Trincheras de Ideas

Rajoy injerto fascista de Franco y Mola con sobredosis de mentalidad colonial

Así como el presidente español Aznar fue uno de los precursores de la criminal invasión a Irak, comprometió a España en esa aventura bélica que le ha costado a esa sufrida nación un millón largo de muertos asesinados por el ejército norteamericano y sus ejércitos aliados de España y la Otan, todo en base a una mentira en la que se fundamentó la invasión, las inexistentes armas de destrucción masiva.

Ahora ese esperpento fascista que mal gobierna a España, Mariano Rajoy, quiere emular a su también carnal fascista, el Aznar que no tiene empacho en entrometerse en los asuntos internos de Venezuela y pedir abiertamente el derrocamiento de Nicolás Maduro. No titubea el mini presidente español en calcar en infame decreto de Obama y declaró que Venezuela es una amenaza para la seguridad nacional de España. Tamaña estupidez no tiene nombre, causaría risa si no fuera porque los gobiernos derechistas de Europa cuyos ejércitos se agrupan en esa banda y antro criminal que es la Otan nos tienen en la mira.

Rajoy, al que le quedan pocas semanas en el gobierno porque el grupo fascista Partido Popular va a quedar reducido al nivel de un bagazo político en las elecciones venideras, le está correspondiendo –es el papel que le ha asignado el imperio yanqui– hacer las tareas sucias mediáticamente a nivel de Europa contra Venezuela, su Gobierno y el proceso revolucionario.

¿Cómo se puede justificar el masivo y totalitario ataque sistemático, sostenido por toda la prensa escrita, radial, televisiva, páginas web españolas contra Venezuela si no un trabajo de laboratorios de guerra sucia donde incluso se puede percibir claramente la mano del mercenario JJ Rendón, la de otro mercenario, Luis Arroyo y la charca mayamera, cuya estrategia está más que clara?

¿Cómo pueden justificar las corruptas clases dominantes españolas, la oligarquía política que han deliberadamente construido una estrategia mediática destructiva, altamente dañina, cargada de burdas mentiras, infamias contra el Presidente Maduro y el Gobierno revolucionario, intrigas contra un lejano y pacífico país como lo es Venezuela, que después de las derrotas inflingidas a los ejércitos coloniales, a los 14 mil soldados que vinieron con Pablo Morillo en 70 barcos de guerra super armados, ejército invasor que fue diezmado, pulverizado por las fuerzas patriotas al mando del Libertador Simón Bolívar en la suprema Batalla de Carabobo en 24 de junio de 1821 que selló la independencia definitiva y total de Venezuela, pero que continuó hacia el Sur de América y los ejércitos libertadores comandados por Bolívar, liberando a la Nueva Granada (Batalla de Boyacá), a Ecuador (Batalla de Pichincha), al Alto Perú (Batalla de Ayacucho). Después vino la paz.

¿Qué es España sino un paisito tercermundista con pretensiones de ser lo que no es, sus clases dominantes se la echan de grandes cacaos, que usan palillos de dientes para aparentar que han comida, con un desarrollo industrial medio; país dividido en varias naciones terriblemente separatistas (Vascos, Catalanes, Canarios, etc.) que por la fuerza de las armas, la violencia y el entreguismo se les niega su independencia; un país que es la Meca de la pornografía mundial; que ostenta la terrible cifra del 26% de desempleo, que si se aplica a los jóvenes alcanza porcentajes astronómicos; con la criminal e inhumana ley de desahucios donde es un lugar común ver allanamientos violentos por la policía a moradas habitadas por ancianos, sacarlos a empellones a la calle, producto de esa criminal política de la burbuja inmobiliaria que ha dejado a más de un millón de españoles sin vivienda?

¿De qué moral nos van a hablar si porque alguna persona con hambre hurga buscando comida en un basurero público es reducida a prisión? ¿Dónde está la libertad de expresión de la que se jacta ese petimetre de Rajoy y sus ministros, que a la menor crítica de algún ciudadano es multado, reducido a prisión, pero si se toleran campañas brutales contra un país con el que se tienen relaciones desde hace muchos años, se hacen negocios multimillonarios y se explota a sus trabajadores en esas empresas que que el escuálido presidente ahjora defiende; una nación que ha recibido a los españoles en cifras millonarias y muchos de esos ciudadanos son millonarios y poseedores de bienes e instrumentos de producción, empresas de diverso género, lujosas casas, comercios de todo género en gran cuantía?

¿Cuándo ha sido tocado en Venezuela un ciudadano español, sino más bien muchos han dejado un mal ejemplo apoyando dictaduras como la del dictador Marcos Pérez Jiménez que los amamantó, igual que a muchos ciudadanos italianos y portugueses, cuando en 1957, el que sí era un dictador de verdad, apeló a un plebiscito para ser reelecto Presidente, el 90% de los votos que sacó fueron de ciudadanos de esas nacionalidades mientras el pueblo venezolano votó masivamente en contra suya?

