Es muy bien conocida la inestabilidad financiera que pregonaba la derecha para el país si la revolución bolivariana seguía en Venezuela. Esto ha dejado de ser una hipótesis, y se ha convertido en una escalada de conflictos dirigidos para generar crisis en nuestra sociedad, con efectos completos como las profundas y largas depresiones económicas que hemos tenido en los últimos tiempos.

A pesar que la oposición sigue débil en lo político, aún siguen apegados al apoyo de los Estados Unidos, que está dispuesto a generar más crisis con un fin político electoral. Por eso es preciso insistir, que se está ejecutando un golpe financiero internacional promovido abiertamente por el gobierno de Donald Trump, que incluso, hasta ha amenazado en varias oportunidades con intervenir militarmente nuestro país. Pero veamos cómo se ha materializado esto:

1. Las sanciones financieras unilaterales e ilegales del gobierno de Donald Trump

Venezuela sigue siendo un objetivo geopolítico predilecto para el imperio del Norte. Aún siguen vigentes las amenazas del gobierno de Donald Trump de intervenir nuestro territorio, que junto al bloqueo y las sanciones financieras, que castigan crímenes inventados por ellos y defendidos por la oposición venezolana, constituyen un plan abierto, unilateral e ilegal, para justificar la intervención militar en cualquier momento.

En el proceso de pagos de los compromisos internacionales, hemos visto cómo han hecho todo el esfuerzo para retrasar las transacciones y boicotear la ejecución efectiva de esos pagos, intentando llevarnos a lo que ellos llaman "default técnico" para crear las condiciones de un posible bloqueo militar en nuestras costas, un embargo petrolero o declarar a Venezuela un Estado forajido.

Las sanciones financieras unilaterales prohíben la compra y refinanciamiento de los Bonos Soberanos denominados en dólares emitidos por la República y los Bonos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que conforman parte de la deuda externa del país calculada en 121.172 millones de dólares, de las cuales, 62% las poseen inversionistas estadounidenses, 12% los Canadienses, y 6% los ingleses. Es decir, 80% de la deuda venezolana están en manos de los enemigos geopolíticos de la revolución bolivariana.

En la actualidad, en el mercado de valores mundial hay 15 bonos soberanos venezolanos que representan una deuda de $72.001 millones, contando capital más intereses, que debe cancelarse entre 2018 y 2038. Por su parte, Pdvsa tiene presente en el mercado nueve bonos emitidos entre 2007 y 2016, valorados en $49.171 millones, para pagarlos entre los años 2018 y 2038.

No obstante, a pesar de los ataques, conspiraciones, persecución financiera y económica internacional, y la promoción de crisis política en el país por parte del gobierno estadounidense, Venezuela ha cumplido con todas sus obligaciones internacionales, pagando su deuda externa a tiempo. En los último cuatro años, se ha pagado compromisos de manera puntual por el orden de los 71 mil 700 millones de dólares.

1. Ataques cibernéticos contra nuestro sistema financiero

Venezuela ha venido sufriendo arduos ataques cibernéticos, promovidos específicamente por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como parte de la guerra económica no convencional, generando micro-colapsos en el sistema financiero nacional.

A lo interno, al igual que el año pasado, los venezolanos hemos vivido como el Consorcio transnacional Credicard aún sigue afectando el procesamiento de las operaciones de tarjetas de crédito y débito de instituciones financieras, que ha incidido en la baja de la calidad de vida de población, mientras los bancos siguen colapsados frente al intento de muchos por sacar su dinero en efectivo.

1. Extracción de billetes hacia países vecinos

Otra acción desestabilizadora es el proceso de extracción de dinero, donde los billetes del cono monetario nacional se los llevan a Cúcuta, Maicao o a Brasil donde valen más que en la propia Venezuela.

En este caso, los dueños de las casas de cambio colombianas, se aprovechan de las vulnerabilidades del sistema cambiario oficial venezolano para enriquecerse. Esto debido a que mantenemos un sistema dual donde existe un dólar protegido, el DIPRO, anclado en 10 bolívares por dólar, que en nuestro país sólo se usa para importar alimentos y medicinas; y el dólar Dicom, que funciona por medio de subasta pública, que al día de hoy se ubica cerca de 3.345 bolívares por dólar.

