En primer lugar, deseo de todo corazón que el pueblo venezolano, a los que me siguen en mis escritos hayan pasado una feliz navidad. El año 2020 ha sido un año complicado y muy duro, pero algunos albergamos la esperanza de que el 2021 pueda ser mejor para todas y para todos.

Muchas cosas que atender, que revisar, pero creo que lo más importante debe ser el calor de humanidad, el amor y el afecto de los seres que queremos y amamos.

En segundo lugar, y aunque en escritos como éste no se estila, felicitar desde lo más profundo de mi corazón revolucionario al buen amigo, guía y padre, Isaías Rodríguez, ex vicepresidente ejecutivo de la República, ex fiscal general de la República, dos veces constituyente y embajador nuestro en Italia. Para el momento en que escribo estas líneas y aparezcan publicadas, Isaías habrá arribado a 78 años de feliz existencia. Espero que en compañía de tu esposa, hijos, nietos y seres queridos, Dios te colme de bendiciones y mucha dicha.

Y como te lo expresé en privado, si Dios me permite llegar a la edad a la que estas arribando hoy, pues tenga esa misma sabiduría, calidad de gente y humildad a tan extraordinario ser humano, que este año 2020 me ha obsequiado, y que al igual a como él me lo ha manifestado, lo tengo en la categoría de los amigos indispensables.

Ahora, luego de haber permitido que parte de esta columna, como buen diario, tenga un toque de sencillez y humanidad, entremos en la materia que nos convoca a escribir estas líneas.

El Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en el marco de la condecoración que realizó a efectivos de la PNB en el marco de su 11vo aniversario, ha señalado que en los próximos días debe hacer profundas revelaciones sobre algunas situaciones que han venido ocurriendo, y que tienen que ver con nuevos planes de desestabilización contra el país.

Sin duda que estaremos a la expectativa de esos detalles que el Jefe de Estado hará en su debida oportunidad, y hasta donde todas y todos debamos conocer, pero nuestro olfato político ya más o menos intuye hacia adonde apuntan las revelaciones que debe hacer el Primer Mandatario Nacional.

En primer término, que los partidarios de Guaidó que aún están en el parlamento que fenecerá el 4 de enero de 2021, procedieron a una renovación del fulano "Estatuto de la Transición" para prolongar el supuesto mandato de Guaidó. Ahora pregonan una supuesta continuidad administrativa, cuando esos mismos despotricaron de este principio, cuando el propio Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia del 8 de enero de 2013, plantearon esta tesis a propósito del inicio de un nuevo período constitucional del mandato del entonces presidente reelecto, Comandante Hugo Chávez Frías.

Pero lo más peligroso de todo esto, es que Guaidó ha señalado y convocado a actividades de calle para "impedir" la instalación del parlamento elegido el 6 de diciembre de 2020. Y acá hay que hacer algunas consideraciones.

Estamos claros que la capacidad real de movilización de Guaidó está mermada por no decir que es inexistente y nula. Sin embargo, esto hay que verlo desde lo táctico militar y del entorno terrorista y mercenario que rodea a Guaidó.

A pocos días de la finalización de la presidencia de Donald Trump en EEUU, el no pretenderá irse sin llevarse el premio de consolación de lograr el derrocamiento de Maduro y el aniquilamiento del Gobierno Bolivariano. No porque con Biden nos vaya a ir mejor que con sus antecesores, pero serán los últimos pataleos de ahogado que tratará Trump y su cachorro, a ver si acaban con nuestra Revolución.

Pero, una vez más serán derrotados, pero debemos estar con los ojos bien abiertos, pendientes y vista ante cualquier extraño acontecimiento o señal que adviertan sobre la ejecución de estos planes perversos.

Indudablemente mi recomendación es a seguir recobrando las energías y el necesario compartir en familia. Pero no estemos totalmente desconectados ante cualquier señal de peligro contra nuestra Patria.

Esa es la misión y la tarea.

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!