No se gana nunca, solo se puede perder y aquí está el punto que me interesa destacar. Si el jugador es hábil, la ciudad prospera hasta aburrir. Hay que bajar impuestos para estimular la economía privada, que a su vez da más impuestos, porque el jueguito es neoliberal, como era de esperarse.
Cuando una ciudad fracasaba era imposible rescatarla y uno la terminaba abandonando como un Estado fallido. Salvo si escribía la palabra “porntipsguzzardo”, una puerta trasera del programador, que se divulgó por Internet, búscala y verás. Con eso el presupuesto aumentaba en 500 000 dólares de un solo guamazo, un dineral según eso, y era posible entonces rescatar la villa con acueductos, autopistas, ferrocarriles. No sé si esa palabrita mágica funciona aún.
Pero si no, la ciudad es irrecuperable y solo queda abandonarla como Iraq. No funcionaron las invasiones y solo quedó abandonarlas y empezar otras, sea en Afganistán, sea ¿en Venezuela? Es así como se comporta el Imperio. Desata acciones desastrosas doquiera que toca y luego las abandona, como abandona un niño malcriado un juguete que ha roto y entonces exige mediante pataleta otro más grande y más caro.
Lo que no tiene SimCity para ser imperial es un algoritmo que disponga que la ganancia está precisamente en dilapidar un realero en coger una ciudad próspera o al menos no deshecha, y arruinarla para luego dizque reconstruirla, clavar clavos para volverlos a sacar mil veces. Por supuesto que Iraq no era un paraíso (si alguien sabe de uno me avisa, por favor), pero era una sociedad laica, autoritaria y moderna, con servicios públicos, bibliotecas, casi se podría decir que próspera. Vino la Segunda Guerra del Golfo y aquello se vino abajo, digo, lo que quedaba de la Primera, con Irán. El bloqueo arruinó la economía e Iraq se volvió un infierno. Y como no era suficiente, entonces W. declaró la Tercera Guerra del Golfo. Ahora ya ves cómo está aquello. Solo que Obama no tiene un porntipsguzzardo para recuperar el juego.
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