Entonces ¿quién es el culpable?

La ley de causa y efecto indica que no hay efecto sin causa, desde el punto de vista filosófico, se tiene que la causalidad es la relación establecida entre dos sucesos temporalmente simultáneo o sucesivos cuando el primero (causa) produce el segundo (efecto). Esta ley puede relacionarse con la Ley de Acción y Reacción o tercera ley de Newton, la cual establece que siempre que se le aplica una fuerza (acción o causa) en un sentido, de un primer cuerpo sobre un segundo cuerpo, aparece otra (reacción o efecto) de la misma magnitud y dirección, pero de sentido contrario.

Todo lo que acontece en la existencia de los seres humanos es consecuencia de lo referido en el párrafo anterior, se puede relacionar con los acontecimientos de la vida diaria. Por ejemplo, si un individuo consume un exceso de calorías (causa) y no se genera un equilibrio entre las ingeridas y las transferidas, de seguro que le espera un problema de obesidad y otros malestares (efecto). Quien trabaja con ahínco para el logro de un proyecto (causa) cuando obtiene el producto de su esfuerzo siente cierta complacencia (efecto). Si se empuja un carro accidentado (causa) y este comienza a acelerar (efecto) después de pisar el pedal nos sentiremos felices.

Desde el punto de vista jurídico cuando se comete un delito (causa) la gravedad del mimo implica la aplicación de la pena (efecto). Un homicidio tiene una condena diferente a una estafa. Si un individuo comete un crimen (causa) y la justicia no utiliza los pasos adecuados para condenarlo se genera la impunidad, en este caso la justicia no fue justa, dado que se dejó de lado el efecto, es decir la condena del delito.

Sobre este tema, es decir, sobre crímenes impunes hay mucho que contar, es decir conocidas las causas y la magnitud del crimen o delito, si la justicia no condena, esta queda sin efecto. Es decir, tenemos una causa sin efecto, el crimen quedó impune, tal como ocurrió con las bombas atómica (causa) que lanzaron (1945) contra la población civil de Hiroshima y Nagasaki. En este caso la justicia dejó sin efecto, a pesar de las consecuencias catastrófica, el crimen de lesa humanidad cometido por el presidente de turno Harry S. Truman.

La historia está harta de crímenes cometidos y la justicia ha dejado de actuar para condenar tales delitos. El más reciente entre tantos, fue la barbarie cometida contra Irak bajo el falso positivo de la posesión, por parte del gobierno, de armas biológicas de destrucción masiva. Bajo este supuesto, Bush, Blair y Asnar, fundada en esta mentira lideraron una coalición internacional para atacar e invadir a Irak, causando más de un millón de muertes a la población civil indefensa, destrucción de ciudades enteras, robo del patrimonio cultural que culminó con el asesinato del presidente. Después de tal devastación se descubrió que la premisa que justificó la invasión y la barbarie era mentira, pero los culpables del delito, el presidente de EEUU, UK y del reino de España no han pagado por tal crimen en masa, es decir, la justicia internacional no actuó. En otras palabras, ante una causa evidente los tribunales penales no actuaron y la causa quedo sin efecto.

Sin embargo, el mundo no aprende o no quiere aprender de sus errores. Actualmente Venezuela está sometida a diversas sanciones económicas, financieras, boicot sobre nuestros productos de exportación y también, sobre los de importación, además del secuestro y robo de nuestros activos y bienes en el extranjero. Tales medidas están ocasionando diversas desgracias al pueblo venezolano y los no nacionales quienes viven dentro de nuestra fronteras, tales desdichas van de muertes por no conseguir las medicinas, así mismo, por los altos costos de tales lenitivos, en caso de conseguirla; dificultades en el trasporte automotor por falta de gasolina, problemas de alimentación por los misérrimos salarios, esto impide a las madres suministrarles a sus hijos los alimentos necesarios para tener una vida sana; problemas de racismo inducido, como consecuencia de la emigración de numerosos venezolanos hacia Suramérica, que en muchos casos ha generado muertes innecesarias; si a esto se le agrega el problema de pandemia, nos encontramos en un estado de angustia y desesperación al que de momento no se le encuentra salida.

