En las últimas horas se precipita un desenlace, las tensiones políticas estallan, se caen los disfraces, las caretas se diluyen, las voces se aclaran. Vivimos momentos que, como dijo aquel ministro, son históricos pero como ejemplos de traición a un proceso. Pueden ser también ejemplos de un proceso que se resiste a suicidarse, de unos dirigentes -pocos- que salen en defensa del sueño centenario, decididos a que no se repita el Gólgota, San Pedro Alejandrino, resteados con el sueño de Chávez.
Cómo guiarse en este fango en que nos convirtieron la política, cómo encontrar la verdad en medio de tanta simulación, cómo entenderse si el lenguaje fue pulverizado, ya las palabras no significan, sólo aparentan, ocultan, disfrazan. Nos borraron la historia, el Socialismo es sólo un eco muy lejano, el Chávez que conocimos fue sustituido por el Chávez de la conveniencia, por un lado le levantan estatuas y por el otro lo traicionan. La derecha externa se mueve monitoreada por la embajada gringa, el gobierno también; shannon es el gran timonel, vino, injerencista, con desfachatez a dirigir la entrega del último bastión chavista: ¡el decoro! De aquí en adelante a esta dirigencia no les pidamos coherencia, mucho menos lealtad, de aquí en adelante serán históricas las volteretas.
Hablarán de antiimperialismo, sólo los pendejos les creerán; hablarán de guerra económica, nadie les dará crédito; nos llamarán a marchar, irán los obligados y los engañados. Se unirán a los que ayer llamaron oligarcas, adecos burgueses, dirán que es en aras de la paz, y seguirá la guerra social propia del capitalismo, retrocederemos a antes del 4 de febrero.
La llegada de shannon, las reuniones en la embajada gringa, las conocidas y las ocultas, las reuniones con los civiles, y -muy importante- las reuniones con los militares (no desmientan que nadie va a creerles), son una invasión sin disparar un tiro. Que alguien en el gobierno explique ¿por qué ese procónsul imperial está aquí? Ojalá que alguien recuerde cuando el Comandante Chávez mandó a la embajadora yanqui al carajo.
Es oportuno recordar las palabras del Che en Punta del Este cuando lee el informe que las fuerzas revolucionarias le capturaron al embajador Moscoso en la Universidad Central de Venezuela. Dice el Che:
"Hay muchas cosas interesantes en este documento, que pondremos a disposición de los señores delegados, donde se habla, también, de los nativos. Después de enseñar a los nativos, se deja a los nativos trabajar. Nosotros somos nativos, nada más. Pero hay algo muy interesante, señores delegados, y es la recomendación que da el señor Cates al señor Moscoso de lo que hay que hacer en Venezuela y por qué hay que hacerlo. Dice así:
"Los Estados Unidos se verán en la necesidad, probablemente más rápido de lo que se piense, de señalar a los godos, a la oligarquía, a los nuevos ricos, a los sectores económicos nacionales y extranjeros en general, a los militares y al clero, que tendrán en última instancia que elegir entre dos cosas: contribuir al establecimiento en Venezuela de una sociedad basada en las masas, en tanto que ellos retienen parte de su statu quo y riquezas, o tener que hacer frente a la pérdida de los dos (y muy posiblemente a la muerte misma en el paredón) -éste es un informe de los norteamericanos a su embajador- si las fuerzas de la moderación y el progreso son desplazadas en Venezuela".
Poco ha cambiado la actitud de los gringos, vienen a parar el Socialismo, a detener la apropiación de la riqueza social. Y mucho ha cambiado la combatividad de este pueblo, hoy narcotizado por la derecha interna y la externa.
Alarma cómo la conciencia política de la masa se ha ido al piso: nadie reclama, nadie dice nada, ni la masa ni los dirigentes. Cuando salga este texto en El Arado y el Mar y en Aporrea será el día del Mazo. ¿Se condenará allí esta visita? ¿La condenará Mario? O estaremos tan mal que hasta esta invasión será justificada. ¿Qué harán con todo lo hablado? ¿Repetirán aquello de "obama deroga el decreto", o se harán los musiues?
Recordemos cuando vino Nixon cómo reaccionó el pueblo de Caracas, ¿será que antes teníamos más espíritu de verdad, verdad antiimperialista? Recordemos el trance del embajador Moscoso en la gloriosa Universidad Central, y recordemos la prueba de internacionalismo cuando aquellos papeles allí recuperados fueron leídos por el Che en Punta del Este. ¿Será que el mundo va para atrás y el antiimperialismo ahora sólo se reduce a una votación en la ONU contra el bloqueo que ya por repetida es inútil y ridícula? ¿Será que pasó la hora de las Revoluciones?
Sólo nos queda escribir este texto, y esperar que un día encontremos en las calles la pinta: SHANNON GO HOME, YANQUI DE MIERDA, que un día encontremos en un baño escrito el grito de yanqui go home, que un día un dirigente condene con valentía la invasión silenciosa de shannon. Ese día llegará y el grito del comandante Chávez mandando a la mierda a los yanquis o diciendo en la ONU que "huele a azufre" no habrá sido en vano, demostrará que todavía hay decoro, virilidad en los revolucionarios, que volvieron los días de Livia, del Che.