El alerta visionario y anti-imperial de Bolívar, se hace vigente casi 200 años después en el siglo XXI. En el decreto de Chuquisaca del 19 de diciembre de 1825 sobre reforestación a gran escala en las cabeceras de los ríos, Simón Bolívar, demostró su preocupación e importancia anticipándose a los tiempos modernos pues, atribuía la defensa de los recursos naturales renovables, a los bosques y agua como insustituibles elementos vitales del ser humano para sobrevivir. Cual estrategia imperial del nuevo milenio y ante estudios científicos serios, el tratado del ALCA, como excusa comercial que EEUU quiso imponer en América Latina, entre otras cosas, buscaba apoderarse de los ríos y recursos naturales de la región aún pretendidos por este imperio del norte.
En los imperios del mundo se preparan para invadir territorios con recursos de agua, tierras y espacios cultivables. En el 2009 se proyectó una película hollywoodense llamada “2012”, que entre ficción y predicciones de una realidad posible sobre el fin de la humanidad debido al calentamiento global y los cambios climáticos, finaliza con un capítulo, en el cual, los grandes líderes y ricos del mundo, aguardaban su posibilidad de sobrevivencia en una especie de “arca del futuro” planificada, construida y escondida por ellos mismos. Como metáfora en la misma Cumbre de Copenhague 2009, el presidente norteamericano Barack Obama junto 20 líderes mundiales de países desarrollados, se reunieron a puerta cerrada para discutir sobre el cambio climático y el efecto invernadero, consecuencia de más del 75% que producen sus naciones con la emisión de dióxido de carbono, o quizás, para plantear construir una “arca de la supervivencia” dejando de lado a millones de seres humanos y animales.
Se estima que a partir del 2.010 habrá una oleada migratoria de unas 50 millones de personas como refugiados climáticos o medioambientales, provenientes sobre todo de países pobres. Si tomamos en cuenta que el 97% del agua del planeta está en forma de océanos y mares, el 2.3% en forma de glaciares y apenas el 0.7% en agua dulce en un alto porcentaje de ella contaminada, esto indica que el mundo entrará en una crisis mundial de escasez de agua en un lapso no mayor a 10 años, debido estadísticamente al crecimiento acelerado de la población mundial que indican que desde 1950 se ha triplicado el consumo de agua.
Hay ejemplos demostrados como el volumen de las aguas del Lago Chad en África, las cuales disminuyeron en un 90% desde 1960, en Europa se consumen 300 litros por habitante al día, dos veces menos que en EEUU y Japón, pero 20 veces más que en el África Subsahariana, una cuarta parte de la población de América Latina y el Caribe vive en zonas donde la demanda de agua es mayor que la capacidad de recuperación de este recurso, existen cifras que calculan la muerte de 3,1 millones de personas en el 2002 por enfermedades relacionadas con el agua como la diarrea y la malaria, por lo menos 6.000 niños mueren diariamente en el mundo por falta de acceso al vital líquido, unas 2.600 millones de personas carecen de instalaciones de saneamientos básicos, en las zonas que mantienen guerras existen las bombas de tiempo, porque durante los conflictos se dañan las redes de agua aumentando consigo enfermedades como el cólera y la diarrea, así que el agua potable salva más vidas que todas las instituciones médicas juntas del mundo.
Todo esto pudiera implicar el dominio de las reservas de agua y energía en el mundo por las superpotencias, para asegurarse así, la administración de los ríos y las reservas del subsuelo, y no estaría lejos de desencadenarse una posible tercera guerra mundial, al creerse los dueños del planeta, ya de hecho, científicos en el mundo alertan sobre el deshielo del Artico, el recalentamiento de la tierra y el deterioro de la capa de ozono que ha traído como consecuencia, el desorden mundial climatológico del planeta, advirtiendo que con la disminución de los polos y su posible desaparición junto a la de especies animales como los osos polares, habrá una reducción de agua dulce y el aumento de los mares como una situación dramática que desaparecería en principio algunas islas, grandes olas de calor, aumento de la temperatura del planeta tierra y que en la proporción que lleva podría desaparecer aproximadamente en unos 100 años a la especie humana por completo o antes, si aumenta al menos 3 grados más de temperatura.
En la naturaleza todo es relativo y vinculante. El desplazamiento de especies animales viene trayendo nuevos patrones de consumo y alimentación en desequilibrio de una cadena alimenticia y sostenimiento de las especies. Huracanas, tsunamis, terromotos, maremotos, tornados, etc…son parte de lo que deberá acostumbrarse la humanidad por el irrespeto a la madre tierra. Todavía se pueden revertir algunos daños, el consumismo y la sed del capital figuran entre los principios a reducir por el feroz consumo humano de energía, en especial de las grandes potencias. El Amazonas, por ser pulmón del planeta centra su preocupación en las escuelas de Norteamérica, donde se dice a sus niños que deben cuidar y proteger estos espacios para bien de la humanidad, ya que ellos le dan mas valor que sus propios habitantes, por esa razón, no he de extrañar el famoso “Plan Colombia” como vía de penetración de estos territorios, precisamente impulsado por países que aportan la mayor contaminación e indiscriminado uso de la energía en el mundo, las bases norteamericanas en Colombia advierten de un pretendido neocolonialismo en América Latina frente a sus riquezas. Debemos recordar que el Amazonas fue decretado “Patrimonio de la Humanidad” y está conformado por varias naciones suramericanas como Brasil, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, territorios vírgenes algunos y otros preservados por milenios a través de nuestros aborígenes. Irak aún sufre las consecuencias de poseer petróleo y agua en el Medio Oriente, ha sido aniquilada una población y sus tierras son ocupadas por fuerzas norteamericanas. Quizás los países desarrollados trabajen aceleradamente en el dominio del espacio exterior y la potencial sustitución de la tierra en proyectos espaciales hacia nuevos destinos y planetas, mientras tanto, nacen los imperios del agua y los desplazados medioambientales.