Mientras los opositores todos, hasta los de la izquierda, han estado pendiente del asunto de los precios, tanto que hasta cada uno de esos grupos se divide y un tolete se pasa para el otro, Trump ha estado haciendo de lo suyo, como el verdadero dictador que es, que le pone trabas a todo el mundo, amenaza a sus aliados y a la OPEP. Hasta se me ocurre, en vista de la gravedad y contundencia de sus amenazas que como aquella dirigente opositora que creía el petróleo se transportaba en barriles en las bodegas y cubiertas de barcos, Trump pudiera creer que la OPEP es un país, un espacio territorial y amenace con invadirlo. Eso piensa uno cuando leyó su twitter, según el cual "Protegemos a los países de Oriente Medio, no estarían seguros por mucho tiempo sin nosotros, y ¡sin embargo siguen insistiendo en unos precios de crudo cada vez más altos! No lo olvidaremos. El monopolio de la OPEP tiene que reducir los precios ahora".
Es decir, EEUU protege a esos países y están obligados a reducir los precios y "ahora". Si no lo hacen, dice Trump, perderían su muy "buena disposición a protegerlos". No tienen otra opción, hacer lo que el presidente USA decide o se atienen a las consecuencias. ¿No es eso un proceder dictatorial? De acuerdo con eso, si faltase un voto para que la OPEP baje los precios de acuerdo a su dictado, revisaría la lista y castigaría a cualquiera de ellos. Por supuesto, de antemano podemos asegurar que Venezuela sería de los primeros en la lista.
Pero su visión dictatorial va más allá de lo que se ve a simple vista. Pues los países del "medio oriente", para decirlo a su manera, no creo conformen mayoría en el cártel petrolero, pero ya él, el todopoderoso, les responsabilizó de la decisión que en su próxima reunión tome el organismo en materia de precios.
Venezuela, al margen de lo que se piense sobre su gobierno, está empeñada en manejar su negocio petrolero sin la injerencia de otrora de Estados Unidos y otras cosas más, por eso perdió la "seguridad que ese país le brindaba", tanto por eso es objeto de sanciones económicas de distinta naturaleza y hasta está pendiente una intervención por la cual clama el señor Almagro. Quienes gobiernan en nuestro país, ante las pretendidas imposiciones de siempre del capital norteamericano y más ahora por las sanciones de Trump, han optado o mejor han sido obligados a acercarse a China, Rusia e Irán, lo que pone a Venezuela, en la mira de una salida militar o lo que es lo mismo, bombardeos, destrucción y asesinatos en masa . Los distintos medios por los cuales se expresa la diplomacia de EEUU hacen alusión a eso. Últimamente y hasta con demasiada frecuencia han venido diciendo que esa opción "nunca ha dejado de estar sobre la mesa". Y por estarlo, el obcecado de Almagro incurrió en imprudencias en Colombia, sin contar, lo que es demasiado grave para quien ostenta su cargo diplomático, que el Grupo de Lima, el mismo que ha venido pidiendo "sanciones" contra Venezuela, lo dejara en la estaca.
Dos días atrás alguien, identificado como ex asesor de Obama, habló de la posibilidad que Obama optase por la intervención militar a Venezuela sólo para detener su caída en las encuestas o pérdida de popularidad. Opinión esta que sirve como para tomarla como una referencia o hipótesis para una investigación, pues Trump ganó las elecciones agitando entre sus primeras consignas sacar a Estados Unidos de las tantas guerras en las que lo habían metido. Quizás por esto mismo, acaba de declarar que las invasiones militares de su país a Afganistán e Irak habían sido dos errores garrafales. De donde uno pudiera concluir que por ahora, a menos que el loco se sobreponga o se sobrepongan los locos, no optará por esa opción cuando hasta el mismo Grupo de Lima la rechaza y unos cuantos países latinoamericanos también, sin contar con las condenas contundentes a la sola intención por parte de Rusia y China. Además, un país de mucho peso en nuestra área como México, ha cambiado de gobierno y AMLO no tiene entre sus planes prestarse para esa injerencia y en Brasil, en breve habrá elecciones. Quien pudiera salir raspado mucho antes de lo que esperaba puede ser Almagro, no por Venezuela misma, sino porque ha caído en un descrédito tal que no es nada para asombrarse que el gobierno de EEUU ya haya llegado a la conclusión que no le sirve de ahora en adelante para sus fines, sean estos los que sean.
De todo lo comentado hasta ahora, referido a como la diplomacia estadounidense concibe sus relaciones con el mundo, particularmente con nuestra área y el descarado estilo de Trump, quien vive la tragedia de administrar la decadencia de su país como eje del mundo que fue, es fácil entender que si alguna dictadura mundial ha habido en este planeta es la de Estados Unidos. Y Trump, en su desespero, actúa de manera que no se cuida de los detalles. Y por último, por las declaraciones recientes de Mujica y de Tabaré Vásquez, quienes condenan la vergonzosa conducta de Almagro, sus excesos y haber visto como el Grupo de Lima le sacó la alfombra, el uruguayo tiene los días contados en la OEA y sus sueños, según Walter Martínez, de llegar a la presidencia de su país, están deshechos.
Quizás, por lo que revela su estilo, uno no lo sabe exactamente, Maduro tenga sueños de dictador. Sin duda le mete de frente a la egolatría, el personalismo, que tiene como símbolo eso de "cuando digo yo, digo somos", que intenta suprimir de su lenguaje pero siempre lo manifiesta de distintas maneras con palabras y hechos, como se comporta a lo interno de su partido, pero en verdad como gobernante no lo es y cualquiera lo sabe. Sólo pensar en lo de los "Precios Acordados", basta para concluir que se trata de un gobierno débil sin oposición o una demasiado torpe.