A partir de esa política cambiaria, el Banco de la República de Colombia (banco central) toma como referencia oficial para la compra y venta de bolívares por dólares en las casas de cambio colombianas al dólar protegido, Dipro, que cuesta 10 bolívares por dólar y no el DICOM. (VER CUADRO ANEXO)

Sobre esa decisión del gobierno de Colombia, se monta el mercado negro de divisas de la frontera colombo-venezolana. En el que funciona una red criminal de especulación cambiaria llamada Dolartoday, donde participan banqueros, casas de cambio y políticos prófugos, con conexión Miami-Cúcuta-Venezuela, donde se compran nuestros billetes relativamente baratos, referenciados por el llamado Dólar Cúcuta o Dolartoday. Allá, por un billete de 100 bolívares te transfieren a tú cuenta en Venezuela 140 bolívares, para luego ser cambiados por las mafias cambiarias en las casas de cambio a pesos y dólares oficiales.

O peor aún, cuando oficialmente el Banco de la República de Colombia establece que un bolívar cuesta alrededor de 300 pesos colombianos y un dólar cuesta 3.000 pesos, en las casas de cambio de Cúcuta, sus dueños impiden que venezolanos cambien sus bolívares directamente en sus locales, sino que más bien, montan una mesa en cada esquina o por medio de gestores "tarjeteros", compran bolívares en las calles y lo pagan por tan sólo 0,06 pesos, argumentando que es producto del encarecimiento del dólar paralelo en Venezuela.

Es común escuchar en esquinas de Cúcuta: "compro bolívares, compro bolívares…" De esa forma convierten 10 bolívares en 0,7 pesos, pero que en las casas de cambio esos 10 bolívares valen oficialmente un dólar americano, que como vimos, son 3.000 pesos.

De esa forma esta inmensa red criminal, transforman los dólares oficiales que inyecta el propio Banco de la República a su economía en millones de dólares americanos. Luego, esa mafias los traen a Venezuela y los venden hoy en el mercado paralelo nacional a más de 100.000 bolívares por dólar, referenciados por el portal web de la organización criminal Dolartoday, instalada libremente en los servidores y plataformas digitales de Estados Unidos, que alimentan la especulación voraz que induce la inflación y que mantiene atado a los actores de la sociedad económica venezolana.

4) La inflación inducida por Dolartoday y sus aliados en Venezuela

A partir de la dinámica especulativa del tipo de cambio paralelo, se da otra de las grandes secuelas dejadas por Dolartoday en nuestro país. Dentro del sector productivo y comercial nacional se ha instalado una red de aliados internos a esa organización, que sigue a diario los incrementos del valor del dólar paralelo que publica su portal web. Como una especie de ritual, incrementan los precios finales de los bienes y servicios de una manera lineal, perversa y egoísta, no importando destruir el poder adquisitivo de los trabajadores y empresarios venezolanos.

Sus argumentos es que la inversión se protege referenciándolos con el dólar, pero el dólar que toman como referencia es ese dólar criminal, no importando generar un genocidio económico en el país y que se lance mucha gente a la miseria o mueran de hambre.

Lo importante para ellos es resguardar sus capitales manteniéndolos anclados sobre un dólar ficticio, sobre la burbuja financiera creado por los que manejan Dolartoday. Pero, lo que realmente hacen, es robar y robar todos los días a los trabajadores, ama de casa, pensionados, jubilados y al mismo Estado venezolano. Situación que requiere de un mayor esfuerzo colectivo (gobierno y ciudadanos victimas) para detener a los aliados internos de esa organización criminal.

Es por eso la insistencia, que en Venezuela, aquellas personas naturales o jurídicas que sigan a ese dólar genocida para fijar los precios finales de los bienes y servicios que expenden o prestan, también debe ser considerado un criminal, un genocida, por tanto, debe ser tratado como tal y aplicarles todo el peso de la ley.

En síntesis, es necesario detener los efectos que generan en la inflación los aliados internos de Dolartoday; garantizar el regreso de las grandes inversiones; y aprovechar las circunstancias de alta inflación en las mercancías importadas para reactivar sectores productivos generados de empleos como lo son la construcción, el calzado y la industria textil venezolana.