Donald Trump presentó el 19 de abril 2017, su regalo a los ricos con una reforma tributaria. Advirtió de nuevo a todos los jueces estadounidenses que se atrevan a desafiarlo. Anuncio otra estrategia para criminalizar a los inmigrantes y firmó más órdenes ejecutivas. Steven Mnuchin Secretario del Tesoro calificó la reforma como el mayor recorte de impuestos en la historia, incluida una dramática reducción del impuesto sobre todas las empresas del 35%, que casi nadie paga, la tasa efectiva calculada esta al alrededor de 20% a 15%. El Congreso tendrá que aprobar esta reforma, pero con el cabildeo es legal en EE.UU seguro que será aprobado.
La propuesta reduce también las tasas sobre las personas naturales, anula el impuesto sobre la renta sobre el patrimonio, para todos los herederos de fortunas, y medidas para simplificar el código tributario. No causa ninguna sorpresa estas leyes, porque su gabinete está integrado por el mayor número de millonarios en toda la historia de EE.UU. Gary Cohn, asesor económico del presidente aseguró que esta medida hará crecer la economía y crear más empleos. Sin embargo, opositores demócratas expresan preocupación sobre el impacto de estas medidas en el déficit gubernamental. El Center for Tax Policy calcula que sólo el recorte de la tasa impositiva sobre empresas costará alrededor $ 2.4 billones en una década. El ex secretario de Trabajo Robert Reich, denuncia que esto va a requerir recortes masivos en programas para los pobres, y mayores impuestos para la clase media
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Esto es una reducción masiva de impuestos para los ricos, comentó Hunter Blair, experto del Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés). Algunos analistas conservadores insisten, son ecos de los argumentos de la era de Ronald Reagan. Pero el Servicio de Investigación del Congreso (CRS) estudió los recortes de impuestos desde el año 1945 y no evidenció ninguna correspondencia con el crecimiento económico. Sin duda, Trump insistirá en su afirmación de que está trabajando sobre un plan populista diseñado para impulsar la economía.
Trump está cocinando un regalo fiscal irresponsable para plutócratas, concluyó John Cassidy, de The New Yorker. Vale recordar que los dos funcionarios que presentaron el plan, y que están encargados de elaborarlo, son ex jefes ejecutivos de Goldman Sachs. Otra mala noticias para los pobres, es que Trump y los republicanos dentro del Congreso están preparando otro asalto para desmantelar la reforma de salud de Barack Obama, después del humillante intento anterior. Por eso Trump amenaza a todos los jueces, como el Juez Federal William Orrick quien ordenó la suspensión temporal de la orden ejecutiva firmada por el, ordenando suspender la asistencia federal a toda la ciudad que se declare santuario para inmigrantes.
El Departamento de Comercio de EE.UU. publicó este sábado los datos sobre su crecimiento económico, durante el primer trimestre de 2017, y PIB creció solo un 0,7 por ciento, siendo este el índice de consumo y expansión registrado más bajo en los últimos tres años. Trump es fascismo en su máxima expresión para los Estados Unidos y el mundo. Puede destruir el planeta con una guerra nuclear.
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