Miguel Paz Bonells*
No sabemos si en esas 865 instalaciones citadas por La Jornada de México figuran, ya, las 7 nuevas bases o los convenios implicados en el caso de Colombia, pero queremos iniciar este trabajo, que pretende demostrar que el neocolonialismo más reciente lo consolida o sella, estratégicamente, el imperium con bases militares, citando al Dr. Richard Dolan, historiador estadounidense que sostiene la tesis de que la República de los E. U. ya no existe o agoniza.
Pero aclaremos, brevemente, la razón por la cual destacamos el término imperium para designar aquella entidad de hecho que es, normalmente, denominada “el Imperio de los EEUU”…
Para ello tenemos que citar, necesariamente, a un economista y físico nuclear de ese país, Lyndon LaRouche, conservador reconocido, ex senador y ex candidato a la presidencia por el partido Demócrata e, innegablemente, brillante analista político, quien – de paso – ha venido prediciendo acertadamente la gran crisis financiero-especulativa que experimenta ese imperio, resultado de su propia ambición desmedida como sistema neoliberal. Es conveniente destacar el hecho de que lo hemos seleccionado para que defina ese lobo con piel de oveja que es el imperio, precisamente por testimoniar, como conservador, lo que normalmente se oculta detrás de ese fenómeno histórico y político, aun iniciándose el Tercer Milenio.
Según Lyndon Larouche², en primer lugar, se trata de un neo imperio angloparlante, que nos ha parecido mejor caracterizarlo con el latinazo de imperium, para diferenciarlo de la noción que lo refiere normalmente como “Norteamericano”.¹ Lo de Angloparlante, según Larouche se debe a la alianza de facto entre las dos oligarquías, la estadounidense y la inglesa, secundadas por la oligarquía planetaria y su aparato industrial militar, hipertrofiado en los Estados Unidos, con el agravante de que el imperio “brutánico”, como lo denomina despectivamente el excandidato demócrata, arrastra, hoy, a la Unión Europea, como en el caso de la invasión a Afganistán, a donde la UE ha enviado, sin justificación alguna, 20.000 soldados de las Fuerzas Especiales de la OTAN, a probar armas, apoyando a los halcones estadounidenses en el exterminio, no sólo de los árabes talibanes que resisten con más fuerza que en Irak, sino de civiles inocentes y niños, incluyendo sus rebaños de ovejas, esto último siempre por “error”… Citemos a Larouche¹:
El imperialismo británico hoy
“De modo parecido, al presente, la noción popular, pero de plano incompetente, entre los que se dicen socialistas y otros, de que EUA "encarna hoy el imperialismo dominante del mundo", no sólo es una idea absolutamente equivocada, sino una creencia que ahora podría ser suicida en la práctica para naciones tales como EUA, Rusia y otros. No obstante, esa idea equivocada es la creencia de muchos economistas y estadistas connotados de todo el mundo, que aun hoy se aferran con obstinación a la noción del imperialismo estadounidense. Así, al mundo lo amenaza ahora la influencia que esa ilusión estratégica ejerce sobre los crédulos, la ilusión de que es EUA, y no el sistema liberal angloholandés del Imperio Británico, la fuerza estratégica singular dominante de verdad imperialista que actúa en todo el planeta hoy. Sin duda, todos quienes odian con fervor a EUA, aun entre nuestros ciudadanos y otros en el exterior, incluso políticos de renombre, son producto del hecho de que actúan, sin querer o más o menos adrede, prácticamente como agentes británicos en contra de nuestro Estados Unidos, ya sea que puedan captar o no ese hecho. Uno encuentra una ilusión parecida en muchos en Rusia, incluso hoy”.
“Como indico más adelante en este informe, el término imperialismo, empleado de manera apta, nunca corresponde a una ampliación del poder mundial de algún Estado nacional en particular. En realidad, a diferencia de los cuentos de hadas infantiles del crédulo, todo imperio es supranacional por su dinámica, y los reinos o Estados comparables de la época correspondiente son, en y de por sí, tan sólo súbditos de alguna potencia imperialista supranacional, como ilustra esta relación la pugna por imponer en Europa Central y Occidental la condición en la que la autoridad supranacional del gobierno supranacional —tal como la "globalización" y el "libre comercio" en general, o la Organización Mundial del Comercio en particular— subordina o hasta remplaza la soberanía nacional”.
