Ha sido costumbre muy acendrada identificar bajo el nombre de la nacionalidad una serie de negocios privados muy jugosos y de creciente lucro. Los organismos creados en el pasado para la integración latinoamericana como la ALADI y la Comunidad Andina de naciones, por ejemplo, no son más que parapetos para hacer negocios privados entre las burguesías de cada uno de los países involucrados. Del lado colombiano, hay una oligarquía colonial que ha sufrido constantes mutaciones hasta llegar a ser hoy la controladora de la burguesía colombiana adueñada del libre juego de la producción de cocaína, la más alta en el mundo, del lavado de dólares, de la conducción del paramilitarismo y en síntesis, esa burguesía, es el estado mayor de la captura del negocio de las drogas perteneciente al imperialismo norteamericano. Del lado venezolano hay una oligarquía que consolidó el robo de sus activos desde los tiempos de la Compañía Guipuzcoana, más tarde fueron los amos del valle, luego se fortalecieron con la dictadura de Pérez Jiménez, aumentaron aun más sus capitales con los gobiernos del puntofijismo; y se disfrazaron de ovejitas para hacer negocios con el proceso bolivariano en franca alianza con una burguesía emergente que ha nacido al fragor del discurso de la segunda independencia, y que ahora tiene tanto dinero, o mas que la rancia oligarquía colonial.
Estos son los actores que están negociando, y ganando dinero de lo lindo, bajo el pomposo nombre de cordiales negocios con Colombia. Por otra parte este lucrativo negocio privado que se incrementó casi al 1000% en estos 11 años de gobierno bolivariano, le resuelve al irresponsable y pro imperialista gobierno de Colombia, un asunto de seguridad social de cientos de miles de colombianos que habitan en la frontera y que sobreviven con el trabajo y la buhonería que se derivan de toda la actividad comercial que genera el tránsito y distribución de mercancías.
El narcoparamilitar Álvaro Uribe es uno de los principales dueños de ese negocio inter oligarquía colombo venezolana. Por eso es que lo vimos en Cancún interrumpiendo a Chávez cuando estaba hablando de asuntos fundamentales para el futuro de los trabajadores de este continente, para introducir el tema de un supuesto bloqueo comercial de Venezuela a Colombia; y hasta tuvo la cachaza de compararlo con el criminal bloqueo de los EEUU a Cuba. Para Varito Corleone lo más importante es reanudar sus negocios, como testaferro del imperialismo yankee.
Ahora entra en escena Leonel Fernández como intermediador de esta supuesta crisis binacional. Lo primero será que le cambiemos el nombre al objeto de la intermediación del presidente dominicano, por el que es en realidad: un impase inter oligárquico entre las burguesías de Colombia y de Venezuela por la interrupción de sus jugosos negocios, cuyas ganancias, del lado neogranadino van a parar en su mayoría a las arcas del departamento del tesoro de los EEUU.
Los trabajadores venezolanos, el pueblo, el avance en el proceso de liberación nacional, y las posibilidades de construcción del socialismo, son los grandes perdedores de este negocio privado inter oligárquico. Veamos algunas de estas acciones perversas en sus consecuencias nocivas:
1. Contrabando de gasolina, asociado siempre al supuesto intercambio comercial.
2. Desocupación de las bodegas de Mercal, cuyos productos se consiguen más en Colombia que en Venezuela.
3. El paramilitarismo ligado a todas las actividades tráfico de drogas, de contrabandeo y sicariato, consolidándose del lado venezolano
4. Saboteo a la Revolución en sus programas de atención social a todos los venezolanos.
5. Desarrollo del plan golpista para acabar con la Revolución Bolivariana.
Chávez, una vez más tiene la última palabra. La gran mayoría del pueblo venezolano confía en él. Quizás, hasta los que no son chavistas, no lo visualizan otra vez abrazado con Uribe llamándolo hermano. Pensamos que Chávez ha aprendido la lección, y que ahora está claro que este tipo de posturas, la mafia que dirige el protectorado de Colombia jamás nos va a respetar.
Un saludo a Leonel, y a la querida Quisqueya.