Tiene una cara pálida y arrugada, marcada por una vida chupasangre, devoradora de conciencias, almas y sueños. Al capitalismo lo conocíamos abstracto, invisible, una masa deforme y compleja de capital y riquezas en un mundo inerte, que lo dejaba actuar impune, recogiendo siempre ganancias, o el concepto mas bonito, un sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados.
Pero ese monstruo de mil cabezas, ese sistema económico, aupado por unos y demonizado por otros, envuelve en sus tentáculos la más cruda forma de explotación del hombre por el hombre, el control del capital sobre el trabajo y por ende la riqueza y los medios de producción. Es así como este fenómeno logró acaparar la escena económica mundial logrando sumergir en sus pegajosas redes la esperanza de pueblos enteros al transformarse finalmente en su más perversa fase superior: El imperialismo.
Hoy vemos el fin, el desmembramiento de este flagelo, acusado desde el mismo siglo XIX, por la generación de desigualdades y miserias, pero que logró por efectos de la “mano invisible que todo lo arregla” algunos mejorías en los países industrializados en el siglo XX, y se cubrió de carne, nervio y músculo a costa del hambre y la muerte de los mas débiles.
Pero hoy queda al descubierto la caroña, la consecuencia de sus efectos desvastadores y millones de personas pierden empleo y estatus de vida en el primer mundo, al igual que en el tercer mundo, aunque todavía algunos defensores a ultranza de ese huesudo modelo económico fracasado, le echan la culpa a los gobiernos corruptos y burocráticos de la región, tratando de hacer quedar bien a la aparición del rostro humano que representa mas fehacientemente el capitalismo salvaje: Bernard Madoff
El mundo despertó de aquel engaño y los gobiernos han comenzado a poner las barbas en remojo y ni pensar en el reciente pasado, que la primera economía mundial fuese a intervenir en el mercado, rescatando entidades financieras y envolviendo en un proteccionismo fuera de serie empresas y sistemas financieros tambaleantes y dejando enmudecidos a los súper analistas del orbe, que extrañados contemplan las dosis de medicina anticrisis implementadas por el Gobierno de Hugo Chávez y recetadas en muchas oportunidades en diferentes foros mundiales ante las risas de algunos y el aplauso de otros….El que tenga oídos que oiga…..
Patria, Socialismo o Muerte…….Venceremos