“Combatir al enemigo equivocado, en especial en la guerra equivocada, sobre todo en una conflagración larga que se ciña a los designios tramados a la medida de EUA por Londres o agentes británicos de facto tales como el ex presidente George H.W. Bush, hijo del Prescott Bush que canalizó fondos para rescatar al partido nazi de Adolfo Hitler, y más en particular guerras perpetuas, es la mejor manera de acarrear la destrucción de tu propia nación, como debiéramos reconocer este factor en las secuelas de la prolongada guerra que EU libró en Vietnam con los presidentes Lyndon Jonson y Richard Nixon entonces, o ahora, en Iraq, con los presidentes Bush, padre e hijo, desde enero de 1989”.[4]
“Es el legado de ese adversario primordial del actual imperialismo británico mundial, el Estados Unidos constitucional, desde el rompimiento histórico decisivo con la Paz de París de febrero de 1763, y también el de los Winthrop y los Mather, y de su heredero político Benjamín Franklin: EU sigue siendo hasta ahora la fuerza más eficaz, hasta a pesar de los dos presidentes Bush, para asegurarle a las naciones una verdadera liberación del así denominado imperialismo "británico" moderno”.
Esta larga cita de Larouche nos permite abordar la tesis del Dr. Richard Dolan ³, quien sostiene que, al tratar de consolidar su hegemonía imperial, comenzando por el Oriente Medio, la República de los EU ha comenzado a desaparecer como tal, a morir –en sus propias palabras–, mientras es asediada por enemigos internos que personifican su propia debilidad… el haber mentido para imponer su guerra contra el “terror”, cuando en realidad deseaba doblegar a quienes no hicieran su voluntad; el haber defendido su moneda mediante los resultados de la economía de guerra y el intento de asegurarse petróleo, la droga como problema interno, etc., todo ello –una vez más según Dolan– tiende a asfixiar las instituciones republicanas.
El Dr. Dolan, famoso por sus análisis sobre el ocultamiento, por parte del gobierno estadounidense, en relación con la vida Extraterrestre (http://keyholepublishing.com/), enfoca, en este aparte de su tesis, la incompatibilidad entre el activismo imperial y la vida republicana.
El misterio
de un complot
“Como en la novela Homicidio en el Expreso de Oriente de Agatha Christie, muchos factores intentan acabar con la República de los Estados Unidos”.
“El culpable obvio es hoy, finalmente, reconocido por todos: se trata del espíritu (y la realidad) del Imperialismo, que le ha puesto un puñal, no muy sutilmente que digamos, en la espalda a Norteamérica. Desde los días de Roma, los pueblos han comprendido la incompatibilidad de las instituciones republicanas con los instrumentos de conquista utilizados por todo imperio. Durante los tiempos de Julio César, por ejemplo, la dominación romana estrechó su cerco a través del Mediterráneo, sometiendo culturas tan diversas como aquellas que hoy subsisten bajo la hegemonía militar de Norteamérica”...
…”Los imperios también impiden que los pueblos se gobiernen a sí mismos. Esto se debe a que las guerras destruyen la verdad. Sin la libertad de información proveniente de los líderes electos de nuestro gobierno – es decir, sin la verdad – ¿cómo puede gobernar ‘el pueblo’? Este fue un punto muy enfatizado por los padres fundadores de nuestra nación. “Una ciudadanía iluminada, – escribió Jefferson – es indispensable para que una república pueda funcionar apropiadamente.” Y Madison agregó: “La difusión del conocimiento es el único y verdadero guardián de la libertad.” Pero como Phillip Knightly en su clásico estudio del tema, en toda guerra la primera víctima es la verdad. Este hecho se ha hecho evidente una vez más considerando los actuales fracasos que están sobrellevando los Estados Unidos en Irak y Afganistán”.
“La así llamada Guerra contra el Terror es simplemente la última manifestación del nuevo orden de cosas, que nosotros hemos denominado el Estado de Guerra Permanente, situación dentro de la cual no pueden sobrevivir las antiguas virtudes republicanas de la libertad y el autogobierno. Alguien podría argüir que los imperios no tienen por qué resultar en una reducción de los derechos en la metrópoli. Mirad a Inglaterra, que por supuesto no es una república, pero al menos una monarquía “liberal”. El Imperio Británico se esparció alrededor del mundo y los súbditos pudieron disfrutar de un mayor grado de libertad que cualquier otro pueblo, al menos durante su apogeo durante el Siglo IX. Esto es cierto, pero la otra cara de esa moneda podría representar el hecho de que ignoramos cuán libre habría podido ser el pueblo Británico sin imperio. Y tampoco debemos olvidar que se ha constatado bastante carencia de libertad en ese pueblo hasta en los días de gloria de Gran Bretaña”.
