región-, fortaleciendo la articulación de las diversas campañas y movimientos sociales locales, nacionales e internacionales como el Foro Social Mundial, dirigidos al repudio de la Deuda, dentro del contexto general de activismo responsable por “Otro Mundo Posible”.
Extracto de la “Cartilla” AUDITORÍA DE LA DEUDA - AMÉRICA LATINA y EL CARIBE

Documento de apoyo comunicacional distribuido en el VI Foro Social Mundial de Caracas y el II Foro Social de las Américas por Jubileo SUR, Brasil www.jubileubrasil.org.br
[**] Versión selectiva por Paulino Núñez (PauliNonius) / de la Red Venezolana Contra la Deuda Capítulo de CADTM-OID



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Paulino Nuñez


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