Ahora bien, todo lo descrito anteriormente tiene una causa, las mentiras, al igual que en el caso de Irak, que se difunden a través de los medios de comunicación internacional sobre el gobierno de Venezuela. Dicha causa no es anónima, los responsables son EEUU, la UE, el cartel de Lima y el gafo Guaidó y su pandilla. Todo este grupo aspira robarse las riquezas de Venezuela y para esto tejieron un entramado de mentiras, las cuales las he repetido en mis artículos anteriores. Está probado y recomprobado que en nuestro país no hay dictadura, basta mirar al bobolongo caminar por las calles de Caracas y reunirse con los cien idiotas que acuden a sus reuniones. La ONU verificó que las verdaderas causas del problema humanitario, no es el gobierno de MM, son las sanciones criminales que le imponen sufrimientos a más de treinta millones de personas. De todo aquello, los más responsables de los infortunios de los venezolanos son: EEUU, Colombia y el Reino de España. Estos gobernantes insisten, con sus políticas injerencistas, continuar con la aplicación de sanciones, sin importarle los inhumanos efectos que ocasionen sus prácticas fascistas.

"Nuestro futuro, en que tantas cosas podremos hacer juntos, no se apoya ni en la nostalgia ni en el rechazo del pasado, sino en la PROFUNDA SOLIDARIDAD (las mayúsculas son mías) con los pueblos de este continente, que nos hace vivir muy cerca sus problemas más acuciante, sean de su independencia política y económica, los de su desarrollo o los derivados de sus ansias de una mayor justicia social"…Como estoy seguro que Pedro Sánchez, el "socialista" jefe del gobierno español, no tiene ni puta idea que este párrafo, es parte del discurso del antiguo Rey de España, el emérito, hoy muy cuestionado, Juan Carlos del Borbón, cuando recibió el premio Simón Bolívar de la UNESCO 1983. No cabe duda, el líder de PSOE se pasa estas palabras por el forro de las pelotas, para él la hispanidad es la vinculada con su patrón que reina en EEUU.

Los culpables de lo ocurre en Venezuela son EEUU, la UE, el cartel de Lima y los tahúres que acompañan a Juanito Alimaña y deben pagar ante la justicia internacional por todos nuestros sufrimientos y las muertes causada por sus acciones criminales. En lo que me toca en lo personal, Juan Guaidó y su banda son responsables de que mi pensión no llegue a 5 $ USA, que el recibo de CORPROLEC me llegó a 6.346.340 Bs. con un aumento del 59 %, con la salvedad que al servicio de luz le corresponde solo el 1,3 % de la factura y lo demás, lo cobra la alcaldía de Baruta por los servicios de Aseo Urbano. Si a esto le agrego el recibo de condominio por un valor de 11.500.000 Bs. tendremos a un grupo de opositores muertos de risa, dado que con lo que se han robado pueden vivir como reyes. La existencia de dos personas para vivir con modestia depende de por lo menos 200 $ mensuales, con la pensión que devengo es casi imposible sobrevivir y por eso tuve que vender el carro. Estos valores los tomo como referencia, dado que estoy seguro que esta es la triste realidad de millones de venezolanos. No creo que en Venezuela podremos encontrar algún facineroso como el criminal Juan Guaidó que en veinte años les haya causado tanto daño a millones de compatriotas. No existe ninguna condena que pudiera resarcir el agravio producido por él y sus secuaces.

Recuerdo la diplomacia del Reino Unido cuando la India fue su colonia: el gobierno inglés, para proteger la naciente industria de la metrópoli estableció, desde el comienzo del siglo XIX, un sistema de derechos prohibitivos para los productos de la India, los cuales tenían que pagar entre el 60 % al 70 % ad valoren, lo que significaba el golpe de muerte para las manufacturas indias. Mientras los productos ingleses circulaban libremente en la India, se mantuvieron derechos aduaneros prohibitivos para los productos indios, hasta quedar Inglaterra dueña del mercado mundial, sin tener ya la competencia de la india. Esta es la llamada la diplomacia del terror, la que aplican los imperios, las causas que producen efectos desgarradores en los países sometidos. Tuvo razón Sir Henry Wortton, poeta y diplomático inglés(1568-1639), cuando afirmó: "Un embajador es un hombre muy honrado al cual se le manda muy lejos a mentir en bien de su país". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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