Henry Arias y Diego Castro, dirigentes adecos, quienes en esa pelea de perros de la FBT, en contra de Elio Sayago (Paros sabotajes, tomas compulsivas y arbitrarias de la presidencia, “prohibición” al presidente de entrada a la empresa, referéndum ilegales y unilaterales en donde “despidieron” al presidente trabajador), en un acto de oportunismo (Olfato político de zorro viejo), se supieron mantener al margen, y hoy cobran, producto que los Alcasianos, lo han utilizado como mandadores para pasarle factura a GIL-FBT (Pumalaca) y sus tropelías en ALCASA..
También contribuyó notablemente, al triunfo adeco, que para nada significa un retroceso ideológico de la masa Alcasiana, que es la más avanzada del sector aluminio de Guayana, el hecho que el sector revolucionario, afín al presidente trabajador Elio Sayago, y formante parte de la UNETE, fue dividido en dos planchas (La 26 y la 8), eso hizo, que el Alcasiano quien es de avanzada y con mucha madurez política, también jugó a la economía del voto y por ello votó por la plancha de Arias y Castro, dos muertos resucitados, por culpa de una política errada y atropellante, pero fundamentalmente sectaria y burguesa de corte quinta columna de la FBT.
No se menosprecia, el hecho que perviva en Alcasa una masa adeca de vieja data, pero ella sola hubiese sido insuficiente para ganarle a Gil-FBT, sin factor “voto castigo” por economía del voto; esto, lo deben tomar muy en cuenta Henry Arias y Diego Castro para que saquen bien sus cuentas y no se equivoquen.
Creo que en ALCASA, puertas adentro, impera una política de institucionalidad, de defensa de la factoría alumínica en manos del estado, bajo control obrero y en ejecución del plan Guayana 2009-2019, a quien la derecha endógena (En alianza con la vieja derecha que siempre vio a la CVG como “su” negocio), la quiere destruir con miras a la re-privatización, a pesar que menciona al control obrero y al socialismo hasta en la sopa. Las empresas del aluminio y su pionera ALCASA, es patrimonio no solo de los Guayaneses, sino de todos los venezolanos, aunque los Guayaneses las sentimos más nuestra porque en cada una de ellas existe alguna gota de sangre de sudor o lágrimas derramada de algún familiar o allegado nuestro.
Por supuesto que hay que discutir un contrato vencido y mantener las reivindicaciones de los trabajadores y en este sentido el Presidente trabajador ha sido muy diáfano y ha propuesto un cronograma de pagos, igualmente debe recuperarse la fabrica, adecuarse tecnológicamente para que aumente la producción y se diversifique la producción y las mesas de trabajo y los consejos de coordinación de producción por procesos, son las instancias apropiadas y participativas para lograrlo conjuntamente con la gran oportunidad del fondo chino, pero desde MIBAM, cuyo Ministro es afín a la FBT, ha habido una política de oídos sordos o de mirar para otro lado; dándole tiempo al tiempo, para que Gil-FBT arrasara a Sayago, pero el tiro les salió por la culata.
Pero la gran lección de ALCASA, es que ella implica el fracaso de una política de derecha, quinta columna y sectaria, aunque tiene expresión obrera en la FBT, es estrategia de una nueva clase burguesa (La boli-burguesia) que busca exterminar con los incipientes pasos hacia el socialismo en materia de producción como es el control obrero y el plan Guayana 2009-2019, de corte anti-imperialista y socialista (Desarrollo endógeno o aguas abajo), con miras a revivir el viejo plan de la derecha puntofijista entreguista de privatizaciones mezcladas con corrupción y dependencia (Meros surtidores de materia prima y semi-elaborados baratos), en donde esta boli-burguesia serian los nuevos dueños de Guayana y a los sindicatos le darían un pequeño pedazo del pastel.
Esta política nociva, para poder imponerse requiere ser sectaria y a lo Jalisco (Yo las gano todas y cuando pierdo arrebato), pretendiendo acaparar sindicatos, presidencia y directivas empresas CVG, al mismo tiempo contratistas y proveedores, cupos de aluminio y los organismos del estado (Tribunales, Fiscalías, Inspectorías del Trabajo, CICPC, etc.) Alcaldías y la Gobernación, que ya las tienen en sus manos, sobretodo esta última, emulando al despreciable ex-Zar de Guayana de la era puntofijista (Sus asesores “genios” vienen de allí), en donde la FBT, es la falange y Gil un cabo segundo y sargentos, los Diputados suplentes José Ramón Rivero y Ángel Marcano, quienes cuentan con todo el apoyo proveniente de la Gobernación del Estado Bolívar, MIBAM, la Ministra del Trabajo y la Cancillería.