El Imperio Norteamericano
“Permítasenos dudar de que Norteamérica sea realmente un imperio de buena fe, empeñado en instalar guarniciones por el mundo, considerando que, de acuerdo al Pentágono mismo, los militares de este país tienen 860 bases en 41 países extranjeros, lo cual representa el veinte por ciento de todas las naciones de la Tierra”.
Dolan presenta, en su trabajo original,
tres mapas que explican la extensión delos imperios que identifican
a Occidente, asociando la existencia de bases militares en los
territorios con la pertenencia de dicho territorio, por lo menos en
el caso de los Estados Unidos, al imperio como fenómeno global actual.
Imperio Romano, aproximadamente 44 A.C.
Los datos que figuran en el mapa del “Imperio de los Estados Unidos”, porque Dolan no discrimina, como lo hace Larouche, ni incluye la versión sostenida por este último de un imperio angloparlante, corresponden aproximadamente al año 2000, razón que justifica el hecho de que enumera unas 730 bases distribuidas en 50 países, lo cual indica, frente a los datos del 2008 citados por La Jornada de México, que las bases aumentaron en 135, aproximadamente en un 15%, mientras los países disminuyeron de 50 a 40, es decir, un 20%. Es interesante ver que Colombia figura, ya, como parte de lo que Dolan ve como territorio imperial.
Imperio de su majestad británica, aproximadamente en 1905
“Imperio de los EEUU” ahora–2005 (Fuente: http://www.ppu.org.uk/pm/usbases.html)
Es muy interesante dialogar con algunas personas que, sintiéndose vinculadas a eso que se ha dado en llamar “oposición” en Venezuela, niegan que ese imperio exista, lo cual es preocupante. Tal vez, en cierta medida, sea el resultado de la falta de formación socio-política, aunada a la manipulación mediática ejercida por Canales como Globovisión y latifundios mediáticos trasnacionales como Unión Radio (perteneciente al grupo Español PRISA, que ahora, por cierto, sostiene el curioso eslogan engañabobos que sostiene, engañosamente, que “escuchar es informarse”: ¡yo te aviso!).
Dolan termina refiriendo el papel trasnacional de ciertos grupos de poder, algunos de los cuales, vinculados a las finanzas especulativas, terminaron precipitando el mundo entero en una crisis que no sabemos, a ciencia cierta, cómo terminará:
“Existe una interconexión
espeluznante entre la mayor parte de todos esos males (que conjuran
contra nuestra nación). Se está dando, por ejemplo, la confluencia
incierta de las más grandes instituciones financieras del mundo, los
grupos más grandes del crimen organizado, más numerosas agencias de
la inteligencia mundial, todos repartiéndose el globo terráqueo en
nombre de la privatización. Detrás de todo ello prevalece la turbia
evidencia de que poderosos intereses elitescos y (ciertas) familias
ejercen verdaderamente su influencia dominante sobre nuestras instituciones
públicas, y de que se está haciendo lo mismo a escala internacional”.
NOTAS.-
1.- No deja de ser curioso el hecho de que los Estados Unidos se autodenominen “América” y sus nacionales “americanos” o “norteamericanos”, lo cual es sólo parcialmente cierto, tanto como el hecho de que personas de izquierda y con formación política les hagan el juego, utilizando estos términos cuando, en realidad, ellos son estadounidenses. En Europa, si uno afirma que es americano, infieren de inmediato que se trata de un estadounidense. Se piensa que todo se debe a que en Inglés no se puede acuñar el gentilicio “unitedsatesinian”, pero hoy, el que un estadounidense se autodenomine, con exclusividad, “americano”, cuando todos, desde los canadienses hasta los argentinos también lo somos, no puede dejar de asociarse a la idea imperialista del “patio trasero”.
2.- Ver los videos a) http://larouchepac.com/media/2008/01/17/larouche-webcast-surviving-greatest-financial-crash-ever.html#spanish y
http://wlym.com/~leesburg/larpac/2008/080117_lpac_webcast_sp_150kb.wmv
c) Artículos sobre el imperium:
3.- http://keyholepublishing.com/ufosecrecydeathamerepub.html