Aquí se ha estimado a la colonia española, de hecho muchos españoles republicanos y comunistas empuñaron las armas cuando la izquierda revolucionaria se alzó en armas contra la satrapía de Rómulo Betancourt y su nefasto partido Acción Democrática. Pero no pocos españoles propietarios, millonarios, y de otras nacionalidades se aliaron a los gobiernos de la Cuarta República, hoy incluso, desde instituciones como Fedecamaras y otras organizaciones empresariales, conspiran en la Guerra Económica contra nuestro pueblo, acaparan la comida, esconden las mercancías, generan una artificial inflación y han construido un pequeño ejército de mercenarios y traidores a su patria que son los bachaqueros, sectores desclasados de la sociedad, lumpen sin alma, sin sensibilidad, sin un atisbo de conciencia de lo que la Patria. Muchos aman de Venezuela es su riqueza, las oportunidades de apropiarse de parte de la renta petrolera como el resto de la burguesía parásita, dicen contribuir a su engrandecimiento pero lo suyo es un negocio; para ellos el país es una enorme factoría a la que hay que sacarle el jugo, exprimirla.

Pero los descendientes de las grandes emigraciones de los años 50’ de Europa, que pasaba tremenda hambruna, que debía reconstruir países enteros destruidos por la guerra y el terror nazifascista, nacieron en Venezuela, y en muchos de ellos se acentuó la mentalidad capitalista, muchos más preparados que sus padres herederos de esas fortunas –no todas muy bien habidas–. De Venezuela les interesaba y les interesa su riqueza y las oportunidades de hacer dinero fácil, explotando o super explotando a los obreros que, de paso, los consideran flojos y por ser negros, indios o mestizos –como somos la mayoría de los venezolanos– los discriminan en el más brutal y abyecto racismo. La Patria como la sentimos la gente del pueblo, no les interesa, ni su historia, ni sus tradiciones, ni su grandeza histórica. Como los viejos godos y oligarcas de la colonia, lo suyo era y es un negocio. Una enorme cantidad no se sienten venezolanos, pero tampoco son españoles, son unos desarraigados, ¿y qué es la España de hoy? Un país sin historia contemporánea digna que contar, a no ser los interregnos de la fundación de la República y la heroica guerra civil contra el fascismo de Franco, Mola y el infierno. Después no hay nada grande que contar a no ser las luchas de los obreros asturianos y de otras nacionalidades que en algún momento se van a desgajar de esa gran mentira que es España. Por eso le temen tanto a los jóvenes de Podemos y a la izquierda, comunista y socialista auténtica, que se ha venido levantando después de la traición de Santiago Carrillo -firmante del infame Pacto de la Moncloa- con su derechista euro comunismo y otros revolucionarios tras la caída de la URSS y el campo socialista europeo.

Algo distingue a muchos de los desarraigados herederos de los emigrantes de los años 50', una clase media, media y media alta con importante poder económico y su furibundo credo fascista, su visceral odio a Hugo Chávez y el proceso de la Revolución Bolivariana, su profundo desprecio al pueblo pobre y trabajador. Los pudimos ver actuar masivamente en las marchas subversivas contra el Gobierno los años 2001 y 2002 en busca de su derrocamiento de Chávez y fueron instrumentos de los sectores realmente poderosos, la oligarburguesía venezolana y, sobre todo, del gobierno norteamericano, presidido por ese engendro de la naturaleza y genocida que fue George W. Busch.

¿Por qué el estúpido de Rajoy habla de la presunta integridad de sus 200 mil compatriotas y sale en su defensa cuando en la puta vida de los gobiernos franquistas y post franquistas se han acordado de la emigración y los emigrantes españoles? ¿A qué vienen, esas lágrimas de cocodrilo y defender la integridad de la colonia española que a nadie se le ha ocurrido atacar? Eso es lo mismo que dicen los yanquis cuando van a atacar un país, "defender los intereses económicos y a los ciudadanos". No nos llamemos a engaño, lo que busca ese sector de la burguesía española y varios oligarcas de otras naciones europeas, siguiendo las órdenes del Pantágono, el Departamento de Estado y, por supuesto, la CIA y el flamante FMI, es activar una potencial agresión militar por parte de ejércitos de la Otan, ¿y cuál es el país latinoamericano que es miembro de la Otan? Adivinen: ¡Colombia!

Las fuerzas de izquierda venezolana, el amplio campo socialista, el movimiento popular chavista y, particularmente los medios alternativos y comunitarios en todas las vertientes, deben dirigir las respuestas más firmes y contundentes contra el títere presidente español Mariano Rajoy, su fascista gobierno y enfrentar toda la canalla mediática española, desenmascarar las mentiras, denunciar la injerencia en los asuntos internos venezolanos. Dirigir telegramas a la Cancillería española, a Rajoy mismo, a la embajada española en Venezuela. Una por una no es trampa. ¿No tienen años atacándonos de todas las formas y maneras? Vamos a enseñarles a esos nuevos colonialista que quienes los sacaron de América fuimos en buena medida los venezolanos. Lean la historia, véanse en el espejo de la humillación que estos indios, blancos, negros, mestizos, zambos, cuarterones, a los cuales desprecian, les causamos hace 200 años dirigidos por Bolívar, hoy por Chávez y el chavismo, la más humillante y terrible de las derrotas. En España la Revolución Bolivariana tiene muchos simpatizantes y seguidores, busquemos su solidaridad. (28/05/16)

(humbertocaracola@gmail.com) (@hgcaracola) (revistacaracola.com)

 



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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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